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Aclaraciones sobre la muerte
Grupo Elron
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ACLARACIONES SOBRE LA MUERTE

 

 

MUERTE CEREBRAL, DESENCARNACION DEL INDIVIDUO, UNION DEL 10% CON SU 90% Y DONACION DE ORGANOS

 

Por ARIEL C.

 

 

NOTA INTRODUCTORIA

 

            El motivo del presente escrito es tratar, en lo posible, de aclarar y echar luz sobre un tema que ha estado sobre la mesa de debates de la humanidad desde que fuimos poco más que dos…

            Si bien el Grupo Elron desde sus inicios se ha encargado de explicar que es la muerte (la vuelta a nuestro verdadero “hogar”, el mundo espiritual) y sacarle ese velo tan oscuro que la cubría, aún quedan unos cuantos interrogantes por dilucidar y para los cuales la ciencia oficial no solo no tiene la respuesta, sino que cuando se trata de cuestiones espirituales tiene la cretina actitud de mirar para otro lado.

            El presente trabajo lo he hecho recopilando material del Grupo Elron, cuando se trata de las cuestiones espirituales; y los que figuran en los libros de medicina con los cuales he estudiado en mi querida alta casa de estudios, sobre la parte biológica. De esta forma podemos ver como la ciencia y la “fe” (los temas espirituales) pueden complementarse perfectamente, salvo, claro está, para las mentes afiebradas como las de los fanáticos religiosos que creen que la ciencia es poco menos que una invención del diablo. Como veremos a continuación, nada más alejado de la realidad…

 

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INTRODUCCIÓN, UN POCO DE HISTORIA

            La muerte, evento que marca el fin de la vida biológica de los seres humanos, ha sido tema de numerosos debates desde los comienzos de la humanidad. El reconocimiento y la forma en que la muerte debía ser certificada ha sido un tema de preocupación desde el principio del hombre.

            La escasa certeza en cuanto a otros signos concretos para certificar la muerte dio a la putrefacción del cadáver el signo principal de que el evento se había producido. También es conocido el método de acercar un espejo al rostro del difunto, para ver si se producía la opacidad del cristal que demostraba que la persona aún respiraba.

            Con el avance de la tecnología en el correr de los años se llega a la invención del estetoscopio en 1814, que permite la certificación de la muerte al poder auscultar (escuchar) el corazón y definir el cese de la actividad cardíaca.

            Sin embargo por estas épocas, a pesar del gran avance de la medicina en áreas como la anatomía, era poco lo que la ciencia podía aportar sobre el área de la fisiología humana. Los mitos y leyendas seguían transcurriendo con una gran fuerza sobre la tierra.

            Ya sobre el siglo XX, los avances tecnológicos incluían ahora formas de diagnóstico más precisas, a través de innumerables pruebas, para demostrar el cese de las actividades respiratorias y circulatorias.

            Los principales cambios en la materia ocurren en la segunda mitad del siglo XX, gracias a los agigantados avances científicos y la invención de nuevas técnicas de terapia intensiva y respiradores artificiales, permitiendo suplir durante cierto tiempo las funciones que la persona por sí misma ya no controla.

            Por el año 1960 empiezan los avances principales a nivel neurológico. Se diferencias los estados de coma de los estados considerados, por esas épocas, “más allá” de lo hasta entonces conocido y entendido, pacientes con ausencia de actividad electroencefálica y del sistema nervioso.

            En 1968 un comité de la Universidad de Harvard (EE.UU.) elabora una definición de muerte, que dice: “Pacientes con irreversibilidad de daño cerebral, mantenidos en asistencia respiratoria mecánica y con soporte circulatorio, en los cuales el paro cardíaco se produce ineludiblemente en horas o días”.

            La finalidad de dicho documento era el intento de establecer una definición de muerte que una vez diagnosticada permitiera el retiro de las medidas de soporte vital y diera pie asimismo a la posibilidad de la ablación de órganos.

            El año 1981 marca un hito importante en la temática ya que se conforma en Estados Unidos la “Comisión Presidencial para el estudio de los Problemas Éticos en Medicina y en la investigación Biomédica y del Comportamiento”, cuyo objeto consiste en la elaboración de un estatuto conocido como UDDA (Determinación Uniforme de los Actos de Muerte), en la cual se definen los criterios que se deben cumplimentar para la certificación de la muerte. Estableciendo que: “un individuo que se encuentra tanto con (a) cese irreversible de las funciones cardiocirculatorias ó (b) cese irreversible de todas las funciones del encéfalo completo, incluyendo las funciones del tronco cerebral; ese individuo está muerto”.

            Se describe y se acuerda entonces que la determinación de la muerte puede realizarse a través del criterio cardiorespiratorio o del criterio neurológico.

