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Sesión 12/12/07 - Zorba

Grupo Elron

 

SESIÓN DEL 12/12/07

 

Médium: Jorge Olguín.

Entidad que se presentó a dialogar: Zorba, rol del thetán de Manuel.

 

 

Esta sesión es una psicoauditación pero comprende diversos temas y mensajes. El thetán habló de la dificultad de ser comprendido y de conseguir los objetivos. Relató una vida en otro mundo donde era matemático. Competía principalmente con un colega, pero este actuaba en forma que le incomodaba. Explicó alguna teoría en la que trabajaba en el campo de la física, también algunos detalles de la evolución histórica de su planeta. Después que su mundo consiguió la paz entró en apatía, lo que le impulsó a investigar sobretodo las implicaciones genéticas. Comparó desde diversos aspectos ese mundo con la tierra. No era entendido y se sentía solo. Actualmente este mundo vuelve a estar en guerra. Al terminar la sesión el matemático Manuel y el prof. Olguín departieron sobre las teorías relatadas desde el punto de vista matemático, los agujeros negros, evolución genética, apatía, evolución tecnológica.

 

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Diálogo posterior en MP3 (2.446 KB)

 


Morgan-El: Es difícil, a veces, tratar de que nuestro 10% estando encarnado le pueda explicar a otra persona sus ideas, sus comentarios, su avidez por lo que va más allá de la comprensión natural de la gente y qué difícil es, entonces, para nosotros -como seres espirituales- si nuestro propio 10% encarnado a veces no es entendido, que uno como ser espiritual sea entendido. No tiene que ver con roles del ego, no estamos hablando de que uno quiere difundir su idea por propia avidez o por propio deseo; se trata de poder transmitir la comprensión a aquellos que verdaderamente están en el camino. O sea, es una de las tantas maneras de hacer servicio. Si bien aquellos Maestros que desde hace eones están en el camino dicen -traducido al plano físico- que una de las cosas más importantes es tender la mano al otro, al que está caído, yo creo, humildemente, que hay muchas maneras de tender la mano al que está caído.

 

Una de las maneras es poniéndose en lugar del otro, comprendiendo, tolerando, enseñando, departiendo, en el plano físico. En el plano espiritual sería conceptuando, elucubrando ideas, transmitiéndoselas a otros seres que quieren seguir evolucionando. Y aún en los planos de Luz hay seres que tienen avidez de seguir creciendo para tener una mejor manera de confrontar lo negativo sin desestabilizarse emocionalmente porque entiendo, humildemente, que aún los grandes Maestros se pueden desestabilizar cuando perciben situaciones que no se pueden cambiar, situaciones que engendran violencia más violencia, situaciones que buscan hacer trastabillar al que está al filo de la cornisa y así sucesivamente. Entonces, a veces, la impotencia de poder lograr el cometido no es solamente para el 10% encarnado; es también para uno, como entidad espiritual.

 

Yo estaba en un mundo, me llamaba Zorba -no os riáis porque hay un personaje muy conocido de vuestra región de Sol III llamada Grecia donde se habló mucho de un personaje llamado Zorba que bailaba-, bueno, esto no tiene nada que ver porque este es un mundo que está a más de 700 años luz de Sol III. El mundo se llama Mendrox 4 y nací en ese mundo. Es un mundo muy similar a Sol III donde hay varias regiones. La mayoría de los seres que habitan son humanos, hay distintos animales, al igual que Sol III, distintos animales pero muy pocos son similares a los terrestres. Hay un mamífero muy similar al camello terrestre, más parecido a un camélido de otro mundo llamado Aldebarán.

 

Y en ese mundo, yo era matemático y tenía un rival, por así llamarlo, donde hacíamos grandes teorías con los números. Él se llamaba Zodrak, había otros, Zandraks, pero Zodrak era mi rival más directo, era una persona muy envidiosa porque dábamos cátedra y él buscaba siempre empalidecerme.

 

Y esto habrá sido hace más de un milenio terrestre, más de diez siglos terrestres en este mundo. Me trajo engramas de... yo creo que si hay fidelidad de la pareja también tiene que haber fidelidad en la amistad, en el compañerismo, tenemos que apoyarnos unos a los otros, tendernos una mano, cuando uno ignora o no está muy lúcido para entender determinada teoría, explicársela, porque cuando uno enseña no pierde el tiempo; yo creo que gana el tiempo. Yo creo que el tiempo se pierde cuando de monta en apatía.

