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Los cuerpos sutiles

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Los  cuerpos  sutiles

Para la comunicación espiritual.

Artículo realizado por el Prof. Jorge Olguín.

 

Cuerpos sutiles: Según la filosofía esotérica, centros energéticos vibracionales que se encuentran alrededor de un ser encarnado, por los cuales fluye la energía vital. Estos centros comunican a ese ser, por un lado, con su Yo Superior (Thetán) y, por el otro, con las entidades espirituales, tanto de Luz como del error.

En la persona encarnada hay tres cuerpos sutiles: el cuerpo causal, el cuerpo de las ideas o mental, y el cuerpo de deseos. Con el primer cuerpo se comunican los Espíritus de LUZ para transmitir conceptos de armonía y conciliación, tratando de que el ego no tenga tanto "poder" sobre el ser humano. Con el segundo cuerpo se pueden comunicar todas las categorías espirituales: las de LUZ para orientar en una confusión o en un lapsus de memoria, y las del error para confundir o crear más caos en la mente de esa persona. Y con el tercer cuerpo, el de deseos, se comunican tanto los espíritus del error como los demonios y las Energías lúdicas, que buscan hacer crecer el rencor, la tentación, la intolerancia, la soberbia, etc. que son los roles más conocidos del Ego. Si el ser encarnado se halla medianamente equilibrado, puede hacer caso omiso de su cuerpo de deseos (que muchos se lo confunden erróneamente con el sexo) y prestar atención solo a su cuerpo causal.  

La lucha entre esos dos cuerpos (el causal y el de deseos) es trascendente en la historia de la raza terrestre. Y ningún cuerpo tiene más poder que el otro (eso sería cortar el libre albedrío Divino)... el poder se lo da el receptor de acuerdo a cómo esté internamente.

El cuerpo de deseos es llamado también cuerpo astral o emocional, proporcionando las experiencias relacionadas con los deseos y las emociones egoicas.

El cuerpo causal perdura durante el ciclo de reencarnaciones, aún en los planos de Luz, pues dicho cuerpo no da cabida al Ego, que sí participa del cuerpo medio (de las ideas) y del cuerpo inferior (de los deseos). 
Dicho cuerpo causal, como está de manera permanente en todos los planos, forma parte de la Evolución espiritual, sirviendo de comunicación entre nuestra consciencia terrenal y nuestro Yo Superior (el 90% de nuestra alma no encarnada, que está en los planos espirituales que correspondan a su vibración).  También sirve de lazo entre nosotros y las entidades angélicas.

Ese Cuerpo Causal o Cuerpo Mental Superior debe su nombre al hecho de que en el mismo residen las Causas que se manifiestan como efectos en los planos inferiores; puesto que las experiencias de vidas pasadas acumuladas en el cuerpo causal son el origen de la actitud general que asumimos ante la vida, así como las acciones emprendidas.  Pero mientras el cuerpo de las ideas sirve de receptáculo o depósito para la esencia de las experiencias del ser humano en sus varias reencarnaciones, en el cuerpo causal se entreteje todo cuanto puede perdurar, y en el mismo se conservan las cualidades que el ser humano llevará a la próxima reencarnación.  De manera que la manifestación inferior del hombre, es decir, la expresión pensante del mismo se graba en su cuerpo de ideas y sus "aprendizajes" quedan arraigados en su cuerpo causal.  Por eso el  cuerpo causal es el receptáculo de todo lo duradero, de lo noble y armonioso. Toda emoción pura y elevada, asciende en vibración en dicho cuerpo. 

El cuerpo de las ideas es el vehículo de la consciencia que guarda relación con la experiencia terrena que el ser humano haya alcanzado durante sus vidas pasadas.  Y así como la labor específica del cuerpo causal es la decodificación del pensamiento espiritual, la tarea del cuerpo de las ideas es conservar las vivencias y los pensamientos en las distintas vidas. Lamentablemente, el ego abarca este cuerpo mental  y puede manipularlo para que los conceptos elaborados sean erróneos.

Los cuerpos sutiles son la clave para la Elevación espiritual, de acuerdo a la importancia que le brinde el ser humano encarnado a cada cuerpo.
En Budismo, el llamado Bodhisattva es aquel que renuncia a su santidad para seguir ayudando al prójimo. Si esto lo trasladamos al cuerpo causal, diremos que el Bodhisattva rehúsa el goce de la Iluminación que le transmiten los espíritus de Luz y sigue vivenciando el sufrimiento del entorno, para estar "en compromiso permanente" con el dolor y enseñar que el mismo desaparece al vencer cada ser humano su apego. 

Así como el decodificador o traductor de los conceptos espirituales a lenguaje hablado se aloja en el córtex cerebral, los cuerpos sutiles se encuentran en la corteza cingulada anterior del cerebro, entre los dos hemisferios. Se ha comprobado que dicha zona cerebral puede tener distinta conformación en personas con disturbios compulsivos que en personas sanas mentalmente, con un decodificador funcionando a pleno.