            Pero en realidad para un verdadero diagnostico de muerte, desde las consideraciones biológicas, en realidad debe centrarse en la estructura más vital de nuestro organismo que es el encéfalo, ya que en ella están localizados todos los centros que regulan la integridad del organismo.

            Si se considera solo el criterio cardiorespiratorio, cuando el paro cardiaco se produce en forma definitiva e irreversible, a los pocos minutos, y por falta de llegada de oxigeno, se producirá la muerte de todas las estructuras que conforman el encéfalo (hemisferios cerebrales, cerebelo y tronco encefálico, incluyendo mesencéfalo, protuberancia y bulbo raquídeo).

            Todo esto conlleva al paro respiratorio ya que el centro que comanda esta función está situado en el bulbo. Es de imaginar que la situación siguiente será inevitablemente la muerte del organismo. Aunque se pueda reinstalar el latido cardíaco, si el cerebro ha dejado de funcionar, no podrá reinstalarse la vida.

            La llamada “muerte cerebral” es, hoy en día, considerada el requisito principal, sino único, para determinar que una persona está muerta.

            La misma puede producirse por cualquier tipo de lesión, ya sea por una hemorragia, un infarto cerebral, traumatismo de cráneo, heridas de bala, etc., que conlleva a una lesión suficiente de todas las estructuras del cerebro.

            Esta lesión que determina en forma definitiva la pérdida de las funciones encefálicas, conlleva entonces al paro cardiorespiratorio, función que puede ser suplida durante un periodo determinado gracias a las máquinas artificiales de la actualidad que mantienen la respiración y el latido cardíaco, junto con drogas estimulantes.

            Aún así, debido a la pérdida del control nervioso, se van perdiendo los mecanismos de regulación del cuerpo, como ser la temperatura, la presión arterial, etc., con la consiguiente hipotermia e hipotensión, que causan enfriamiento y alteración de la llegada de oxígeno a los tejidos, respectivamente.

 

 

¿QUÉ HA GENERADO CONFUSIÓN?

            Es de suma importancia saber diferenciar las distintas lesiones neurológicas que generan confusión a nivel de la población general.

            En la muerte encefálica hay ausencia de todos los reflejos y mecanismos de control tanto de la temperatura como de la respiración y circulación. En el caso de las lesiones que provocan destrucción de sólo una parte del cerebro, se produce lo que se ha denominado “estado vegetativo”. En dichas situaciones el tronco encefálico se encuentra preservado, conservando no solo todos los reflejos sino también aquellas funciones que el cuerpo realiza en forma automática: la respiración, el latido cardiaco, etc. Por lo tanto, un paciente en estas condiciones, más allá de su futuro, está vivo.

            Las lesiones causadas por un balazo que atraviese el cráneo, o una hemorragia cerebral que destruya una zona determinada, pueden dejar a la persona en una silla de ruedas o en una cama, inconsciente, por el resto de su vida. Aún así, eso no significa que el individuo haya muerto, se sigue registrando actividad eléctrica en las neuronas y la preservación de algunas de las funciones automáticas básicas.

 

 

EL DIAGNÓSTICO DE MUERTE HOY EN DÍA. DIAGNÓSTICO NEUROLÓGICO

 

A la fecha se define a la muerte como: “el cese irreversible de todas las funciones encefálicas, con ausencia de reflejos del tronco cerebral y abolición de la actividad eléctrica neuronal manifestada en el ectroencefalograma”.

 

            A su vez, en Argentina (país donde radica quien escribe) la Ley 25.281, en su Artículo Nº 23, define que para diagnosticar correctamente el fallecimiento de una persona, se deben cumplir además los siguientes puntos:

                               A) Ausencia irreversible de respuesta cerebral, con pérdida absoluta de conciencia.

                               B) Ausencia de respiración espontánea.

                               C) Ausencia de reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no reactivas (sensibles) a la luz.

                               D) Inactividad encefálica corroborada por medios técnicos y/o instrumentales adecuados a las diversas situaciones clínicas, cuya nómina será periódicamente actualizada por el Ministerio de Salud y Acción Social, con el asesoramiento del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI)

            En el examen neurológico se debe encontrar:

                               A) Coma profundo con ausencia de toda respuesta de origen encefálico ante cualquier tipo de estímulo.

                               B) Abolición de los reflejos del tronco encefálico:

                                               · Pupilas en posición intermedia o midriáticas (dilatadas), arreactivas (sin respuesta) a la luz.

                                               · Ausencia de sensibilidad y respuesta motora facial.

                                               · Ausencia de movimientos oculares espontáneos y reflejos.

                                               · Ausencia de reflejos bulbares.