 

Teníamos muchas teorías. Teorías que no se conocen. Por ejemplo: Hay un número infinito... Supongamos que pudiéramos pegar, apuntalar la matemática y que la matemática sea una cantidad infinita de números y la pudiéramos pegar a una región del espacio.

 

Yo le decía a Zodrak: "Estudiando el espacio sabemos que existen tapices espaciales. Hay partes donde el espacio tiene formas gravitatorias más fuertes y es como que el espacio se dobla. ¿Cómo aplicamos esa matemática lineal en ese tipo de espacio? ¿Es una nueva conjetura?

 

Digamos: Si la matemática acompaña linealmente al espacio, de repente, tú, por esos pliegues puedes recorrer distancias inmensas. ¿Cómo se representarían numéricamente?

 

Zodrak me dice: "Eso es algo exponencial".

 

Le digo: "¿Por qué?".

 

"Porque me estás hablando de un espacio teórico, no comprobado".

 

Le digo: "Sí comprobado, porque de Lumix, que es el sistema solar vecino que está a cinco y cuarto años luz, vienen naves utilizando esos pliegues y en menos de dos de nuestras revoluciones planetarias las naves recorren esa distancia".

 

Siempre soy propenso a las distintas teorías. Explicaba, por ejemplo, la teoría de la evolución de la raza -y estoy hablando de hace un milenio de vuestro mundo- donde yo decía que nuestra raza, los omeramos -como los llamábamos nosotros- seguíamos evolucionando. Una teoría que hoy, en vuestro tiempo también se plantea. Vosotros, homo sapiens sapiens, también siguen evolucionando. Vuestro ADN se ha modificado con respecto al ADN de un individuo de hace 30.000 años. Existe la teoría de la adaptación y adaptación no siempre significa evolución; de alguna manera lo es, porque hay una evolución en ese individuo para que se adapte a determinada temperatura, a determinada atmósfera, a determinado terreno, a determinadas circunstancias y también para convivir con otros seres que pueden ser más fuertes. Entonces no deja de ser una adaptación generalizada.

 

¿Es una evolución? Es debatible. Eso se debate. Y en el caso de que sea una evolución, es una de las maneras de que una raza evolucione, porque hay más maneras de que la raza evolucione.

 

La raza evoluciona por sí misma porque lo que yo descubrí en mi mundo es que toda raza tiende a evolucionar. Seguramente va a evolucionar más rápidamente ante ambientes hostiles, ante lugares cambiantes, porque eso ha sucedido con animales que se tienen que adecuar a determinada circunstancia y pueden mutar para mejor. Eso no deja de ser una evolución. Es una mutación impuesta que capaz que en diez generaciones logran un cambio que si no hubieran estado en un ambiente que va mutando, que va cambiando, no mutaría la especie y podría estar mil, dos mil, diez mil años igual.

 

Pero en mi planeta sucedía algo. Que como se había logrado una paz generalizada, había terminado la guerra entre las distintas regiones, o sea, no piensen que Sol III es el único mundo donde tontamente pelean entre ellos como una gran familia dividida, que parece una cosa tan necia, tan, tan necia. Hay otros mundos donde también hay facciones, que pelean norte contra sur, este contra oeste, o directamente cuatro o cinco regiones divididas en lo que llamáis continentes, todos guerrean entre sí para a ver quién tiene la supremacía. Ahora, si me preguntáis para qué; para nada. Me quedo con los mundos donde unos se apoyan a los otros.

 

Pero finalmente se había logrado una supremacía y ¡oh! que hubo un gobernante que no quería ostentar el poder para su propio lucimiento sino que verdaderamente lo que quería hacer era un cambio de conciencia y unificó las regiones. Si bien había distintos idiomas en un mismo planeta -que eso no es muy común, como tampoco es común lo de Sol III donde hay tantos idiomas y tantos dialectos; eso habla de lo atrasados que están como civilización, como raza, porque vosotros, en Sol III sois una raza, no existe raza blanca, raza negra, raza amarilla, raza cobriza, esas son familias; familia negra, familia blanca, familia cobriza, familia amarilla- pero la raza es la raza homo sapiens sapiens; pero ni siquiera sois capaces de razonar eso.

