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Psicoauditación - David Ab.

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

Sesión 28/05/2014

Sesión 12/06/2014

Sesión 05/07/2014

Sesión 11/07/2014

Sesión 21/08/2014

Sesión 22/10/2014

Sesión 05/05/2015


Sesión 28/05/2014
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de David Ab.

Davor era llano, sincero en un entorno duro y hostil. Amaba los árboles, los animales, la vida. Su amigo humilló a su pareja y se enfrentó a él quitándole la vida. Marchó del pueblo porque su padre y ella no estuvieron de acuerdo con su actitud. Comprendió lo inútil que es razonar con la necedad. Pero ganó dos amigos.

Sesión en MP3 (2.949 KB)

 

Entidad: A veces hay engramas que te quedan grabados a través de las distintas encarnaciones.

 

Mi nombre era Davor. De pequeño trabajaba con mi padre, él vendía maderas cerca de la zona ecuatorial en Umbro. Ya de joven me había enseñado a usar el hacha pero talar era algo que no me gustaba, no me gustaba para nada. Para mí los árboles estaban vivos y cortarlos para vender la madera era algo penoso para mi ser interno.

 

Un amigo, Baltar, hijo de unos vecinos también venía a trabajar. Él no hachaba, él trabajaba con la madera cortándola, alisándola. Siempre tuve la impresión que mi padre tenía predilección por él. A mí me trataba secamente.

 

Mamá había enfermado cuando yo todavía era un niño y se había ido con aquel que está más allá de las estrellas. Papá no perdió tiempo, había una joven vecina, bastante joven, que formó pareja con él quizá por la conveniencia de tener un techo y comida segura. Era lo que yo pensaba. Con ella yo tenía poco trato. Padre imponía respeto, era corpulento, alto y no de muy buen carácter.

 

Fui creciendo. No sólo amaba los árboles, amaba también los caballos. Podría decir que aprendí a montar antes que a caminar. Obviamente no era así pero era como lo sentía.

 

Mi cuerpo se fue fortaleciendo. El hachar, el ir cortando leña... mis brazos eran totalmente musculosos.

 

Cuando ya fui siendo un adolescente, casi un hombre, tenía la misma estatura que mi padre. Ya no me parecía un gigante, al contrario, mi cuerpo era tan musculoso o más que el suyo. Pero mi carácter era sereno, tranquilo, rara vez bromeaba. Me gustaba la naturaleza, las cosas de la vida.

 

En los momentos libres, antes del anochecer, tenía un hacha de doble filo y practicaba en soledad con ella. Nunca demostraba mi habilidad ante nadie, a diferencia de mi amigo Baltar que con su enorme espada practicaba incluso en torneos llegando a ser en la región respetado por el uso con su espada. Si bien éramos amigos no me terminaba de gustar su carácter vanidoso, engreído. Había salido con varias jóvenes y luego de satisfacer sus apetitos carnales las abandonaba. Por supuesto que no tenía envidia. Si bien había un par de jóvenes que me gustaban mi manera de pensar era otra, tenía respeto por la mujer y además no me interesaba intimar por intimar.

 

Cuando conocí a Blanca empezamos a ser amigos. Blanca era una joven muy intuitiva. Me decía:

-Tú eres un joven muy transparente, quizá demasiado transparente y eso te puede jugar en contra.

-No entiendo. ¿En qué sentido en contra?

-En que los demás no es que te lean el pensamiento pero es como que sacas a flor de piel tus emociones. Se nota cuando estás bien, cuando estás mal, cuando estás triste, cuando estás alegre, cuanto tienes un resentimiento, cuando estás molesto por algo. Tienes que aprender a disimular.

-Pero Blanca, ¿eso no sería ser hipócrita?

Ella me respondía:

-No, no lo tomaría como hipocresía, hipocresía es otra cosa. A veces tienes que aprender a jugar con el entorno.

-¿Cómo jugar? Los niños juegan.

 

Ella era muy inteligente. Me decía:

-Jugar es adaptarte. No digo que en todo momento finjas pero aprende a disimular, que tu rostro no muestre todo lo que tú eres, lo que sientes, lo que percibes.

 

Nos besamos, nos tomábamos el tiempo, no intimábamos. Mi padre miraba la relación con indiferencia.

Le preguntaba a Blanca qué opinaba de mi padre y ella muy cauta me decía:

-Lo veo como un señor distinto. Como que... así como tú muestras tus emociones él se muestra muy frío, muy ajeno a todo. Menos sus ojos. Tiene unos ojos que te traspasan, sus ojos no engañan.

-Pero, ¿cómo lo ves? -le decía yo-. Bueno, malo...

-No voy a hacer juicio de valor -me decía ella.

 

Ella también montaba. Tenía un hoyuman -similar a los caballos terrestres- de color blanco y salíamos a galopar. Una tarde la pareja de mi padre se encaprichó que quería cabalgar mi montura y, sin pedirme permiso, faltándome al respeto, mi padre la dejó montar. Vaya a saber por qué razón porque era un animal muy dócil, manso, quizá ella hizo un mal movimiento y el animal se encabritó y la tiró. No la lastimó, apenas se torció el tobillo pero mi padre cogió un hacha y lo mató, mató a mi hoyuman.

 

Cogí mi hacha de doble filo y lo enfrenté.

-No tenías derecho.

Él tenía su hacha, temblaba de ira. Yo temblaba de impotencia pero era mi padre. Podía haberlo atravesado con mi hacha de doble filo y pensé en irme pero no tenía tantos metales ahorrados.

 

Al poco tiempo se desencadenó algo más grave. Blanca vino llorando diciendo que Baltar la había manoseado en el camino. No lo soporté. Al rato vino Baltar como si nada, con esa sonrisa irónica, portando su espada y lo inquirí, lo increpé:

-Es solo una mujer -me dijo.

-Es mi pareja -le dije.

-¿Acaso has intimado? ¡Con cuántos habrá intimado y tú te crees el único!