            Los métodos para estudiar el flujo sanguíneo cerebral son estos:

                               A) Arteriografía de los cuatro vasos cerebrales principales.

                               B) Ecodoppler transcraneal.

                               C) Angeografía cerebral radioisotópica.

            Además de todo ello, será necesario certificar la inactividad encefálica con métodos técnicos e instrumentales adecuados que permitan concluir la veracidad del fallecimiento: electroencefalograma, el cuál debe demostrar ausencia de actividad bioléctrica cerebral, conocido como “plano”; que demuestre abolición de respuestas generadas en el tronco o en la corteza cerebral, ante los estímulos auditivos, sensitivos, visuales, o estudios de flujo sanguíneo cerebral como la arteriografía o el ecodoppler. Su resultado debe mostrar el llamado “Silencio Bioeléctrico Cerebral”, que se define como “ausencia de actividad electroencefalográfica mayor a los dos (2) uv (microvoltios) de aplitud.

            Esta legislación incorpora de modo general los principales signos que es preciso verificar para afirmar que el individuo ha muerto. Se debe destacar que los únicos signos esenciales para certificar la muerte, previstos en el ordenamiento jurídico argentino, son los signos neurológicos, subsumiendo el criterio cardiorespiratorio al neurológico.

            En el Artículo 24 de la Ley, se explicita claramente que la certificación del fallecimiento debe ser realizada por dos (2) médicos, uno de ellos especialista en neurología o neurocirugía. Dicha normativa contempla la necesidad de que dicho especialista no solo certifique, sino que a su vez interprete los estudios complementarios realizados.

            Puntos adicionales a tener en cuenta a la hora de realizar un diagnóstico:

                               1) Se requiere para el uso de este protocolo que la causa que produce el coma y determina el daño estructural encefálico sea conocida, tenga magnitud suficiente y esté debidamente documentada.

                               2) Se requiere de un tiempo de evolución adecuado. En los casos de lesiones encefálicas primarias, se exigen al menos tres (3) horas de asistencia respiratoria mecánica obligada para iniciar la evaluación neurológica en sujetos de más de seis (6) años de edad, y al menos seis (6) horas en los menores de dicha edad. En los casos de daño difuso secundario del encéfalo se exigen al menos doce (12) horas desde el inicio del coma para comenzar la evaluación a partir de los seis (6) años de edad y veinticuatro (24) horas en los menores de dicha edad.

                               3) Se requiere verificar que el paciente no se encuentre bajo el efecto de drogas depresoras del sistema nervioso central (SNC) en niveles tóxicos.

                               4) Se requiere constatar la ausencia de drogas bloqueantes neuromusculares.

                               5) Se requiere una temperatura rectal igual o superior a los 32º C (treinta y dos grados centígrados).

                               6) Se requiere descartar la presencia de severos disturbios metabólicos o endócrinos.

 

 

LOS NUEVOS CONOCIMIENTOS APORTADOS POR EL GRUPO ELRON

 

LA MUERTE O DESENCARNACION

            El ser (es decir, el espíritu o entidad espiritual, lo que en realidad somos) encarna solamente en un 10% de espíritu (denominado indistintamente Yo Inferior, Yo Terrenal o Yo Personal), quedando el 90% (denominado, según cada Filosofía, Yo Superior, Thetán o Alma) en su propio plano de origen cumpliendo sus actividades normales, y aprendiendo de su parte física, que posee libre albedrío para actuar. Encarnar es como si pasáramos una varilla por el ojo de una cerradura, quedando 10% de ella de un lado y el 90 % del otro.

            La muerte no es más que la integración –otra vez– de ambas partes, separadas mientras dura la encarnación. El ser espiritual, reintegrado después de la desencarnación, asciende o desciende de nivel (o queda en el mismo lugar) de acuerdo a sus méritos.

            Es común hablar del “proceso” de morir o del “proceso” de desencarnar, pero en realidad no existe ningún proceso porque el retiro del organismo físico del 10% de espíritu es automático y sucede inmediatamente de producirse la muerte cerebral.

            Sin embargo, hay una diferencia en cuanto a la adaptación –no se puede hablar de adaptación a un nuevo estado sino en realidad de una adaptación al estado anterior– si el espíritu es del Error, es decir, de los planos 2 y 3. En razón de que estos espíritus se rebelan ante su muerte a causa de su tremendo apego al plano físico.

            Este tema se ha tocado en sesiones anteriores, así que nada mejor que transcribir dichos diálogos para aclarar el tema.

 

 

Fecha: 28/09/2004

Médium: Jorge Raúl OLGUIN

Entidad que se presentó: Ruanel

 

 

INTERLOCUTOR: Ahora bien, supongamos que yo desencarne, ¿cómo es todo este proceso de la desencarnación? Es algo que siempre quise preguntar y lo he ido posponiendo.