 

En nuestro mundo nos unificamos y corrimos el riesgo de que al estar tan armoniosos muchos montaron en apatía porque hubo más descubrimientos científicos en épocas de guerra que en épocas de paz y en vez de aprovechar esos momentos de crecimiento en paz para combatir las pocas enfermedades que todavía quedaban en nuestro mundo, ¡no!, el común denominador fue invadido por el peor de los virus, que es la apatía y la indiferencia. Esto que significa, ¿que yo estoy avalando la guerra, diciendo que un planeta en guerra crece más, técnicamente? No, no estoy diciendo eso porque conozco otros mundos -como espíritu- donde aún, estando miles y miles de años en paz, cada día son más altruistas, cada día son más magnánimos, cada día sienten más amor por el otro. Un mundo que muchos de vosotros conocéis: Antares 4, por dar un ejemplo, donde es un mundo de granjeros y filósofos, y hay muchos mundos así.

 

Entonces, nuestro mundo, en realidad, no es que montó en indiferencia y en apatía por haber logrado la paz planetaria. Seguramente nuestros genes -porque cuando el espíritu encarna "está preso" de ese cuerpo- y hay mundos donde los seres -como en nuestro mundo- pueden ser tan humanos como los de Sol III pero pueden tener algún gen que si ese ser no compite, se hace una competencia facultativa o en un deporte o en un combate, directamente, donde salte lo que vosotros llamáis la adrenalina -nosotros le damos otro nombre en nuestro mundo- ese gen hace que esa persona se planche, se quede como vuestros osos de Sol III, que hibernan, como hibernando, quedan como laxos como que pierden el interés por todo; como que de repente nada les interesa. Puede estar una persona corriendo peligro y esa persona ni se levanta; es como que es un adormecimiento mental, físico, espiritual, todo.

 

¿Y cómo está el thetán de esa persona? Obviamente que preocupado, ¡pero cuidado! el thetán, antes de intentar -cuando era espíritu 100%- de encarnar en ese mundo, sabe cómo es la genética de ese mundo, sabe que hay mundos como ese que necesitan de una actividad y la actividad cuanto más peligrosa es más vigor le da a la raza.

 

La matemática no me solucionaba el problema. Entonces profundicé en física, en química orgánica, en química inorgánica, en lo que vosotros llamáis antropología, en biología, en zoología. Yo no sufría la apatía que sufría el resto de la raza. Yo tenía avidez por leer -así como muchos de vosotros, lamentablemente, y es terrible, pueden tener dependencia de una droga- mi dependencia era aprender. Yo ponía en el reproductor los discos, me quedaba sentado a un asiento muy similar a vuestros sillones y me pasaba horas -de vuestras horas hablo, ¿no?- mirando los hologramas, los hologramas de enseñanza. Horas me pasaba mirando los hologramas. Y tenía avidez. Sacaba el disco y ponía otro disco, discos de física, discos de química, discos donde directamente estudiaban el ADN, cómo uno podía modificar determinados genes para modificar esa conducta de raza, que la raza no dependa de la belicosidad, porque es tremendo.

 

En alguna medida -y digo en 'alguna medida', o sea, que no estoy avalando la totalidad- Sol III tiene algunas semejanzas porque noto algunas regiones en guerra también y cuando termina una guerra en una región aparece una guerra en una región y en otra y en otra y en otra y en otra. Es como que yo estuviera en un bote en el medio de la mar y tuviera decenas de agujeritos y yo tapara uno y el agua salta por el otro y tapara otro y otro y otro y otro y tendría que ser uno de vuestros pulpos poniendo los ocho tentáculos en ocho agujeritos. Así parece Sol III, que salta una batalla aquí, otra acá, otra allá y otra acuá.

 

No es así, no es así. No creo que vuestro mundo sea así, que haya un gen que la raza tenga que progresar a través de lo belicoso, porque lo belicoso puede ser transmutado en un deporte sano, en un deporte donde se aplauda al que gana y el que fue vencido le dé honrosamente la mano y el aplauso al que le ganó en un sano deporte sabiendo que en la competencia siguiente el que perdió puede ganar y el que ganó puede perder. Pero tenéis tanto ego que aún en un sano deporte, para vosotros, lo importante no es competir -eso lo decís de boca para afuera- lo importante es ganar.

 

En mi mundo había regiones que se apoderaban de otras regiones, ¡para nada!, porque no había piedras preciosas para extraer de las entrañas o metales; era el afán de luchar y se mezclaba lo racional con lo irracional, porque teníamos avanzadísimas las máquinas holográficas que casi tenías la sensación de tocarlas, que las imágenes parecía real, no esa imagen de las holografías vuestras de Sol III que se nota que son transparentes. Era la holografía absolutamente opaca, como si tuvieras a la persona.

