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Psicoauditación - José Antonio H.

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

 

Sesión 21/01/2013
Médium: Jorge Raúl Olguín
Interlocutor: Karina
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de José Antonio H.

La entidad dialoga con el interlocutor acerca de cuestiones comunes que vivenciamos todos los seres encarnados, situaciones parecidas a causa de no tener memoria reencarnativa y porque el entorno nos va moldeando. No debemos permitir los actos hostiles ni que nos sometan. Y no prejuzgar, se prejuzga desde el ego, no desde el Amor. Actuar con Amor nos hará estar en el camino correcto.

Sesión en MP3 (2.508 KB)

 

Interlocutor: Bienvenido...

 

Entidad: Muchas gracias.

 

Interlocutor: ¿Cómo te encuentras?

 

Entidad: Con inquietudes.

 

Interlocutor: ¿Qué tipo de inquietudes?

 

Entidad: Creo que como las que tiene todo thetán, preguntando los porqués, los para qué, los tal vez. Nos creemos inteligentes, somos energía conceptual, seres pensantes, sin embargo muchas veces nos comportamos, todos los seres de la creación, como aquellos pequeños mamíferos que van en manada sin saber el porqué, solamente...

 

Interlocutor: Porque hay que hacerlo.

 

Entidad: ...por instinto básico. ¿Qué nos diferencia cuando encarnamos como seres pensantes?

 

Interlocutor: Nuestra capacidad de poder decidir.

 

Entidad: Decidir, discernir, pero si tú te poner a pensar y reparas en nuestras conductas verás que no somos distintos, subsistimos al igual que los seres unicelulares. Tenemos pasiones, instintos, sentido de supervivencia, amamos, sufrimos, manipulamos, somos manipulados, nos alejamos, se alejan de nosotros, tratamos de crecer en lo económico, en lo personal, en lo amoroso, discutimos, debatimos, tratamos de superarnos, y a medida que van pasando los años vemos que… ¿Qué son los logros? ¿Qué dejamos? ¿El querer que se acuerden de nosotros, qué es? Es ego. ¿Acaso en el plano físico no somos solamente roles? Y si somos roles, ¿por qué queremos que se acuerden? ¿Por qué queremos pasar a la historia como aquellos grandes pianistas, escultores, pintores? ¿Qué nos diferencia de aquel simple campesino que labró la tierra toda su vida y murió sin pena ni gloria y aquellos tres o cuatro que lo amaron años después también murieron y no quedó nada, porque cuando no queda el recuerdo no queda nada?

Pero, claro, tú me dirás "Encarnas de nuevo, eres otro personaje, tienes otro nombre, tienes otra oportunidad de vivir". Y esto es una rueda, esto es así siempre.

 

Interlocutor: ¿Qué opinas acerca de que tenemos que aprender en cada encarnación?

 

Entidad: Claro. Y aquí voy a precisar de tu ayuda porque mi 10% tiene muchísimos interrogantes. Lo que mi 10% ignora es que yo también tengo interrogantes a pesar de las tantas vidas que he vivenciado. ¿Qué es lo que tenemos que aprender?

 

Interlocutor: Eso es lo que yo te estoy preguntando. ¿Qué crees tú?

 

Entidad: ¿Qué creo yo? Aprender a ser mejores...

 

Interlocutor: ¿Hay alguna lección para esta vida en particular?

 

Entidad: ¿Una lección para esta vida?, la lección de la paciencia, de la tolerancia, de la comprensión. Pero, claro, a ver, tú fíjate esto. Aquellos que creen que te enseñan, te enseñan Luz: Tú tienes que ser mejor en esto, en aquello, tienes que tolerar, tienes que comprender, tienes que amar, tienes que sentir, "tienes que". ¿Y qué pasa con el otro? Porque al fin y al cabo hay un excelso Maestro, Johnakan, que dice que si tú aceptas todo por el hecho de quedar bien tú estás concediendo pero no concedes desde la bonhomía, concedes desde el sometimiento.

 

Interlocutor: Pero hay una gran diferencia: nosotros no tenemos que permitir ni consensuar con el otro algo que está mal, no debemos ser sometidos, no debemos decir a todo que sí. Debemos decir "sí" a las cosas que son para bien, no a las que son para mal.

 

Entidad: ¿Y cuando el otro no quiere consensuar? Debemos alejarnos pero,  ¿y si tenemos un sentimiento? Por amor tenemos que soportar todo, caprichos...

 

Interlocutor: En ese caso tienes que ponerte a pensar si eres tú solamente el que ama porque tú dices "por amor debemos tolerar todo", pero ¿y el otro te ama? Quien te ama no te somete, quien te ama no ejerce contra ti actos hostiles.