Ruanel: No hay ningún proceso, el 10% desencarna y se conecta de inmediato y automáticamente con su 90% y también con toda la memoria de todas sus vidas anteriores. Y de golpe dejas de ser 10% para ser espíritu 100%. Es como si tú de repente estás soñando y al despertar te das cuenta de que estás en la realidad y antes estabas dormido. Entonces dices: “Estoy en mi apartamento, son las 7 de la mañana, voy a tomar el desayuno, tengo que ir a trabajar”. Y cuando desencarnas es algo similar: “¡Ah, era esto!, sí, me recuerdo, estoy en el plano 4, lo otro fue un rol”.

INTERLOCUTOR: ¿Ese darse cuenta es tan así inmediato?

Ruanel: Así es.

INTERLOCUTOR: ¿Entonces no hay ningún proceso?

Ruanel: ¿Por qué tendría que haber un proceso? El proceso lo hacen los seres de los planos del Error 2 y 3 que al tener un tremendo apego a estar encarnados no se integran automáticamente a su 90%.

INTERLOCUTOR: ¿El 10% queda solo? Me refiero a si queda aislado de su 90% y cada uno por su lado.

Ruanel: No pueden quedar solos, porque el ejemplo que dio Johnakan-Ur-El de la varilla pasada a través del ojo de la cerradura no deja ninguna duda: desencarnar es como retirar la varilla, es decir que no puede haber separación alguna ya que se trata de la misma varilla. Lo que ocurre con estos espíritus es que el 10% al desencarnar se rebela y no quiere saber nada con el otro 90%: “Yo me llamo Rafael, no tengo nada que ver contigo, yo estoy viviendo en Mar del Plata, cerca de la costa”.

INTERLOCUTOR: ¡No lo puedo creer! ¿Es como no querer despertar?

Ruanel: Es algo similar.

INTERLOCUTOR: Pero de ninguna manera están separados.

Ruanel: Para nada, no hay separación posible. Es como si el 10% tuviera una vida independiente y quisiera seguir apegado al plano físico. Entonces toma forma física y las personas encarnadas lo pueden visualizar como fantasmas, porque ellos mismos se hacen notar, haciendo foco [1].

INTERLOCUTOR: ¿El 10% entonces arrastra al 90%?

Ruanel: Exacto. Y si el otro 90% fuera de un plano 4 o un plano 5 le permite al 10% que termine de borrar esos engramas para no ser arrastrado. Recuerda que en los planos 4 y 5 no hay ego, no hay karmas, entonces si el 10% está con esos conflictos, “ensucia” a ese 90% y al contaminarlo lo puede jalar hacia el plano 3. En los planos 4 y 5 no puede haber trastornos. Si ese espíritu tuvo problemas y desencarna con trastornos lo tira abajo al espíritu al plano 3. Esto es lógico.

INTERLOCUTOR: Recuerdo que usted mencionó en alguna oportunidad que el Maestro Jesús al desencarnar se acopló perfectamente con su Yo Superior.

Ruanel: Es otra cosa, tú estás hablando nada menos que del Maestro Jesús.

INTERLOCUTOR: ¿Una última pregunta?

Ruanel: No, ya no, mi receptáculo está muy desestabilizado. Los dejo con toda mi Luz.

INTERLOCUTOR: Hasta luego, Maestro, y gracias.

 

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[1] Para evitar confusiones y malos entendidos, recomendamos a las personas que no tengan esto en claro que lean el amplio material en esta web sobre el tema de fantasmas, apariciones, ilusiones, Espíritus del Error, foco energético, etc. Una vez estudiado el asunto se podrá comprender sin baches el tema de la muerte y la posterior existencia en el mundo espiritual o suprafísico.

 

 

LA DONACION DE ORGANOS

            Los cuestionamientos respecto a la donación de órganos están fundamentalmente relacionados con la creencia errónea de que somos el cuerpo o de que éste es algo “sagrado”. El judaísmo, por ejemplo, prohíbe la donación a un “banco de órganos”, donde no hay un receptor específico e inmediato. Más aún, está también prohibido donar órganos para la realización de investigaciones médicas o para su utilización por estudiantes que necesitan desmontarlos en la Facultad de Medicina.

            Como decía Teilhard de Chardin, “no somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual, somos seres espirituales teniendo una experiencia humana”. El organismo físico no es más que un instrumento, un vehículo, un robot, si se quiere, que nos permite, como espíritus, actuar en el plano físico. Una vez que ha servido a nuestros fines, desencarnamos y lo desechamos como lo haríamos con un trasto viejo.