 

Y esa misma mente que planificaba esos aparatos, esa misma mente que había desarrollado vacunas tan profundas que podían vencer a cualquier enfermedad terrestre, esa misma mente era la que ideaba nuevas armas, armas sónicas que podían deshacer el cerebro de la otra persona; le lanzaba rayos sónicos y le producían hemorragias cerebrales. Un arma absolutamente cruel. Un arma que no se podía detener con una armadura como vuestras armas de proyectiles. Entonces, desarrollar armas sónicas para matar era una incoherencia total porque era la misma mente -cuando digo la misma mente no digo el mismo individuo- era la misma raza que había creado vacunas para salvar miles de vidas y armas sónicas para cortar miles de vidas.

 

Pero nada de ello me quitaba la avidez de aprender y de entender. Y me había vuelto como adicto al estudio pero no lo veía como algo negativo, porque yo, a su vez, lo transmitía a otros. No es que era egocéntrico, aprendía, lo guardaba como si fuera un tesoro al que me aferraba, como los tacaños que los hubo y los habrá en todos los mundos, que se aferran a su moneda de metal precioso y no se quieren desprender de ella aún a minutos de desencarnar. ¿Para qué la guardan, para que les pongan una buena tumba labrada?

 

No. Yo no me aferraba al conocimiento, yo lo transmitía el conocimiento. Trataba de transmitirlo porque tenía avidez de crecer, poder ser útil a los otros. Jamás lo hice para mí. No teníamos un concepto como el vuestro tan arraigado de la riqueza y de la pobreza pero para que os deis una idea, yo no era rico; no era pobre; me mantenía. Eso sí; estaba tan absorbido por mi trabajo que no tuve tiempo de formar una familia, no tuve pareja, no tuve hijos. Es cierto; tuve algunas relaciones ocasionales -sin mentir- donde tanto la femenina como yo, masculino, nos poníamos de acuerdo en tener una relación fisiológica para que nuestro físico se mantenga estable y sin emociones contraproducentes. Los dos nos poníamos de acuerdo. No es como en Sol 3 que en algunas regiones el sexo era tabú, no, no, no, no; el sexo tenía la utilidad de serenar ciertos impulsos. Obviamente, después, cuando había una relación donde los dos practicaban la monogamia ya directamente no se buscaba a más nadie, pero mientras uno estuviera sin ninguna relación estable podía perfectamente conseguir una amistad disponible del otro sexo para tener relaciones abiertas, privadas -cuando digo abiertas me refiero a sin ningún tipo de tabúes- Lo peor que podía pasar es que si no congeniábamos con la otra parte, no nos frecuentábamos más y listo. Pero todo bien.

 

¿Que engramas arrastraba, entonces, de esa vida? Primero, engramas de que no me entendían. La mayoría de la gente estaba con la avidez de batallar, estaban en contra de que hubiera una paz que duraba bastante tiempo ya. Y tenía otro tipo de engramas: Como que estaba en un mundo al cuál no pertenecía porque había mucha gente que la falta de belicosidad le había traído una apatía profunda, apatía al punto de que había gente que se alimentaba mal, peor, debido a que no tenían fuerza para ello. Entonces, yo hacía estudios genéticos con esa gente y veía que la raza en sí, estaba terminando por la misma apatía. Tenía la fortuna de que como, de alguna manera, era reconocido en mi trabajo, tenía contacto con algunos gobernantes y les decía: "Tendría que haber un incentivo; hacer un deporte distinto a todos los conocidos hasta ahora -siempre evitaba todo lo que sea belicoso- y que ese deporte, de alguna manera, despierte la necesidad de que puedan competir en algo para que como raza no se achanche, para que como raza no se eche a perder, como la fruta demasiado madura, que se termina pudriendo".

 

Desencarné tarde. En la Tierra sería 119 años. Era simplemente porque éramos una raza más antigua que la de Sol III y no estábamos presa de tantas enfermedades y nuestra expectativa de vida estaba en los 110, 120 años terrestres, que donde nosotros estábamos era mucho menor, porque como la estrella era más grande de lo que es el Sol, orbitábamos a una distancia mucho mayor y la rotación del planeta a la estrella sería el equivalente a, prácticamente, unos seis años terrestres. Por eso cuando yo hablo de años 119 estoy hablando de años terrestres. Siempre, cuando doy un ejemplo de tiempo es en medidas terrestres, para que me entendáis.