 

Cogí mi hacha de doble filo. Sacó su espada. Padre miraba a lo lejos con una sonrisa irónica. Baltar me dijo:

-No hagas esto, te conozco de niño. No me interesa matarte.

 

Él esperaba a que yo atacara. Hice un amague. Hizo un movimiento con su espada. Hice un medio giro: le cercené la cabeza, no tuvo tiempo de nada.

 

Padre se acercó con su hacha increpándome.

-¿Qué has hecho? Era el mejor hombre que tenía con la madera.

-¿El mejor hombre? Era un vil al igual que tú.

 

Levantó su hacha, no me moví. Miró mi mano, miró mi hacha de doble filo, me miró a los ojos. Y si seguía siendo transparente vio que en un segundo le podía cercenar el brazo. Se dio cuenta que tenía una tremenda velocidad para manejar mi hacha de doble filo.

 

Me fui al corral, cogí el mejor hoyuman. Pasé por la casa, cogí unos metales plateados. Estos me los gané a lo largo de los años. No dijo nada. Su mujer directamente no me miró.

 

Le dije a Blanca:

-Me voy. Me voy más a la zona ecuatorial.

 

Había matado a Baltar, había desafiado a mi padre. De alguna manera es como que al llevarme la mejor cabalgadura compensé que había matado a mi animal favorito. Pero el estómago me quemaba, no se me pasaba la ansiedad. Y Blanca, tan inteligente, tan compresiva, tan ella, tan perceptiva, esta vez no me captó, esta vez no me comprendió. Me dijo:

-Has mostrado lo peor de ti, lo que quizá tenías adentro y no sacabas.

-Perdón -le respondí-. Te defendí de quien te quiso ultrajar.

-Pero no tenías porqué matarlo.

-¿El desafiarlo era que él se burlara y que al amanecer siguiente te manoseara o quizá te violara? ¿También me criticas por llevarme la cabalgadura más importante?

 

En realidad no era solamente la cabalgadura -lo había equipado con montura-, me había llevado otros elementos y había cogido los metales plateados. Pero, ¿qué? Me los había ganado.

 

Blanca me dijo:

-Y si tu padre te hubiera atacado, ¿qué?

-¿Qué? ¿Hubiera puesto el cuello para que me lo corte? ¿Me hubiera dejado herir, lastimar o asesinar? Nunca me quiso.

-¿Y tú?

-Yo correspondo al amor con amor, a la indiferencia con indiferencia, a la incomprensión con incomprensión. Yo pensé que tú me comprendías.

-Tú has mostrado lo que eres -me dijo.

-Me sacaste las palabras de la boca, querida amiga, tú has mostrado lo que eres. Veías al manso, al tonto y al que te respetaba, al que sólo te dio un par de besos. Te hubiera gustado a lo mejor que intimáramos y que te hubiera cogido fieramente.

 

Intentó darme una bofetada. Le cogí la mano y se la torcí. Quizá no medí mi fuerza y apreté un poco de más.

-Eso es lo que eres, un salvaje.

 

Todo lo que dijera, todo lo que hiciera, todo lo que pensara estaría mal porque cuando te catalogan neciamente no hay manera de convencer a la persona.

 

Monté mi cabalgadura sin mirar atrás y me marché. Solo extrañaba a mi madre que estaría mejor que yo, obviamente, con aquel que está más allá de las estrellas. Con mi padre nunca nos entendimos.

 

Ahora tenía dos amigos: este bello hoyuman y mi hacha de doble filo con la que había vencido a uno de los mejores luchadores con espada. No me interesaba pelear pero quería ser justo. Pero, como me dijo un maestro que encontré muchos amaneceres después de esta historia, uno tiene que ser justo primero con uno mismo y respetarse a uno mismo para poder sacarse esto que te quema en el estómago, esa ansiedad reprimida, contenida por mil razones, no por una porque no hay una razón.

 

Así como de pequeño sentía como que talar era como matar un bosque era matar la vida, amaba los árboles, amaba los hoyumans, amaba la justicia pero tenía que empezar por mí. Tarea nada sencilla, nada fácil.

 

Gracias por escucharme.

 

 


Sesión 12/06/2014
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de David Ab.

A veces hay situaciones que nos arrastran a pesar nuestro. Situaciones que nos inducen a actuar sin que queramos. Y sin querer actuamos mal. La entidad, en su rol en Umbro, se encontró atacando por defenderse siendo que quizá no fuera necesario. Pero ¿qué hacer? No lo sabía.

Sesión en MP3 (1.746 KB)

 

Entidad: Voy cabalgando por la noche mirando las estrellas. No tengo la mente en blanco pero a veces es como que pienso que mi pasado es ficticio, es un producto de mi mente, como que nunca existió mi padre, el hoyuman favorito que tenía, la mujer de mi padre, la muerte de mi equino. Pero ahora voy bien provisto con mi hacha de doble filo, llevo una bolsa con metales cobreados y plateados y veo a lo lejos unas luces, hay a lo lejos un pequeño poblado. Se ven en las calles las lámparas de aceite y entro en la posada. Huelo a rancio, se oyen risas, veo mujeres que capaz que se entregan por una pequeña moneda cobreada, hombres rudos. Pero ven mi hacha de doble filo, mi cara rústica, seria. Me miran con respeto.

Le pido al posadero un guisado y una bebida espumante que me la tomo de un trago y me pido otra. Me siento aparte en una mesa, como mi guisado tranquilo. El hombre me trae una herramienta rara de madera que se coge de una punta y tiene algo redondo.

 

-¿Qué es esto?

-Es para que pueda comer mejor el guisado, se lo lleva a la boca.

 

No sé cómo se usa. Uso los dedos y como como comí toda mi vida. Que no me vengan a mí con utensilios raros.

Le pregunto si tiene alguna cama. Me dice que tiene todo ocupado pero que hable con Jacón -Jacón es un anciano de barba que está a una calle de ahí, tiene una cuadra con hoyumans pero tiene un pequeño galpón-, no le cobrará más de dos monedas cobreadas.