            Pero no hay que olvidar que si alguien va a desencarnar estando aún su organismo físico en buenas condiciones, éste puede servir para reemplazar las piezas deterioradas de otro cuyo dueño tiene posibilidades de seguir encarnado. La donación de órganos, por lo tanto, siempre es un acto de amor.

            Tampoco la donación de órganos interfiere con el karma del paciente, porque después del trasplante la persona tiene la posibilidad de ser útil y revertirlo. Incluso siendo una persona negativa puede constituir, aunque indirectamente, un factor para que los seres que lo rodean aprendan a tener tolerancia y paciencia.

            En definitiva, en la cuestión de la donación de órganos hay que fijarse en las cosas positivas, que son más que las negativas.

            Nota: se transcribe, en su parte pertinente, las sesiones existentes donde se trató el tema:

 

 

Fecha: 19/08/2002

Médium: Jorge Raúl OLGUIN

Entidad que se presentó: Johnakan-Ur-El, thetán de Jorge Olguín.

 

 

INTERLOCUTOR: Antes de concluir la sesión quiero hacer una pregunta sobre la donación de órganos...

JOHNAKAN-UR-EL: La donación de órganos es un acto hermoso de amor, como cuando se hizo la primera operación de corazón por el doctor Barnard.

INTERLOCUTOR: Según tengo entendido el primer trasplantado sufrió horrores después de la operación a causa del rechazo del nuevo corazón.

JOHNAKAN-UR-EL: Ten en cuenta que desde el primer trasplante ha transcurrido más de un cuarto de siglo y la Medicina ha avanzado mucho desde entonces. Antes de la operación se hacen pruebas de rechazo... Y no siempre hay problemas con el posoperatorio. En muchos casos los trasplantados viven muchos años de vida normal después de la operación.

INTERLOCUTOR: ¿Y no va en contra de ningún karma?

JOHNAKAN-UR-EL: No, porque en esos años posteriores al trasplante la persona tiene la posibilidad de ser útil y revertirlo. Incluso siendo una persona negativa puede constituir indirectamente un elemento de aprendizaje en tolerancia y paciencia para los seres que lo rodean. En la cuestión de la donación de órganos fijémonos en las cosas positivas, que son más que las negativas.

INTERLOCUTOR: Concretamente, entonces, y tomando sólo como referencia el posoperatorio, ¿no podemos decir que es peor el remedio que la enfermedad?

JOHNAKAN-UR-EL: No, porque mientras la persona pueda vivir y hacer cosas en el plano físico está bien. De todas maneras, la donación de órganos siempre es un acto de amor.

INTERLOCUTOR: ¿Nosotros, entonces, debemos estar totalmente a favor de la donación de órganos, sin tener en cuenta para nada el posoperatorio?

JOHNAKAN-UR-EL: Sí, por supuesto. Además, nosotros estamos hablando de corazón solamente, pero no éste el único órgano que se trasplanta. Así, hay trasplantes de páncreas, que soluciona problemas al diabético. Hay personas diabéticas que están incapacitadas para salir porque la hipoglucemia inherente a la enfermedad les provoca desmayos súbitos y a través del trasplante pueden hacer una vida normal.

INTERLOCUTOR: Bueno, ya estoy totalmente convencido...

JOHNAKAN-UR-EL: Y te voy a dar un dato más que la mayoría de las personas no saben. El dato me lo está transmitiendo un médico muy famoso del cono sur recientemente desencarnado, de modo que tenlo por seguro. Cuando se habla de convulsiones físicas, la referencia es a las convulsiones epilépticas, a las convulsiones con disfunciones cerebrales, o a las convulsiones con picos febriles. Bueno, hay otro tipo de convulsiones y son las que se producen en personas con hipoglucemia.

INTERLOCUTOR: ¿Es decir que la hipoglucemia también ocasiona convulsiones?

JOHNAKAN-UR-EL: Así es... Mi receptáculo está muy agotado y no decodifica bien, por lo que no es conveniente continuar. Cuando hay este tipo de sesiones, donde se dan muchas verdades en poco tiempo, las entidades del Error refuerzan sus dardos para entorpecer la comunicación.