 

Desencarné a esa edad, que es una edad avanzada para lo que es la medida terrestre, pero mi vida fue incompleta porque hubo muchas teorías que no pude demostrar y porque me faltó algo; algo me faltó. Me faltó el poder ser entendido. No llegué a ver un nuevo deporte. Cuando desencarné, todavía el mundo estaba en apatía y le rogaba al Dios -que es el mismo en todo el universo- de que me hubiera puesto muy triste, aunque sabía que Zorba era un rol, pero me hubiera puesto muy triste -como espíritu- haberme enterado de que un milenio después ese mundo hubiera entrado otra vez en guerra, y que la guerra era lo único que lo despertaba.

 

Hoy, salvando las distancias, habiendo pasado un milenio, visualizo conceptualmente thetanes que están encarnados en ese mundo y lamentablemente ese mundo está en guerras intestinas. No con otros mundos; entre ellos nuevamente. Entre las cinco regiones. ¿Comentario? No puedo decir que hay razas que son como un río y aunque tú les cambies el cauce después buscan otra vez el curso original porque sería muy... estaría muy mal que pensara eso, estaría muy mal. Sería como dejarme estar, como espíritu, que yo pensara esto. Como someterme a los dictados del destino y no es así. Como diciendo: "Y bueno, tenía que ser. Esa raza es como el río que busca de nuevo su curso aunque le hayamos querido cambiar el cauce". No lo creo así. No lo creo. Me rebelo ante ese pensamiento. No soy derrotista. Tal vez todavía no haya sido el momento. Y si la raza no se extermina antes, ese mundo tiene muchas cosas para transmitir, porque hay muchos descubrimientos que Sol III no tiene y que sería hermoso que el día de mañana pudieran intercambiar impresiones si es que en algún momento dado, de aquí a no sé cuántos años o décadas o siglos esos dos mundos se conocen entre sí y se intercambian temas.

 

Me siento muy tranquilo en este momento. De la manera que relaté parece que hubiera sido un mundo donde hubiera pasado tantas penurias pero os puedo decir que me sentí muy, muy, muy solo muchos años terrestres o circunvalaciones de ese mundo. Muy, muy solo. Y esto sí me ha causado engramas. Por eso a veces es como que me cuesta la soledad.

 

Gracias por escucharme.

 

Interlocutor: Gracias, Morgan-El.

 

 

 

*** Diálogo posterior ***

 

 

Jorge Olguín: En determinado momento, el rol, el thetán, en ese mundo, el rol se llamaba Zorba como el personaje griego de la película. Él era matemático entre otras materias que también había estudiado a nivel holográfico y explicaba que él aplicaba una especie de matemática lineal al espacio pero que a su vez, el espacio tenía tapices -lo que yo llamo pliegues- y que esa matemática, él, teóricamente la aplicaba a esos pliegues y ese concepto de Zorba, en ese mundo, no lo entendí. Tú, Manuel, ¿lo puedes explicar?

 

Manuel: Sí. Yo creo entender a que se está refiriendo. Tiene que ver exactamente con mi línea de trabajo desde hace más de cinco años. Yo he trabajado -desde hace más de cinco años- en una teoría de supercálculo. Te explico de qué se trata.

 

Jorge Olguín: Ajá.

 

Manuel: Se trata de una teoría de campos, campos vectoriales, campos co-vectoriales, campos tensoriales. Esos campos están, naturalmente, sobre una variedad. El continuo espacio-tiempo se modela matemáticamente como un concepto geométrico llamado variedad. Los campos en el espacio-tiempo, dígase el campo electromagnético, dígase un campo cuántico o un campo gravitacional, se modelan matemáticamente como ciertos objetos matemáticos llamados campos vectoriales, campos tensoriales, campos de Clifford sobre esa variedad.

 

Jorge Olguín: ¿El campo vectorial tiene que ver con lo gravitacional?

 

Manuel: No. Lo que tiene que ver con el campo gravitacional es el campo tensorial.

 

Jorge Olguín: El tensorial.

 

Manuel: El tensorial. ¿Campos vectoriales?, tenemos el campo eléctrico, el campo magnético, y el campo electromagnético es un campo de Clifford. El campo cuántico de un electrón también es un campo de Clifford. Todos esos objetos matemáticos que describen estos tipos de campos físicos sobre el continuo son modelados con una matemática lineal y eso es lo que me llama la atención.

 

Jorge Olguín: Cuando el rol de Zorba habla de tapices o pliegues tiene que estar relacionado con el campo tensorial, entonces.