Pago las bebidas y el guisado y marcho para ahí. En el camino se me cruza una mujer llorando.

 

-Ayúdeme, forastero. Me llamo Cínia.

-Yo soy Davor. ¿Qué te pasa?

-Míreme la cara, los golpes que tengo. Mi pareja me golpea permanentemente. Toma un par de bebidas de más y siempre me golpea. Mató incluso a uno de mis hijos hace tiempo atrás. Déjeme estar la noche con usted.

-Mira, Cínia, o como te llames: Yo, honestamente, no quiero problemas. No quiero cargar más muertes. Yo ahora voy acá a hablar con un anciano a que me dé un lugar. Seguramente dormiré en el piso, desarmaré una parva y dormiré sobre ella.

 

La mujer me seguía. Encontré al anciano y le dije que le diera algo de comer y que le diera agua a mi hoyuman y me dijo que me podía quedar allá atrás. Pero vio a la mujer.

 

-¡Ah! Una moneda más si se queda ella.

-Ella no está conmigo.

Me cogió del brazo y me dijo:

-Por favor, por esta noche. Prometo no molestarlo.

 

Yo no buscaba los problemas, los problemas venían a mí.

Tenía sueño. Lo primero que hice fue ponerme las bolsas con las monedas bien adentro de mis ropas para que dormido no me las roben. Le di una moneda más al anciano y le dije:

-Puedes quedarte al lado mío.

 

Por la noche la mujer intentó abrazarme, besarme.

-No, tienes una pareja, no quiero problemas.

Me dormí.

 

Estaba amaneciendo cuando escucho gritos. Se abre la puerta del galpón. Un hombre no muy joven, no muy viejo, bastante corpulento con una espada.

 

-Te has acostado con este forastero. Te mataré a ti y lo mataré a él.

-Oiga, buen hombre, o no sé si tan buen hombre por lo que ella me contó. No tengo nada que ver. Me pidió hospedaje por una noche, le pagué al anciano y...

 

Levantó la espada para atacarme. Tan rápido fui con mi hacha de dos filos que uno de los filos le cortó el brazo en dos, quedó amputado en el codo, manando sangre, mucha sangre. La mujer se puso a llorar, se arrancó parte de su vestido y lo vendó. Cogió la espada y me quiso atacar.

 

-¡Asesino!

 

Le di un bofetón con mi mano pesada y no llegó a desmayarse. El hombre estaba casi inconsciente del dolor. Apareció el anciano y le conté.

 

-Siempre arma jaleo ese hombre pero, vaya, ¡qué le has hecho!

-Me quiso clavar una espada.

-Pero siempre hace eso, siempre se pelea con la gente del pueblo. Le has cortado el brazo, no va a poder trabajar.

-Me quería atacar con una espada. Yo no lo conozco. No sé cómo es acá, no sé las costumbres.

-Van a venir los hermanos, son seis hermanos.

-La misma mujer que me pedía protección me dijo asesino.

-Pero mira lo que le has hecho.

-¿Ha comido mi hoyuman?

-Sí.

-Tome. -Le lancé al aire una moneda de cobre más-. -No sé si tendrán acá alguien que se ocupe de los heridos, llévalo.

 

Acomodé mi hoyuman, su montura y me marché. Sentía como un dolor en el estómago, como un malestar. Yo había hecho las cosas bien. Después repasaba mentalmente y digo "La tendría que hacer rechazado", "le tendría que haber dicho que no", "tendría que haberla esquivado, haber dado vueltas, no decirle donde me alojaba". Pero me seguía, se me pegaba a mí. Le podía haber dado un golpe en la cabeza y desmayarla, después seguramente el hombre me hubiera venido a buscar igual con la espada.

El anciano dijo que era un pendenciero pero que nunca le habían amputado un brazo. No sé... ¿Qué iba a hacer? Yo no conozco... ¿Pero por qué siempre aparezco yo como que soy el culpable de todo? La mujer me quiso abrazar, quiso intimar. La rechacé, actué correctamente. El hombre me quiso atacar, me defendí. Bueno, fue lo que fue.

El anciano me prejuzgó: "Pero mira lo que le has hecho". Le iba a dar con el hacha de plano también a él, de plano, para atontarlo.

 

Me fui cabalgando no al galope, no al paso, al trote. Tomé nada más que un poco de agua, no desayuné nada. No me sentía bien, me sentía mal anímicamente pero después pensaba, repasando la historia, que no hice nada. Me quedo con esa angustia porque ese pobre infeliz de verdad no va a poder trabajar, queda lisiado. Podía haberlo frenado de otra manera, no sé. En ese momento por instinto vi que se abalanzaba con la espada y moví mi hacha -que la afilo cada día- y le corté el brazo. Y es lo que es. Si cae un rayo y fulmina a alguien, el rayo no piensa porque es una descarga que viene de las nubes. Murió, no murió, lo quemé, no lo quemé... ¿Por qué yo tengo que pensar tanto? ¿Por qué tengo que hacerme responsable de algo de lo que no soy responsable? Tengo que dejar de lado esa ansiedad porque no tuve nada que ver, sucedió así. El hombre quedó tullido. Fue él el responsable, él atacó. Y si es cierto que le pegaba a la mujer, que le mató a uno de los hijos cuando era más chico... Y bueno, aquel que está más allá de las estrellas hizo justicia a través mío. Si es mentira de la mujer porque era una manipuladora, lo siento. No se le puede pegar el brazo de vuelta con el material de construcción de las casas. No se puede. Ya está.

 

Y divagando y pensando y discerniendo qué era lo que estaba bien, qué era lo que estaba mal de esta vida, de una vida que a veces decimos "Aquel que está más allá de las estrellas, ¿nos da esto como prueba para algo?". Pero yo estaba convencido de una cosa: Así como mi cabalgadura iba para adelante yo en mi vida tenía que ir para adelante. ¿Mi destino? No lo sé. Pero él no vendría a mi encuentro, yo buscaría ese destino. Yo, Davor, buscaría ese destino.

 

Gracias.