INTERLOCUTOR: Podemos suspender sin problemas la sesión porque el tema quedó debidamente aclarado…

 

 

Fecha: 09/10/2007

Médium: Jorge Raúl OLGUÍN

Entidad que se presentó: Ruanel y Rada-El

 

 

INTERLOCUTOR 1: Bueno, escúcheme Maestro. Respecto a la donación de órganos, leo para que quede registrado. Es un tema muy importante. ¿Por qué queda atrapado el 10% aunque haya muerte cerebral si se le mantienen sus órganos funcionando con algún aparato? ¿En este caso hay alguna posibilidad de que se haga la extracción de órganos estando el 10% aún incorporado, incluso habiendo muerte cerebral? ¿Qué siente el 10% en esa sensación de atrapamiento en un cadáver con muerte cerebral? Aparte de la donación de órganos y de que se mantenga a alguien con los órganos funcionando, ¿existe en la vida diaria casos en que la persona es cadáver y sus órganos siguen funcionando por alguna razón? Digamos que a alguien le cortan la cabeza. ¿Es instantáneo el desprendimiento del 10%, o hay segundos o minutos donde sigue atrapado el 10%? No sé si está clara la pregunta Maestro.

Ruanel: Segundos, décimas de segundo, no más que eso. Si la persona es decapitada, automáticamente no tiene decodificador y su corazón se para al instante, al instante.

INTERLOCUTOR 1: Perfecto. ¿Pero estamos hablando que el corazón es el órgano principal? ¿Sí siguiera funcionando quedaría atrapado?

Ruanel: Sí, pero obviamente no sigue funcionando cuando lo decapitan. En cuanto a la primera pregunta, no queda el corazón funcionando si no es por métodos artificiales mecánicos.

INTERLOCUTOR 1: Perfecto, ¿pero queda atrapado el 10%?

Ruanel: Por una cuestión que se llama principio, es un principio esotérico por así llamarlo. Pero no me gusta decir porque vosotros sois esclavos de las palabras, os expresáis mediante palabras y no mediante conceptos. Entonces la palabra ley no me gusta, me gusta más la palabra principio. Es un principio, un principio ético divino y el thetán afortunada o desafortunadamente queda conectado al cuerpo físico.

INTERLOCUTOR 1: Está bien.

Ruanel: Ya he dicho en alguna oportunidad, muchísimo tiempo atrás, pero muchísimo tiempo atrás, que si se llega a profundizar el tema de crionizar [1] a la persona, el thetán tiene la libertad de poder ejercer su libre albedrío e ir en misión, pero siempre va a quedar conectado a ese cuerpo. No de fijo ahí, pero va a estar siempre conectado. Si dentro de 400 años hipotéticamente a ese cuerpo lo reviviesen, sería el mismo thetán el que estuviera, no otro. ¿Eso es claro o no?

INTERLCUTOR: Si Maestro, perdone que estaba... tengo miedo que se acabe la cinta. Espere un segundito Maestro. ¿En la vida diaria ha sucedido que se extraigan órganos estando encarnado todavía el 10%?

Ruanel: Sí, el 10% está en la mayoría de los casos [2].

INTERLOCUTOR 1: ¿De donación de órganos?

Ruanel: Sí, así es.

INTERLOCUTOR 1: a ver si entiendo. Muerte cerebral. Mantienen...

Ruanel: Muerte cerebral, automáticamente el 10% desencarna.

INTERLOCUTOR 1: Perfecto.

Ruanel: Excepto si mantienen el corazón y los otros órganos mediante medios mecánicos. En ese caso no desencarna.

INTERLOCUTOR 1: Está bien, pero a ver si entiendo...

Ruanel: El cuerpo no está vivo según el concepto que vosotros tenéis, pero por un principio de ética no desencarna.

INTERLOCUTOR 1: Eso está claro.

Ruanel: Y automáticamente le extraen todos los órganos estando el 10% ahí. El cuerpo no sufre porque al haber muerte cerebral no hay ningún tipo de sufrimiento [3].

INTERLOCUTOR 1: O sea el 10% no sufre.

Ruanel: No, no, no.

INTERLOCUTOR 1: Pero alguna sensación de ahogo tiene que tener ¿no?

Ruanel: No, no hay. No puede haber ahogo porque la parte física no está más como inteligencia...

INTERLOCUTOR 1: A ver si entiendo. ¿Queda conectado dentro o afuera como una exteriorización? No sé si me entiende.

Ruanel: Queda conectado adentro y también puede quedar conectado afuera, como cuando haces viajes astrales.

INTERLOCUTOR 1: Está bien, claro. O sea que para el 10% que extraigan los órganos en ese momento no hay ningún problema.

Ruanel: Primero voy a aclarar una cosa. Todos los seres encarnados son animados por un 10% de espíritu. Ese 10% no sufre ninguna de las dolencias del plano físico porque no tiene sentidos. Lo que tiene sentidos es el cuerpo que anima ese 10% para que quede claro.

INTERLOCUTOR 1: Está bien. Entonces...