 

Manuel: Sí. Está relacionado con el campo tensorial que está describiendo el campo físico llamado gravitacional pero, digamos, esos pliegues son atributos que tiene, directamente, la variedad que está modelando el continuo espacio-tiempo.

 

Jorge Olguín: Ajá. ¿Tiene alguna explicación del por qué?

 

Manuel: Sí. Justamente, los objetos matemáticos que modelan los campos físicos que aparecen naturalmente en el continuo del espacio-tiempo se trabajan con una matemática que podríamos llamar lineal. Justamente tiene el nombre de álgebra lineal. Yo, para desarrollar esa teoría de super cálculo me basé en algunas ideas y extendí esas ideas ya medianamente conocidas de la comunidad oficial, que son las ideas de Cartan, Élie Cartan.

 

Élie Cartan, matemático francés que alrededor de los años 30 -más o menos- puso sobre base firme lo que muchos conocen en matemática como análisis tensorial. Y él lo propuso como el llamado cálculo en variedades. No solamente puso sobre base firma eso utilizando modelos de álgebra lineal sino que hizo ciertas extensiones completando el llamado análisis tensorial.

 

Pocos físicos en la actualidad están adecuadamente actualizados -valga la redundancia- como para poder manejar ese formalismo matemático tan elevado. El supercálculo es un formalismo matemático todavía más elevado que el formalismo de Cartan; pero yo utilicé las ideas, los 'insides' del propio Cartan acerca de que punto a punto, en la variedad se puede asociar un espacio vectorial. Y el espacio vectorial tiene atributos sólo lineales...

 

Jorge Olguín: Claro.

 

Manuel: ...entonces, tiene consistencia lo que está hablando ese thetán.

 

Jorge Olguín: Hay una cosa que, para nosotros en Sol III, todavía nos falta -porque esto no deja de ser una teoría- pero el día de mañana tendríamos que tener la tecnología como para poder detectar lo que es la matriz tensional, como para detectar esos pliegues, porque si en otros mundos -esto es una teoría- se utiliza esos pliegues para poder cortar camino de la misma manera que tú tomas una hoja de cuaderno y en lugar de recorrer desde el centro los veinte centímetros hacia la orilla y luego veinte centímetros dando la vuelta hacia abajo, la perforas y pasas directamente -en el caso que tú fueras un ser bidimensional, con b, entiendo que un ser tridimensional -aquí digo tridimensional dejando de lado el tiempo, ¿no?- uno pudiera cortar ese camino tridimensional para pasar a x años luz de distancia mediante el detectar esos pliegues. Eso ya iría más allá de un supercálculo matemático.

 

Manuel: Exactamente. Va más allá porque es tecnología.

 

Jorge Olguín: Ya tendría que ver -aparte- con el campo físico.

 

Manuel: Ya eso es tecnología de detección de campos. Déjame decirte algo. La teoría de los agujeros negros surgió, naturalmente, de ciertas especulaciones matemáticas. Nadie había localizado en el cielo algo así. Sin embargo, las mismas especulaciones matemáticas llevaron a una conclusión acerca de esas rarezas: que podían existir. No se sabía pero ahora sabemos que sí existen. Esas rarezas que podían existir en el universo. Y una pregunta fue hecha en ese momento; estoy hablando de principio del siglo XX: "Bueno, si es un agujero negro, o sea, se traga todo, se traga toda la materia, ¿negro por qué? porque se traga hasta la propia luz, no es visible. Entonces, si no es visible, no emite una luz, no puede ser visto, no puede ser detectado, dije yo. Error. Hay algo que vi. Emite radiación de muy alta frecuencia; que no es visible pero sí es detectable por instrumentos. Lo que emite son rayos X. Entonces, con una tecnología que luego se desarrolló en el siglo XX de detección de rayos X fue posible detectar agujeros negros en el espacio.

 

Jorge Olguín: De todas maneras, hoy, con grandes telescopios se pueden detectar agujeros negros directamente porque la forma que tiene el agujero negro de fagocitarse una estrella es a nivel de remolino; entonces, se van viendo los seudópodos o tentáculos de la estrella que va girando, girando y el agujero negro la va absorbiendo.

 

Manuel: Exactamente. Lo que ocurre ahí es que los objetos que son atrapados en el poderoso campo gravitacional del agujero negro, al ser acelerados hacia el agujero negro emiten radiación y esa radiación es la detectable. O sea, eso es lo hace visible; visible, digamos, en forma amplia, no sólo visible dentro del rango que podemos observar con nuestros sensores biológicos, llamados ojos, sino en rango más amplio, radiación X.