 

 


Sesión 05/07/2014
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de David Ab.

Muchos vivimos pensando qué haremos pero no llegamos a hacer lo que pensamos, nos perdemos entre proyectos, ideas y pensamientos y no saboreamos el ahora. Davor encontró una persona que le hizo recapacitar y reaccionar.

Sesión en MP3 (4.004 KB)

 

Entidad: Estoy aquí de nuevo relatando vivencias que por un lado descargan mis condicionamientos; por otro lado confunde mi sentir, mi pensar, mi percepción, todo.

 

Recuerdo que esa mañana me desperté en la posada con un tremendo dolor de cabeza. ¿Cómo había venido a parar a la posada? Estaba solo, no recordaba qué había sucedido el día anterior. Siempre dormía vestido con la espada al alcance de mi mano. Me calcé las botas y en ese momento en el piso inferior escucho gritos de una mujer.

Ya vestido bajo y veo que tres hombres están manoseando y tratando de sacarle las vestiduras a una mujer alta, delgada, morena, un cabello intensamente negro. Ella alcanza a mirarme y tenía los ojos negros como un abismo insondable.

No hablo. Me acerco con la espada y ataco a uno de ellos. ¡Ah! Siento un dolor tremendo en el costado izquierdo: uno de los tres hombres me había clavado su espada. Le cerceno el cuello y con las pocas fuerzas me veo con el tercero y, ¡ay!, me clava abajo, cerca de la ingle en el costado derecho y le clavo mi espada en el pecho y quedan los tres sin vida. En ese momento veo los ojos insondables de la joven y caigo desmayado.

 

No sé cuánto tiempo pasó. Me despierto en una camilla. ¡Ay! Siento los dolores en el costado inferior derecho, el costado medio izquierdo, me palpo los vendajes.

Veo una señora de edad indefinida, de cabello completamente blanco, desdentada, con un caldero -como en esos cuentos que nos enseñaban de niños donde había hechiceras que preparaban brebajes- y al lado la joven.

 

-Quédate tranquilo -me dice-. ¿Cómo te llamas?

-Davor -le respondo.

-Yo me llamo Nera.

 

Nera, sus dientes eran como de marfil. Sus ojos, como que uno se pudiera sumergir en ellos. Muy, muy atractiva pero a su vez me provocaba como cierta aprensión, como que era imposible saber lo que pensaba. En realidad nadie puede saber lo que piensa el otro pero interpretas sus gestos, su manera de hablar, de mover, de sentir, de pensar, todo. Aquí nada. Era expresiva, se sonreía, hacía gestos con las manos pero no podía entrar, es como que había una pared invisible que no me permitía descifrarla.

Me dieron a tomar un caldo caliente, un poco salado. Al comienzo lo rechacé. La mujer mayor con una voz como que en la garganta tuviera arena me decía "Que lo tome". Una voz como aquellos guerreros borrachos que toman una bebida blanca en la posada tras otra, tras otra y apenas pueden emitir sonido gutural, así se expresaba la vieja.

 

Y pasaron amaneceres y amaneceres y perdí la cuenta. Un día me miro y veo que solamente tenía cicatrices. Me pregunta Nera cuál era mi búsqueda.

Le respondí:

-Creo que me busco a mí mismo. A veces me carcome la ansiedad, la incertidumbre de pensar en el amanecer siguiente.

-¿Y por qué te preocupas del amanecer siguiente? ¿Por qué no te preocupas del ahora? He conocido gente que apostaba que al día siguiente iba a comprar una granja o que iba a invadir una aldea o que iba a estar en una obra de teatro en la zona ecuatorial y de repente desbarrancaba con una carreta y moría él con todos sus integrantes. O el guerrero con toda su horda desbarrancaba con su hoyuman y el día siguiente no llegaba nunca. ¿Por qué no pensar en el hoy, en el ahora?

La miré y le respondí:

-Sí, está bien lo que tú dices pero todos debemos tener proyectos. ¿Quién es esta mujer?

 

La vieja levanta la mirada y me mira y reparo que tenía un solo ojo, el otro estaba todo blanco como si tuviera una piedra transparente en el ojo.

Nera me dice:

-Es una aldeana que conocí de muy pequeña y ya era vieja.

 

Miraba el caldero en unas brasas mientras revolvía un líquido espeso.

-¿Ese líquido me curó?

-No preguntes. Lo importante es que vas a estar bien.

 

Traté de respirar hondo pero todavía sentía como un dolor que quizá era mental, quizá no era físico. En ese momento sentí como un sopor, como un sueño, me dormía, me dormía y no quería dormirme, no quería, luchaba, me adormecía, la habitación giraba, no podía ni hablar, sentía como un malestar en las entrañas, en la cabeza y mi lengua se trababa. Y me dormí.

Me desperté a un costado del camino vestido con otra ropa, ¡mi ropa!, con las botas llenas de polvo. Me toco la espada. El hoyuman a un costado. Y recordaba los días anteriores.

 

Voy al trote con mi hoyuman al poblado más cercado y entro en la posada y tenía hambre. Me había revisado en el camino y no tenía ninguna herida, había sido un sueño. No sentía dolor, no sentía malestar, no sentía nada.

Tomé una bebida caliente y comí una masa que hacían los lugareños que llenaba el estómago. Me sentí bien, me sentí fuerte.

Pagué con un par de metales cobreados. Fui a la cuadra a buscar a mi hoyuman que ya había bebido y comido. Le tiré un metal cobreado al dueño de la cuadra y cuando voy a montar mi cabalgadura veo una mujer de espaldas que iba caminado.

Cojo de las riendas a mi hoyuman y me acerco:

-¡Nera!

Se da vuelta: -¡Davor!

-¿Qué pasó con mis heridas, con la vieja hechicera? Explícame.

Reparo que había un joven a su lado pero muy, muy pequeño.

-¿Es tu hijo?

-Es mi sobrino. En realidad es hijo de una amiga que considero una hermana.

-¿Pasó la historia que pasó? ¿Lo soñé? ¿Cómo te conozco? ¿Cómo me conoces?