Ruanel: Si vosotros como seres encarnados estáis animados por el 10% de espíritu y os pinchan, le va a doler al 10% porque se lo va a transmitir el cuerpo que en ese momento anima, pero en realidad es al cuerpo al que le duele, el 10% sigue siendo un espíritu. Entonces si ese ser tiene muerte cerebral, no va a tener ningún dolor porque no va a haber ningún nervio que le transmita el dolor al cerebro.

INTERLOCUTOR 1: Está bien, eso está claro.

Ruanel: No confundir como han hecho otras personas con coma cerebral, porque en el coma se puede resucitar a la persona. De la muerte cerebral no.

INTERLOCUTOR 1: Eso está bien, eso está claro. Pero yo quiero concretar una cosa. Concretamente entonces no hay ningún tipo de problema en la extracción de órganos, por más que esté el 10% adentro, eso es lo que quiero aclarar.

Ruanel: Si salva otras vidas, bienvenido sea. Pero dejo en claro que el thetán sigue estando.

INTERLOCUTOR 1: ¿Pero no tiene ningún problema?

Ruanel: No, no tiene ningún problema, en absoluto.

INTERLOCUTOR 1: O sea, ¿está como a la espera de que se termine la extracción de órganos, nada más?

Ruanel: Exacto.

INTERLOCUTOR 1: Está bien.

INTERLOCUTOR 2: Maestro Ruanel, es un gusto saludarlo. La pregunta concreta es si el donante que tiene muerte cerebral queda conectado espiritualmente de alguna manera con el receptor del órgano.

Ruanel: No, no. En absoluto. No porque el thetán tenía ese cuerpo, deja su compromiso una vez que su cuerpo deja de ser, aún aunque le hayan extraído los órganos y hayan ido a otro cuerpo, más de un órgano, corazón, riñones. Es otro decodificador, es otro espíritu el que lo anima, y ese thetán no tiene nada que hacer allí. ¿Se entiende?

INTERLOCUTOR 2: Se entiende perfectamente.

INTERLOCUTOR 1: Sí, sí. Bueno, una de las cosas que también creo que es importante, vos podes saber exactamente lo que va a suceder cuando yo como 10% desencarne, ¿sería muy largo eso?

RADA-EL: No…

INTERLOCUTOR 1: Bueno no, no. Vamos a suponer que yo desencarne, ¿Cómo es todo ese proceso para que todos sepamos cómo es una desencarnación? A ver, bueno yo estoy tirado en la cama…

RADA-EL: Olvídate de tu parte física, olvídate de tu parte física. Tú eres el 10%, ese 10%...

INTERLOCUTOR 1: Pero para, yo estoy tirado en la cama, todos los familiares y yo les digo: “chau me voy” ¿Algo así será? ¿No? Yo alguna broma voy a hacer cuando que me vaya (risas).

RADA-EL: A veces, de acuerdo al paciente yaciente puede perder el conocimiento. A veces no, hay casos en donde hay un paro cardiorrespiratorio y en segundos desencarna. Ese 10% se junta conmigo porque somos uno.

INTERLOCUTOR 1: ¿Automáticamente diríamos?

RADA-EL: Automáticamente, y no es que me reconozcas…”Ah eres tú, la otra parte”. No, no, no. Automáticamente formas parte de mí y vuelves a tener toda la memoria de todas las vidas como las tengo yo, automáticamente.

            Ahora si tú desencarnas con dolor, con odio porque has tenido una muerte violenta como en vidas pasadas, me transmites parte de ese rencor, de ese odio a mí y puedes hacerme desestabilizar, obviamente que sí.

INTERLOCUTOR 1: Perfecto, pero en el estado en el que estoy yo, ¿se da un acoplamiento?

RADA-EL: Totalmente, simplemente di un ejemplo.

INTERLOCUTOR 1: ¿Natural?

RADA-EL: Sí. No hay trauma de ningún tipo, no hay luz. La luz está en los espíritus de luz que de repente el 10% que está desencarnando se encuentra con el otro 90% y obviamente que en su plano percibe… no luz con los ojos, porque no hay ojos físicos, se percibe otro tipo de energía, no tenemos los sentidos físicos: tacto, gusto, olfato, visión, oído.

INTERLOCUTOR 1: Perfecto, perfecto. Ahora, ¿qué interés hay en ver lo que está pasando? Ver el cuerpo que yo habité, ver como lloran...

RADA-EL: Apego, eso se llama apego.

INTERLOCUTOR 1: Ah pero… ¿cómo apego? Curiosidad, curiosidad por el cuerpo que uno habitó…

RADA-EL: Apego.

INTERLOCUTOR 1: ¿Entonces no lo vamos a hacer?

RADA-EL: Perfectamente.

INTERLOCUTOR 1: ¿Podemos hacerlo?

RADA-EL: Sí, se puede hacer sin apegarse.