 

Jorge Olguín: Cuando la astrónoma Andrea Ghez en el año 98, con un telescopio óptico infrarrojo -que lo tenía montado en las islas Hawai- lo detectó, el agujero negro que está en el centro de la Vía Láctea, lo habrá detectado de esa manera.

 

Manuel: Bueno, justamente hay una radiación que no es visible; es detectable en el espacio. Es detectable en el espacio la radiación X y la radiación infrarroja, pero no es detectable, no siempre es visible. Es justamente por eso el tipo de detector que tiene un radiotelescopio, no estamos hablando de un telescopio; un telescopio es óptico, detectaba solamente la luz visible.

 

Jorge Olguín: El otro tema que es importante tocar, que puede tener que ver o no con el matemático es el tema de la duración de raza, que a veces, si una raza no tiene motivación -ya no hablo del individuo- sino que la raza en sí no tiene motivación, porque hay razas que directamente fueron acostumbradas a un método de vida- es verdad que hay razas que pueden hasta perder el interés de vivir hasta apagarse y consumirse como raza y empezar a crear o machos o hembras estériles hasta que la raza directamente se extermine, como lo explicó el rol de Zorba que pasó en ese mundo. Y en base a eso hago una pregunta que quizá yo mismo tenga la respuesta o me la dé mi Yo Superior, ¿por qué no puede pasar lo mismo con las entidades espirituales? O sea; si seres encarnados de determinado mundo al no tener determinado deporte...

 

Manuel: Estímulo.

 

Jorge Olguín: ...o determinada guerra que le puede servir, de alguna manera, como estímulo, esa raza monta en indiferencia o en apatía, ¿no puede suceder lo mismo con entidades espirituales?, porque una entidad espiritual, primero que carece de los cinco sentidos físicos, tiene otros sentidos más importantes, que puede captar cientos o miles de sonidos conceptuales distintos, otro tipo de música que no es la música terrenal y puede ser que también se aburran las entidades espirituales...

 

Manuel: Bueno, pero en este caso, ¿cómo se manifestaría ese aburrimiento, quizá como una falta de interés en encarnar?

 

Jorge Olguín: Por supuesto. O aparte el espíritu tiene la ventaja -a diferencia del humano- que baja sus cortinas conceptuales y queda en letargo años o lo que sea; que como el espíritu no precisa alimentarse -como el ser humano encarnado- no molesta y de repente puede haber pasado cien años en una apatía y abre nuevamente sus ojos conceptuales y otra vez vuelve a relacionarse.

 

Manuel: No sabemos si realmente eso no ocurre o no está ocurriendo inclusive con algunos seres.

 

Jorge Olguín: Sé, por testimonio de espíritus del plano -1 que no hay espíritu que soporte la soledad total. He contactado con varios espíritus del plano -1, que es el plano de la soledad, donde no se pueden percibir con otros espíritus, donde tienen libertad para desplazarse a eones de millas de distancia o de años luz de distancia pero que siempre están en absoluta soledad. No conceptúan. Es una negrura total. Cuando hablo de negrura, no hablo de una negrura física porque no tienen ojos, hablo de negrura conceptual; que no pueden captar nada con sus antenas mentales o conceptuales o energéticas, como le queramos llamar. Pueden escucharse a ellos mismos como nosotros en soledad podemos escucharnos a nosotros mismos estando encarnados, pero no pueden contactar a nada ni a nadie. Y no hay uno solo que haya dicho: "Yo me siento cómodo". Todos quieren escapar de este lugar. Tienen la manera: Directamente dejar de pensar en ellos. Lo mismo que en plano -2. Pero como es una manera tan obvia -y acá utilizo una frase terrestre- el árbol no les deja ver el bosque y al no dejarles ver el bosque quedan encerrados y encerrados en la nada.

 

Y que hermoso que es ser curioso y que lindo es siempre tener ganas de aprender más y más. Qué pena aquella persona que piensa que ya lo sabe todo porque una de las más lindas experiencias es abrir un libro, por lo menos en nuestro mundo; ojalá tuviéramos ese aparato holográfico de ese mundo Mendrox y nos sentamos cómodamente reclinados y tenemos la holografía que nos va diciendo todo y luego lo guardamos en un disco como ahora se guarda un CD o un DVD. Qué bueno sería.