 

El adolescente se sonríe, se acerca a mí y me dice:

-¿No te has dado cuenta?

-No. ¿De qué?

-Soy Árbus. Nera es de raza de los mentos.

 

Los mentos tienen poderes. Pueden manejar, manipular la mente hasta desmayarlos, hasta hacerle creer cosas.

 

¿Tú has manejado mi mente?

-Y te pido disculpas -me dice.

-¿Nunca pasó lo de la posada?

-No.

-¿Nunca tuve las heridas?

-No.

-¿La vieja existe?

-Sí y tiene miles y miles de amaneceres. Pero nunca estuviste herido.

-Nunca hubo un combate, nunca me atacaron, no hubieran podido. Has experimentado con mi mente. ¿Por qué?

-Porque te necesito. Quería ver qué hay en ti.

 

No es justo. Me sentí molesto. No es justo. Era más fácil hablar conmigo y pedirme ayuda.

 

-¿Pero en qué puedo ayudar a una mento? Si viene una horda y tú directamente con tu mente los puedes detener a todos... ¿En qué puedo ayudarte?

-Busco un familiar. Y a pesar de ser una mento siento condicionamientos.

-Explícate, porque no entiendo.

-Pronto me iré de este poblado. Tengo un hoyuman blanco en el corral. Pero de pequeña sufrí una violación. Todavía no tenía desarrollados mis dones o por lo menos eso yo creía y me quedé con eso metido en mi cabeza. Entonces es como que me cuesta viajar sola.

-¿Y por qué yo?

-Porque vi que eres leal, porque vi que eres una persona de confianza.

-Como muchos otros. ¿Por qué yo?

-¿Por qué no? Estoy buscando un familiar y necesito una compañía en el camino para que nos turnemos durmiendo porque dormida pueden matarme tranquilamente.

-¿Y qué pasó con esa persona que te violó?

-Era un amigo de mi padre. Cuando fui más grande fijé mi mente en la suya y presioné, presioné, presioné hasta que su mente estalló por dentro y murió.

-O sea, ¿te has vengado de la violación?

-Mi padre no me lo perdonó. Pensó que era imaginación mía. Aparte crecí en un poblado donde las mujeres eran consideradas una cosa, nada.

 

Cuando mi padre murió mamá ya era muy grande y le dije:

-¿Por qué papá no me quería? ¿Por qué no me defendió cuando...? ¿O no me creyó cuando esta persona me violó?

Mamá me dijo:

-Nera, hice un viaje con mis padres. Mis padres eran comerciantes y los mataron en el camino para asaltarlos. Me estaban por violar a mí y conocí a una persona ya estando casada con papá: era un mento. Pero no te anticipes, no me subyugó ni me sometió mentalmente, sentí que me enamoraba de él y sé que uno no debe manejarse por impulsos pero me entregué a él y quedé embarazada de ti, por eso eres de la raza mento.

-¿Y padre se enteró?

-Se enteró porque él no pudo tener hijos. Tuvo varias mujeres y nunca quedó ninguna preñada. Pero por vergüenza, por el 'qué dirán' no quiso echarme de casa ni decir nada. Nunca más tuvimos relaciones. Por eso nunca te quiso. Es más, presumo que aquel amigo, cuando eras niña, fue mandado a que te violen por tu propio padre postizo.

-Y si tú lo sabías, ¿por qué no...?

-Porque era débil, no podía hacer nada.

Al poco tiempo mamá murió pero me dijo que tenía un familiar más allá de las montañas del este, alto, de cabello castaño, claro, corto, corpulento.

 

Le pregunté a Nera:

-¿Y cómo se llama?

-No lo sé -me dijo- pero lo buscaré.

-Es una tarea imposible. Yo tengo otros proyectos.

-¿Qué proyectos tienes? Proyectos que te vuelven ansioso, proyectos que te tienen con incertidumbre. Deja que cada día te indique el camino, no te apresures a los acontecimientos. Eres joven, Davor.

-Podrías ordenarme con tu mente que te acompañe.

-No, no me interesa.

-Igual no me gustó lo que has hecho. Tú de repente dices que te sientes condicionada por esa violación y a pesar de ser una mento tienes temor de estar sola en el camino.

-No temor por nada porque estando despierta nada puede contra mí. Cuando duermo necesito que alguien vigile.

Y le dije:

-¿Y cómo sabes que ese sueño que tú me has provocado con las heridas, con el restablecimiento, yaciendo en ese camastro…? ¿Cómo sé que no me has provocado condicionamientos a mí y tenga temor al combate ahora por esas heridas?

Y me respondió:

-Porque tengo práctica y porque hay maneras y maneras de inducir un sueño o una visión. Y ni siquiera pasaron días, pasaron apenas momentos donde dormías al costado del camino.

-O sea, todos los amaneceres que yo me imaginé con las heridas, restableciéndome, con el vendaje, ¿fue todo ficticio y fueron momentos?

-Sí, y no te provocaron ningún condicionamiento. Los que ya tienes, los tienes. Y no tienes por qué tenerlos, no tienes por qué tener la ansiedad porque las cosas ocurren día tras día. No digo que no planifiques para mañana pero no deposites todas tus cosas, todos tus metales cobreados, plateados, dorados en ese mañana, vive el hoy. Eso no significa que seas desaprensivo y no te importe lo que va a pasar, no, pero estate atento al momento.

-¿Y qué gano yo con acompañarte a buscar ese familiar? No... no es lo que piensas.

Nera se rió y dijo:

-Sí, lo has pensado.

-Eres telépata.

-Lo veo en tus ojos. Te imaginas conmigo en una posada, ambos cuerpos desnudos, juntos.

Y obviamente le digo:

-Eso no va a pasar.

Se encogió de hombros y me dijo:

-Yo vivo al día. No es que no pienso en lo que va a pasar mañana pero vivo el hoy, por eso no tengo ansiedad. Y debo luchar contra esos condicionamientos de no poder estar sola. Yo te ayudaré a ti a vencer esas incertidumbres, tú me ayudarás a mí a vencer ese miedo a la soledad.

