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Pearl Harbor
Grupo Elron
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La flota de guerra norteamericana concentrada en la base naval de Pearl Harbor, Hawaii, fue atacada traicioneramente por la aviación japonesa el 7 de diciembre de 1941 obligando a Estados Unidos a entrar en la Segunda Guerra mundial.



El antecedente del conflicto puede encontrarse en los afanes expansionistas de Japón, que siendo desde entonces una potencia altamente desarrollada, se encontraba limitada en una geografía reducida y pretendía ampliar sus dominios para aumentar sus recursos y redistribuir su actividad y población.



Aunque algunos historiadores sugieren que el entonces presidente Franklin Delano Roosevelt estaba en pleno conocimiento del ataque y podía haberlo hecho abortar, pero prefirió aprovechar la circunstancia para entrar en guerra, la verdad es que las autoridades militares fueron totalmente negligentes en preverlo.

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Después de tres duros años de guerra, en 1945 Japón tendría el dudoso honor de convertirse en el primer país atacado con armas nucleares (Hiroshima y Nagasaki) con 200.000 muertos con apenas dos bombas.

 

 

 

EL ATAQUE JAPONÉS A PEARL HARBOR

¿El presidente norteamericano Roosevelt traicionó a su patria?

Estimado profesor: Uno de los debates interminables de la historia es si el entonces presidente Franklin Delano Roosevelt sabía con exactitud cuándo y dónde los japoneses iban a atacar a Estados Unidos pero no hizo nada para impedirlo porque quería desesperadamente que su país entrara en guerra. ¿Cuál es la verdad?

Claudio L.

RESPUESTA

Apreciado Claudio: Antes de responderte quisiera sintetizar la historia de este ataque para aquellos consultantes que la ignoren.

El 7 de diciembre de 1941 la aviación japonesa atacó por sorpresa la base naval de Pearl Harbor en Hawaii, donde se concentraba la flota de guerra norteamericana del Pacífico.

Los buques de guerra anclados en el puerto fueron fácil blanco para los aproximadamente 360 aviones de guerra japoneses que participaron en el ataque. Los norteamericanos sufrieron 3400 bajas con 2300 muertes. El ataque dañó seriamente el poder naval y aéreo norteamericano en el Pacífico.

Sin embargo, esta agresión galvanizó al pueblo norteamericano y Roosevelt consiguió que al día siguiente, el 8 de diciembre de 1941, el Congreso aprobara la declaración de guerra contra Japón.

La falta de previsión de las autoridades militares ante un eventual ataque provocó duras críticas en aquel momento. E, incluso, algunos historiadores han sugerido que Roosevelt conocía el ataque y no hizo nada por impedirlo para así meter a Estados Unidos en la guerra.

No obstante, la mayoría piensa actualmente que, si bien los militares norteamericanos eran conscientes de la probabilidad de un ataque japonés, no sabían con exactitud el cuándo y el dónde.

La tesis que sostienen algunos historiadores acerca de que Roosevelt sabía del ataque y que no hizo nada por razones de conveniencia, es pura infamia.

El presidente Roosevelt, hasta el momento en que los japoneses atacaron Pearl Harbor, no deseaba la guerra. ¿Cómo iba a desearla si Estados Unidos estaba inerme porque no contaba con suficientes armamentos?

La prueba de esto es que después del ataque el país entero trabajó las 24 horas del día para fabricar armas de guerra, aviones y todas esas cosas que se necesitan para un conflicto bélico.

Esto no es una teoría mía sino que hemos hecho la consulta en sesión y la respuesta de los Maestros de Luz fue que, de la misma forma que el ataque a las Torres Gemelas no fue un autoatentado, el ataque japonés a Pearl Harbor no fue facilitado por Roosevelt para que Estados Unidos entre en guerra.

Quienes opinan de forma contraria están inducidos por los espíritus del Error, que ya sabemos cómo utilizan a aquellos que ingenuamente se prestan, es decir, retorciendo las cosas para que la verdad se distorsione de modo que la mentira resultante parezca auténtica.

Además, en estas cosas siempre está de por medio la cuestión económica: la verdad no vende, la mentira sí.

Te transcribo seguidamente la parte de la sesión donde se trató el tema:

SESIÓN DEL 22/3/05

Médium : Jorge Olguín.

Entidad que se presentó a dialogar : Ruanel.