 

Manuel: A veces sueño con esa posibilidad que está casi al alcance de la mano; no digo con hologramas pero sí, por ejemplo, filmar clases sumamente cuidadas en el detalle sobre un tema, perfectamente continuadas unas con otras, integradas unas con otras y hacer todo un archivo de eso. Entonces, eso serían archivos de enseñanza. Se les pasa un DVD a la cantidad de personas que fuere y todos pueden asistir a una clase magistral y no a unas clases improvisadas que uno tiene que dar en la universidad. Hoy, con poco dinero se podría hacer eso.

 

Jorge Olguín: Mira, hoy diciembre del 2007, una compañía telefónica -que no hace falta dar el nombre en la grabación- está comercializando teléfonos con videollamada donde a ti te llama otra persona -que, obviamente, tenga el mismo aparato- y tú te ves con él como te puedes ver en el chat de internet con la webcam. Hace cuarenta y tres años atrás, en 1964, yo visualizaba un aparato similar al actual y lo bauticé, y digo lo bauticé aunque no sé si el nombre es mío, porque habrá autores de ciencia-ficción que también lo habrán...

 

Manuel: Sí, pueden haber tomado...

 

Jorge Olguín: Lo bauticé Fonovisor.

 

Manuel: Fonovisor.

 

Jorge Olguín: Fonovisor, lo bauticé.

 

Manuel: Yo conocí un nombre parecido. Como Videofono.

 

Jorge Olguín: Bueno...

 

Manuel: Pero en esa época, los videos fonos...

 

Jorge Olguín: Yo estoy hablando de 1964 pero como respeto a otros autores de ciencia-ficción -en el caso mío yo no soy autor de ciencia ficción simplemente es como que siempre me gustó investigar y siempre me habré comunicado con mi parte espiritual- yo lo llamé Fonovisor. Videófono, también es un nombre aceptable y puede ser contemporáneo a 1964, posterior o anterior. En eso no digo que yo tenga la primicia, simplemente digo que yo, hace 43 años, lo visualicé y ahora se comercializa casa por casa.

 

Para terminar la grabación, siempre me gustó la serie del capitán Kirk, "Viaje a las estrellas" -la primera, estoy hablando, la de la década del 60, con este querido actor canadiense- y tenían un aparato portátil que era más grande que los celulares móviles actuales, de los cellphone actuales. Más grande. O sea, que la realidad está superando la ficción.

 

Y termino con un pequeño cuento de este excelente autor de ciencia-ficción que a muchos no les gusta porque se creen rebeldes sin causa, tipo James Dean, y escapan a lo tradicional y le faltan el respeto a lo tradicional. El autor se llama Isaac Asimov.

 

Isaac Asimov, en la década del 50 del siglo pasado creó en su mente un gran computador gigantesco llamado Super Univac que era muy similar al Multivac verdadero que tenía Estados Unidos de Norte América. Y luego viajando en el tiempo, año 2.000, año 3.000, año 5.000, llegaron a un futuro tan lejano -en ese cuento de ciencia-ficción -que llegaron a ver un computador -como se llamaba en aquel entonces- tan pequeño, tan pequeño, tan pequeño, que su corazón -como le llamaban en aquel entonces al disco rígido, al disco duro- era tan pequeño que solamente medía un metro cúbico; de tan pequeño que era.

 

Eso fue superado tanto, tanto, tanto que hoy hay discos de computadores que son apenas más grandes que una moneda.

 

Isaac Asimov tuvo la suerte de verlo eso; o sea, que desencarnó después. Lo pudo ver. No tuve la suerte de conocerlo personalmente, sino, le hubiera dicho: "Asimov, la realidad lo ha superado".

 

Manuel: Sí; superó esos sueños de futuro.

 

Jorge Olguín: Incluso ya lo comenté en una grabación anterior que él, en la década del 50, ignoraba que había un agujero negro en el centro de la galaxia y en su saga de las Fundaciones, a Trantor lo pone como planeta central de la Vía Láctea. Luego, 30 años después, corrige esa novela y a Trantor lo sitúa en el centro de la galaxia pero a unos 200 o 300 años luz del centro porque en el centro pone al agujero negro al que yo había revelado en el año 1997, que Andrea Ghez lo descubrió en el 98. Bueno, en una de las sagas de Fundación, de los años 90, Asimov corrige su primera, segunda y tercera novela de los años 50 y tantos, del siglo XX y ya sitúa a Trantor fuera del centro.

 

Pero me alegro por él, que antes de desencarnar pudo ver muchas de sus ideas superadas incluso.

 

Manuel: Gracias.

 


 

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