-No entiendo cómo, no entiendo cómo.

Nera me dijo:

-Tú tienes algo muy valioso, tienes una fuerza interna y es como que no la aprovecharas. Eres como una fruta madura que se termina de madurar y se pudre en lugar de comerla a tiempo.

-No entiendo.

-A veces dejas pasar los momentos por distracción, a veces dejas pasar oportunidades.

-¿Qué sabes tú de mí? -le dije-. Me han traicionado, me han engañado, me han defraudado, me han acusado de cosas que yo no he hecho, me he visto forzado a hacer otras y me he sentido mal.

-Como a todos -me retrucó ella-, como a todos. ¿Piensas que eres una víctima? Si piensas que eres una víctima no vas a lograr nada porque siempre vas a demandar justicia, reparación y el único que puede repararse a sí mismo eres tú.

-¡Ja! Lo mismo diría yo, ese miedo a la soledad nocturna, ¿por qué no lo reparas?

-¿Ves? A eso me refería -me respondió ella-. Tú tienes discernimiento, no eres un tonto.

-Tampoco soy tan listo. Si fuera tan listo no tendría esa incertidumbre de buscar el horizonte que no lo alcanzas nunca porque este mundo es esférico. Fíjate la curvatura: no es plano, es esférico. Y hay algo que no sé cómo se llama que nos pone en tierra, no podemos volar como las aves, como los dracons, como los hombres alados del norte, estamos pegados, aferrados a la tierra. Pero está bien, yo no soy mento pero entiendo que aprenderé de ti y tú aprenderás de mí. No creo que pueda sacarte ese miedo a la soledad, eso lo tienes que ver tú en tu interior.

Y me respondió:

-Lo mismo podría decirte a ti de tu incertidumbre. ¡Je! Lo tienes que ver en tu interior.

-¿Y por qué juntos si cada uno tiene que verse a sí mismo? ¿Por qué juntos?

-Me rechazas.

-No, eres hermosa. ¿No será un conflicto para mí que por la noche esté contigo y te desee?

-Conflicto, ¿por qué? Podemos estar juntos. Lo que yo no quiero son compromisos.

-Y si me enamoro y tú te vas, ¿no sufriré?

-¿Ves? Eso tienes que replantearte. Ni siquiera me has dado un beso, ni siquiera sabes si vamos a estar juntos y ya piensas "¿Y si me enamoro?", "¿Si yo me alejo?" y si te quedas solo de nuevo. ¿Por qué no dejas de pensar tanto en otro amanecer y otro amanecer y miras el ahora? No disfrutas del ahora si piensas en qué pasará mañana, si estaremos juntos, si te dejaré, si te enamorarás, si viene una horda de guerreros y asola una aldea... ¡Basta!

 

Y la joven tenía razón, tenía razón. Tenía que replantearme muchas cosas. ¿Y por qué no iba a estar con ella? ¿Qué me molestaba? ¿Que leyera mi mente? ¿Que supiera cosas de mí que capaz ni yo mismo sé? Y se lo pregunté porque,  ¿por qué me voy a callar?

-Supón que tú ves cosas dentro mío que yo no sé. ¿Me lo dirás?

-No veo porqué no.

-¿No me mentirás?

-¿Por qué habría de mentirte?

-A las cabalgaduras entonces.

 

Montamos y marchamos por el camino.

-¿Hacia dónde vamos? -le dije.

-Cabalguemos y deja de preguntar tanto.

 

Y galopó y yo galopé y me puse a la par. ¿Era el destino? No lo sé. ¿Qué pasaría? No lo sé. Pero aprendí a no preguntar tanto y a hacer más por el hoy.

 

Gracias. Gracias.

 

 


Sesión 11/07/2014
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de David Ab.

De viaje con quién decidió aprovechar el presente se encontraron con el maestro que ambos esperaban. Él y su acompañante les salvaron de una venganza que otros cuatro mentos les habían preparado. El maestro resolvió dudas de los dos y recomendó a Davor que viva el día de hoy, que disfrute el día de hoy y que se tome su tiempo.

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Entidad: Muchas veces creemos que nosotros regimos nuestro destino pero a veces hay situaciones que escapan a nuestras decisiones.

 

Recuerdo como si fuera hace instantes -y pasaron centurias- de cuando en el rol de Davor cabalgaba junto a Nera buscando ella a un maestro y no tenía claro aún el porqué, el para qué, el fin de esa búsqueda y cómo podía una descendiente de mento tener temores a dormirse y a sufrir daños estando indefensa. Si hipotéticamente se despertaba podía someter mentalmente a cualquiera que intentara algo contra su persona. Pero la notaba, la veía tan reactiva, diríais vosotros, que era incapaz de razonar mi manera de hacerle ver las cosas.

 

Estuvimos un amanecer, un anochecer, otro amanecer en otro poblado. Íbamos hacia el este. Íbamos al paso habiendo comido hacía poco tiempo en el último poblado, un poblado pequeño. A lo lejos vemos la figura de una joven en una cabalgadura y nos fuimos acercando. Vi que ella sonrió y luego rió, desmontó de su hoyuman corriendo, la otra joven también y se abrazaron.

 

-¡Serena! ¿Cómo estás tú? -le dijo Nera.

 

La otra joven me miró. ¡Ay! Sentí como un escalofrío en mi cuerpo. Su cabello era claro, color pajizo como desteñido pero eso era lo de menos. Su rostro pálido pero sus ojos eran grises y sus pupilas también eran grises. Es como que a veces tú con esa intuición puedes ver, captar, entender la mirada del otro, no ver qué piensa pero capaz que sí su intención. Aquellos que son campeones de la espada con sólo ver la mirada del otro pueden adivinar su próximo movimiento, si se entiende. Pero esta joven, Serena, tenía unos ojos donde no podías descubrir nada.