 

Entidad: No conozco a nadie que no ejerce actos hostiles, sutiles, imperceptibles. Como fuera pero lo ejercen. Y me río porque en el plano físico hay tantos pseudomaestros encarnados que dicen que uno pasa por distintas circunstancias hasta revertir esa lección kármica. Es como que dijeran las cosas de memoria porque a todos les dicen lo mismo. Y a veces las circunstancias son porque sí, a veces es una mala elección nuestra. En el plano físico mi 10% no tiene memoria reencarnativa. Yo tengo la memoria reencarnativa de todas las vidas y me equivoco también: puedo prejuzgar, puedo creer algo que luego resulta que no es como yo pensaba.

 

Interlocutor: Bueno, en el caso que hace un rato comentabas de una pareja o las parejas en general, cuando hablabas del amor -y pasa en el amor de pareja y pasa en muchas, yo diría en todas las relaciones- que tú comentabas "Todo el mundo ejerce de alguna manera, aunque sea en forma sutil, actos hostiles". Pero hay algo que es importante: que mientras tengamos la posibilidad de dialogar con el otro y hacerle ver nuestro punto de vista, decirle "Mira creo que esto no estuvo bien, o tal cosa realmente, disculpa pero no me ha gustado", no desde un tono quizás hostil sino desde tratar de hacer ver al otro que quizás esté cometiendo un error o que al menos eso es lo que nosotros pensamos. Seres humanos perfectos no hay, siempre vamos a tener cosas que corregir pero mientras haya la posibilidad del diálogo todos podemos aprender y crecer.

 

Entidad: No hay espíritus perfectos tampoco, ni siquiera en los planos más altos. El tomar decisiones es una elección y en esa elección tienes posibilidad de acertar o de equivocarte. Equivocarnos también es un aprendizaje. Lo que pasa es que cuando en el plano físico a veces te equivocas en una decisión importante, y voy a utilizar una palabra muy trillada, no tienes posibilidad de revancha, eliges quizá un trabajo que te parece bueno y quizá ya no tienes edad para buscar otro trabajo o de repente crees que esa pareja es la pareja ideal -porque tenemos el error de idealizar- y al poco tiempo te das cuenta que no. Pero ya no estás hablando de "He comprado un libro que no me gusta y lo dejo archivado en una biblioteca", estamos hablando de afecto y a un afecto no lo puedes dejar archivado. Es cierto que en este siglo de este mundo hay menos hipocresía que antaño. Las generaciones pasadas fingían amarse, ahora directamente no fingen pero se fueron al otro extremo y a la primera discusión ya optan por distanciarse. Eso desconcierta, desconcierta todo.

 

Interlocutor: Eso significa que hay que aprender a manejar nuestra mente reactiva porque seguramente si reaccionan de esa forma es porque se dejan llevar por sus impulsos, el primer impulso que les aparece.

 

Entidad: A veces no es el impulso, a veces es el desgaste, no es el impulso. No siempre es el impulso.

 

Interlocutor: Claro. Estamos hablando de una relación donde a la primera, como decías tú, se distancian, a la primera discusión tienden a distanciarse. O sea, es una actitud inmadura porque en vez de afrontar el inconveniente o tratar de solucionarlo tienden a evadirse.

 

Entidad: De acuerdo a lo que tú me has contado se me ocurrió algo.

 

Interlocutor: Dime.

 

Entidad: Como en el plano físico no tenemos esa memoria reencarnativa encarnamos como niños pero no físicamente solamente, encarnamos como niños en todos los aspectos. Es como que nuestro pensamiento, nuestro concepto nace de cero y si nace de cero somos niños y entonces nos equivocamos y en cada vida aprendemos algo distinto. Y todo esto lo digo porque busco conocerme a mí mismo para, de alguna manera, poder orientar a mi parte encarnada. Mi parte encarnada tiene algo bueno.

 

Interlocutor: ¿Qué es?

 

Entidad: Que le gusta investigar. Trata de vencer no solamente los engramas que arrastramos ambos sino también los roles del ego. Porque los roles del ego son como estos microorganismos que tú los puedes ver únicamente con el microscopio. Lo digo de una manera irónica casi rozando el sarcasmo porque a veces no ves los roles del ego, están muy ocultos; entonces a ti te parece que actúas con naturalidad cuando en el fondo eres manipulado por esos roles y el rol siempre te va hace cometer errores de comportamiento, de conducta, de carácter, de personalidad y, claro, te encuentras con la otra persona a la que le pasa lo mismo. ¿Y entonces qué?