INTERLOCUTOR 1: Ah bueno, desapegadamente ya sé, pero por curiosidad y ver como lo lloran a uno y recuerdan todas las cosas malas que uno hizo.

RADA-EL: Hay otro apego mayor que si quieren lo toco en los últimos minutos que me quedo, ya lo dejo descansar al receptáculo.

 

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[1] En el tema de la crionización un dato a tener en cuenta es que la persona que va a ser congelada y preservada no tiene muerte cerebral, por el contrario incluso en muchos casos se le induce un paro cardiaco al individuo e inmediatamente comienzan los procesos de criogenización, para evitar justamente el deterioro de las células del organismo, que permanecen viables o en “stand by”, más exactamente en animación suspendida, pero sin sufrir ningún tipo de daño. Cuando pasado el tiempo se “revive” a la persona (en un futuro donde sea posible esto) las células serán “decongeladas” y como están indemnes inmediatamente podrán continuar su emisión eléctrica en el caso de las neuronas. Nunca se espera que la persona tenga cese de las funciones cerebrales para empezar el proceso, de lo contrario la persona moriría realmente y ya no se la podría revivir a futuro.

[2] Las máquinas que mantienen las funciones cardiacas y respiratorias son retiradas del donador segundos antes de proceder a su ablación, de esta forma se busca que hasta el último momento los órganos estén perfundidos de sangre, ya que después deberán afrontar ciertos tiempos críticos sin irrigación hasta que son colocados en el receptor. Un cabo suelto que queda, aunque de mínima importancia en este caso, es consultar en sesión cuanto tiempo tarda en “salir” del cuerpo el 10% una vez que se ha detenido el corazón. Es por esto que como la operación se realiza casi de inmediato que se detuvo el corazón, el Maestro Ruanel manifiesta que el 10% todavía está en el cuerpo la mayoría de las veces.

[3] Porque el 10% si bien permanece en el organismo, ya no lo anima ni puede hacer uso de él, de cierta manera podemos decir que ya no hay conexión, es por esto que lo que le pase al cuerpo físico ya “no puede llegar” hasta el 10%, por lo tanto no hay siquiera grabación engrámica durante la ablación.

 

 

CONCLUSIONES

            Como los propios Maestros de Luz lo han definido, la donación de órganos es un acto de amor. Porque después de todo, te pregunto a ti, lector, ¿pará qué quieres seguir teniendo tus órganos el día que te mueras? ¿De qué te van a servir “del otro lado”…?

            Lo ideal sería que cada uno de nosotros seamos donantes, estemos registrados como tales en las jurisdicciones correspondientes. Desgraciadamente mucha gente se niega no por negarse a prestar servicio sino por la gran confusión que aletea sobre el tema. Confusión que a veces los mismos responsables de las áreas de la salud se encargan de agrandar más en lugar de despejarla. En mi propia experiencia, he escuchado de boca de los que se niegan el argumento de que tienen miedo, en el caso de que les suceda algo, de que mientras estén todavía vivos los operen para sacarle los órganos. Y sin dejar de lado a las mafias relacionadas con el tema…

            Pero esto no tiene por qué amedrentar contra tu decisión de querer (y de tener el poder de) ayudar a un prójimo, porque si a la hora de ayudar a alguien nos ponemos siempre a buscar cualquier excusa para no hacerlo… Bueno… No me quiero imaginar cual será la suerte de cada uno en el caso de que algún día nos llegue a suceder algo…

            Con respecto al diagnóstico de muerte, el Grupo Elron se ha encargado, cuando no, de llegar un paso más lejos de lo que lo ha hecho la llamada “ciencia oficial”, que como he mencionado al principio, en muchos temas para los cuales no tiene la respuesta en lugar de hacer lo que correspondería, investigar, tiene la infantil y cretina actitud de mirar para otro lado como si eso no existiera. Afortunadamente, nosotros desde hace ya muchos años hemos podido cubrir TODOS los agujeros en las grandes teorías del hombre, y esperamos, con muchas ganas, poder seguir haciéndolo durante mucho tiempo más…

 

 

FUENTES:

 

· GRUPO ELRON, www.grupoelron.org (material gratuito a libre disposición del internauta).

 

Desencarnación – muerte

http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/desencarnacion.htm (60.533 bytes) (relevancia 8) Índice Desencarnación Grupo Elron - Sección Autoconocimiento y Salud - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección. Los espíritus de Luz desencarnan sin ningún proceso previo de adaptación, pero los espíritus del Error tienen tanto apego…

 

 

· INCUCAIInstituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Argentina) www.incucai.gov.ar (material a libre disposición del internauta). Dependiente del Ministerio de Salud y Acción Social de la República Argentina (www.msal.gov.ar).