 

Mientras pensaba todo esto estaba como distraído y cuando me fijo veo que tenía sus ojos puestos en mí. Traté de disimular mi incomodidad pero no podía. Era, no sé… No soy buen actor como aquellos de la zona ecuatorial que están en los tablados simulando ser guerreros o reyes o adivinos o vampirs, no, no soy buen actor, pero ella no dijo nada. Y la miraba a Nera y Nera tenía tanto entusiasmo...

 

-Serena, una amiga que hacía años que no veía. Ella es de padre y madre mentos. Digamos que es una mento completa.

 

Sé que los mentos no leen el pensamiento pero dentro de mí es como que tenía temor a que leyera los míos. Yo pensaba que hay mentos buenos y hay mentos malos como puede haber guerreros buenos y guerreros malos.

 

Me hizo una inclinación con la cabeza, no me extendió su mano. Me sentí más aliviado porque hubiera sido como un sacudón en mi cuerpo estrecharle la mano o coger de su brazo.

 

Nos sentamos. Hablaban de cosas triviales sin importancia, qué había hecho en todo ese tiempo que ella buscaba su origen.

 

Me envaré, me puse mal. Quise tomar mi espada porque a lo lejos veía entre los árboles tres hombres que venían. Nera también se puso seria.

 

-Quedaos tranquilos -dijo Serena-. Están conmigo.

 

Pero yo pensaba a la velocidad del viento. ¿Y por qué si están con ella no veo sus cabalgaduras y por qué no estaban con ella cuando nosotros nos aproximamos?

 

Vi que Nera no los conocía. Ellos no se presentaron, se sentaron alrededor nuestro. Serena dijo:

-Hacía tiempo que esperaba esta situación. Tú no conociste a mi padre.

-No -dijo Nera.

-Nosotras somos distintas, somos bastante distintas. Soy muchísimos amaneceres mayor que tú. Yo era pequeña cuando murió mi padre.

-Lo lamento mucho -dijo Nera.

-Yo lo lamento mucho más. He perdido un tercio de mi vida buscando vengar la muerte de papá.

-¿Y qué ha pasado? ¿Quién lo ha matado?

-Tu padre.

-Pero mi verdadero padre era un mento, o sea, ¿por qué iba a matar a tu padre?

-No entiendes. No entiendes nada. Tu padre era mi padre.

 

Yo miraba a una y a otra, a una y a otra y no entendía nada.

 

Nera estaba desconcertada y le dijo:

-Pero, Serena, no entiendo algo: Tú dices que mi padre mató a tu padre. Pero mi padre es tu padre, somos hermanas.

-Hermanastras.

-¿Y cómo se pudo matar a sí mismo?

-Lo mató tu padrastro.

-Pero mi padrastro a mí nunca me quiso.

-Eso no te libra de responsabilidad.

 

Los tres hombres y Serena se pararon y enfocaron su mirada en nosotros. Sentí como un tremendo pinchazo en la cabeza y quise coger mi arma pero estaba como inmovilizado, atontado. Era el poder de cuatro mentos. Hice un esfuerzo para mirar a Nera y Nera luchaba con su poder de mento pero eran cuatro contra una. Se retorcía enormemente. Yo pienso que hasta la podían matar mentalmente. Yo también me sentía mal, mi estómago, mi pecho, mi cabeza y eso que no estaba dirigida contra mí la energía, era contra Nera pero al estar cerca, aunque solamente recibiera un uno por ciento, me estaba afectando.

Casi desmayado, casi inconsciente veo la figura de un hombre algo mayor y una joven muy hermosa que se acercan. En ese momento los tres mentos y Serena caen de rodillas. Siento un alivio tremendo, tremendo. Se me pasó el dolor, estoy exhausto pero ya no siento dolor. Miro a Nera y veo que está repuesta.

 

Los tres hombres que habían caído de rodillas estaban armados. El hombre mayor que había venido con la otra joven también aparentemente era un mento pero un mento muy poderoso porque logró poner de rodillas a los tres mentos y a Serena.

 

Saca su espada y los hiere a los tres, los deja fuera de combate, no los mata. Y la otra joven que venía con él mira a Serena y Serena cae de rodillas. ¡Vaya qué potencia!

 

Quedo como atontado, como inconsciente. Pasó un tiempo y vuelvo otra vez a sentarme ya repuesto y veo la escena: El hombre mayor y la mujer de facciones hermosas pero duras también de pie al lado de él, los tres mentos heridos y Serena sentados. Al lado mío, Nera.

Nera, asombrada, dice:

-Tú eres el maestro que busco.

Y el hombre dice:

-Y afortunadamente he llegado a tiempo. Afortunadamente he llegado a tiempo para aclarar las cosas. Mi nombre es Fondalar. -Se corrió una leyenda de que Fondalar era un Mento de una edad impredecible, era una leyenda en Umbro-. Y ella es mi compañera Émeris.

 

También había escuchado a hablar de Émeris. Émeris había vivido con unas nornas pero también tenía descendencia de mentos. Aparentemente decían que no era una mento pura pero tenía un poder tan grande que dominó a Serena que sí era una mento pura, tal vez de practicar con Fondalar.

 

-¿Estáis todos tranquilos? Os contaré lo que pasó. Hace muchísimas rotaciones atrás la madre de Nera conoció a Súquero. Súquero era un hombre cabal, leal, tenía una niña pequeña y estaba de duelo porque cuando nació la niña murió su madre y se sentía solo. Esa niña era Serena.

Cuando conoció a la madre de Nera se enamoró. La madre de Nera tenía su pareja con la cual se llevaba muy mal, se sentía sola, angustiada, despreciada y sí, fue desleal con su pareja porque no es excusa sentirse despreciada para yacer íntimamente con otra persona pero jamás Súquero utilizó ningún poder mental para atraer a la madre de Nera, quién quedó embarazada de ella.

Pasó el tiempo y la tuvo a Nera. El padrastro sabía que no era hija suya porque él, como hombre, no podía tener hijos. Averiguó por amigos, averiguó, averiguó, averiguó hasta saber quién había sido el padre. A todo esto, Súquero nunca la había dejado de querer a la madre de Nera, fue ella la que rehuyó el contacto.