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Interlocutor: ¿Fue un atentado exclusivamente terrorista o hubo connivencia con algún sector del gobierno norteamericano? La pregunta concreta que hago en primer lugar es si en las altas esferas del gobierno se sabía del atentado que se iba a producir, lo mismo que sucedió con Pearl Harbor?

Ruanel: Si, ambos casos son similares. Se sabía lo que iba a suceder pero no lo impidieron por negligencia.

Interlocutor: ¿Negligencia o connivencia?

Ruanel: No, connivencia no, negligencia.

Interlocutor: ¿En ninguno de los dos casos, entonces, se dejó que sucediera sin hacer nada para aprovechar la coyuntura? Con respecto a Pearl Harbor, por ejemplo para que Estados Unidos tuviera la excusa para entrar en guerra y con respecto al gobierno de Bush para atacar Irak.

Ruanel: No, eso es un error. En ambos casos hubo negligencia. En el caso de Pearl Harbor, si tú repasas un poco la historia, te darás cuenta que Estados Unidos no tenía prácticamente en aquel entonces ninguna capacidad bélica.

Después del ataque a Pearl Harbor tuvieron que trabajar las fábricas las 24 horas del día para pertrecharse, con armas, aviones, etc. Incluso si el día hubiera tenido más horas también las hubieran trabajado.

Interlocutor: ¿Entonces es toda una infamia sospechar que Roosevelt dejó que los japoneses atacaran a Pearl Harbor como excusa para entrar en guerra?

Ruanel: Totalmente. Al contrario, él tenía tanta impotencia ante el ataque por la carencia de armamento que dio orden de trabajar intensamente a todas las fábricas para prepararse y darles una lección a los japoneses.

Incluso ordenó que todas las fábricas de acero que estaban haciendo otras cosas dejaran de hacerlo y se dedicaran a los armamentos.

Las fábricas de autopartes, de automotores, etc., por ejemplo, apoyaron durante meses a las fábricas de aviones y de armamentos.

Interlocutor: ¿Pero entonces Estados Unidos no presionó para nada al Japón para que los atacara como dicen algunos historiadores?

Ruanel: No, para nada. Fue un total acto de traición de los japoneses.

Interlocutor: ¿Concretamente, entonces, Estados Unidos no quería entrar en guerra y no tuvo más remedio que hacerlo después de Pearl Harbor?

Ruanel: Así es. Y por suerte. Por suerte para la libertad del mundo en aquel entonces, porque fue Estados Unidos el país que dio vuelta la guerra, ya que de lo contrario la hubiera ganado Alemania, Japón e Italia.

Interlocutor: Entiendo.

Ruanel: Volviendo al 2001, el ataque a las Torres Gemelas fue el resultado de un acto de total negligencia del gobierno porque muchos habían advertido a los funcionarios responsables que se planificaba un ataque contra un objetivo importante, pero no militar, en el propio corazón de Nueva York.

Interlocutor: Esto esta suficientemente claro. ¿Entonces toda esa gente que escribió libros planteando la hipótesis sobre un autoatentado ha sido influenciado por los espíritus del Error? Lo pregunto porque estoy viendo, por lo que usted me está diciendo, que han falseado los hechos. Incluso yo mismo creí esos hechos falsos.

Ruanel: ¡Por supuesto que están detrás los espíritus del Error! Se podrá criticar a tal o cual gobierno de Estados Unidos sobre si es mala o buena la dirección en la que está llevando al país, pero nunca enrostrarle el sabotear a su propia Nación como excusa para hacer una invasión.

Interlocutor: ¿Puedo poner, entonces, con todas las letras, que tal perversión no existió?

Ruanel: Sí, puedes ponerlo con todas las letras. A tal extremo, no.

Interlocutor: ¿Tengo que presumir entonces que todos los que han escrito sobre la hipótesis de un autoatentado son puros difamadores?

Ruanel: Yo diría más bien que son comerciantes y hablar de un autoatentado favorece la venta de los libros.

Interlocutor: ¿Se puede decir que lo que hizo el gobierno de Bush es aprovechar para sus propios fines el ataque a las Torres Gemelas?

Ruanel: Eso sí, pero no que le pusieron la capa roja al toro para que éste embistiera y así tener la excusa para matarlo porque "él me atacó primero". Esto deséchalo totalmente.

Interlocutor: Está bien, creo que el punto está aclarado.

Espero que con estas explicaciones ya no queden más dudas respecto a que al gobierno de los Estados Unidos puede acusárselo de negligencia pero nunca de haber traicionado a su pueblo.

Bienvenido al club. Un fuerte abrazo.