 

Interlocutor: Puedo hacerte una sugerencia como para que esas cosas no ocurran o trabajar para que no sucedan. A veces tenemos una impresión sobre algo y al cabo de un tiempo nos damos cuenta que no era tan así. Debemos tomar nuestras apreciaciones, digamos, de un modo amplio, saber que lo que hoy es quizás mañana pueda cambiar porque todo está en constante cambio y movimiento. Todas las cosas, según del punto que se lo ve, pueden parecer diferentes. Entonces tenemos que ser un poco amplios de mentalidad y no ser tan estructurados, no ser tan... podría decirte duros con nosotros mismos. Si nosotros decidimos desde el amor, desde la sinceridad es más difícil que nos equivoquemos. Eso no significa que no nos podamos equivocar pero casi siempre vamos a ir por el camino correcto.

 

Entidad: No está mal exigirnos. Si nosotros nos exigimos podemos exigir al otro. La gente, comúnmente, confunde exigencia con demanda y son dos cosas distintas. Exigencia es tratar de que la otra persona pueda cubrir tus expectativas como tú cubres las expectativas del otro. La demanda se toma como algo infantil, la exigencia no. Es para desmenuzar y obviamente no es el momento, eso dejémoslo para los Maestros de Luz que puedan de alguna manera explicar la diferencia entre exigencia y demanda pero no es lo mismo, para mí no es lo mismo. Yo te agradezco este momento porque más que repasar vivencias me interesaba intercambiar ideas porque intercambiar ideas aclara.

 

Interlocutor: De todas maneras, vuelvo a insistir en un punto: permítete decir "Soy un ser en evolución y he cometido errores quizá por no haber decidido bien. Quizá no fueron en mi intención malos, o sea, no hubo mala intención al elegir pero nos equivocamos, todos nos equivocamos". Y que nuestra exigencia sea con piedad hacia nosotros mismos porque si no aceptas que somos seres en evolución solo vas a sentir frustración.

 

Entidad: No, claro, claro. Lo que pasa es que a veces a sí mismo -quizá está mal dicha la palabra perdonar, como dicen algunos Maestros- se disculpa los errores pero a veces se siente impotente, como atado de pies y manos cuando el otro se justifica. Y uno dice "Pero, ¡caray!, uno se cuestiona todo y el otro se justifica todo". Entonces estamos en desventaja, siempre vamos a estar en desventaja.

 

Interlocutor: Recuerda que el aprendizaje es individual.

 

Entidad: Pero tú convives con un grupo. Aunque el aprendizaje sea individual tú convives con un grupo. No es como la escuela donde tú puedes aprobar, el resto no. Y es un problema de los demás porque tú pasas de grado, pasas de año...

 

Interlocutor: La única manera de modificar nuestro entorno es a través de nuestras actitudes, ya sea con nuestro ejemplo o con nuestra palabra. Hacer ver cuándo algo no funciona bien también es nuestra responsabilidad.

 

Entidad: Vale; pero hay una cosa que dicen los Maestros que yo no, no, no comparto. Dicen "Tú para cambiar el entorno tienes que empezar por cambiarte a ti mismo".

 

Interlocutor: Bueno, si uno es una persona reactiva, si uno es una persona que se deja llevar por las primeras impresiones, alguien que prejuzga, alguien que no escucha al otro... obviamente que sí, tenemos que empezar por nosotros.

 

Entidad: Claro pero si tú eres lo opuesto, si tú eres una persona permisiva, complaciente, dedicada y entonces te pasan por encima como un pelotón que va por encima tuyo y quedas aplastado en el fango...

 

Interlocutor: Disculpa pero en ese caso también tienes que empezar por ti porque quizás el problema que tengas es la dificultad para poner el límite en tu entorno o una dificultad para expresar tu opinión o un temor a no ser aceptado.

 

Entidad: ¿Tú piensas que el famoso término medio solamente me es difícil encontrarlo a mí?

 

Interlocutor: No, a todo el mundo.

 

Entidad: Bueno, el compartir algo, de alguna manera, me hace más... no digo dichoso porque no se trata de ser feliz...

 

Interlocutor: Te sientes más entendido.

 

Entidad: Más entendido porque lo otro se entendería como ser feliz a costa de otra desgracia, no, no; no se trata de compartir desgracias, se trata de compartir alegrías.

Te agradezco mucho el haberme escuchado. Hasta todo momento.

 

Interlocutor: Hasta todo momento. Ha sido un gusto tenerte aquí.