Sacó casi todos sus ahorros y pagó dinero a bandidos. No metales cobreados ni plateados, directamente metales dorados para que le hicieran una encerrona y lo mataran. Súquero pudo con su poder mental acabar con dos de los bandidos pero alguien de atrás le clavo una flecha en la nuca quitándole la vida al instante.

 ¿Cómo sé el episodio? Porque me enteré al poco tiempo y busqué a los hombres. No quise matarlos pero quisieron hacer la misma encerrona conmigo, dos delante y uno atrás a distancia con un arco. Pude evitar esa encerrona y sin utilizar mis poderes mentales con mi espada acabé con los tres.

Serena, Nera no tiene culpa de nada. Ella fue fruto de un amor al igual que tú. Son hermanastras. Lo que tú haces es un acto indigno, tus cómplices han hecho un acto indigno queriendo acabar con ella y con este joven que sólo la acompaña. Seguramente, tú, Nera me buscabas para saber la verdad de tu origen, de tu vida, de qué pasó. Ya lo sabes.

Quien me acompaña se llama Émeris. Tuve la fortuna de conocerla bastantes amaneceres atrás, actualmente somos pareja.

Presiento que aún tienes rencor adentro. Igual los dejaré ir a los cuatro. No quiero que os crucéis más en mi camino. No quiero que os crucéis más en el camino de Nera porque os buscaré y acabaré con vosotros. Ahora marchaos.

 

Serena quiso coger su hoyuman.

 

-No, déjalo aquí. Marchaos a pie. Dejad vuestras armas.

 

Uno de ellos apenas podía caminar por la herida que tenía en la pierna pero se marcharon.

 

Fondalar miró a Nera y le dijo:

-No puedo leer tus pensamientos pero puedo captar tu sentir de tal manera que sé de tus emociones, de tus temores. Sé que han ultrajado de ti de pequeña. No tienes que temer, nadie puede dañarte. Ejercita tu poder, ejercita tu mente, haciendo foco podrás hasta mover pequeñas piedras.

 

Nera preguntó:

-¿Y tú qué puedes hacer?

-Puedo presentir -porque adivinar es una palabra que no me gusta porque no existe la adivinación- el movimiento del mejor guerrero. Hace tiempo atrás luché contra uno de los tres mejores espadachines de todo el planeta -que en una competencia le habían hecho trampa y él estaba tan reactivo que buscaba matar directamente a su oponente- y luché con él para frenarlo y me anticipaba en una décima de segundo a cada uno de sus movimientos hasta lograr extenuarlo sin utilizar ningún poder mental para dominarlo, simplemente para anticipar sus movimientos con la espada. Un mento puede hacer muchas cosas buenas como también muchas cosas malas.

 

Yo aproveché para preguntarle:

-He escuchado hablar de ti, eres una leyenda.

-No soy una leyenda. Soy una persona grande que ha recorrido muchas comarcas pero pasa como en todas las regiones. Hay un guerrero amigo mío que venció con su espada a siete maleantes, una rotación después pasó por esa comarca y se hablaba de ese guerrero que había vencido a todo un ejército invasor. Son leyendas. Las hazañas se potencian, todo se potencia.

-Aprovecho que está aquí para que me diga a qué se debe esa avidez de querer saber qué voy a hacer de mi vida, mi futuro. Antes de conocer a Nera había noches que no dormía pensando qué pasará al día siguiente, qué encontraré, qué aventuras tendré.

Y Fondalar me respondió:

-Deja que cada día pase, deja que cada momento pase. ¿Eres un buscador? Busca, me parece bien, pero aprende a vivir el momento porque si tú piensas qué pasara al amanecer siguiente te pierdes y desaprovechas lo que pasará hoy.

Disfrutar el momento no significa que te distraigas del entorno. No pierdas el alerta pero disfruta el momento, disfruta ese presente. No tenemos la vida comprada. Con esto no quiero decir disfruta el hoy porque mañana quizás no estés, tal vez estés diez rotaciones más, no sabemos el futuro, pero he conocido mucha gente que por pensar en el amanecer siguiente no vivía el día actual. Si tú vives el momento y disfrutas ese presente y disfrutas ese instante, el saborear una fruta, una masa bien horneada, un guisado, una bebida espumante y las saboreas tranquilo o yaces con una mujer y se acarician ambos, tómate tu tiempo de hacer cada cosa.

 

En ese momento inconscientemente miré a Nera y mire su cuerpo, que la anhelaba, la deseaba.

Fondalar dijo:

-Ten en cuenta esto: a veces uno se pierde la oportunidad de estar con otra persona porque piensa que no es compatible. No busques compatibilidad, busca llevarte bien con la persona. Con Émeris no somos compatibles del todo, ella tiene sus puntos de vista y yo tengo el mío pero debatimos mucho, vivimos dialogando. ¿Que nos ponemos de acuerdo siempre? No. Aparte, qué aburrido sería pensar igual, tener ideas iguales, gustos iguales. Un amigo no tiene que ser un gemelo, un amor tampoco tiene que ser un gemelo. Si vives el momento ya no tienes más ansiedad y el día de mañana aprenderás a conectarte -meditando, vaciando tu mente- con aquel que está más allá de las estrellas. Eso llenará tu cuerpo de un néctar invisible tan incognoscible que ni siquiera yo podría describírtelo con palabras y no te lo puedo transmitir por conceptos porque tú no tienes una mente receptora para recibir mis conceptos pero entiendes lo que quiero decir.

 

Tenían una alforja, sacaron una masa horneada. Émeris, la mujer, tenía dos cantimploras con una bebida algo dulce pero con alcohol.

Yo no conversé, escuchaba. Fondalar conversaba con Nera sobre cómo había sido su padre, la amistad que había tenido con él porque lo había conocido. Émeris estaba callada pero su rostro era noble, no producía ese cosquilleo negativo que me había producido Serena y me sentí bien, en paz, disfruté el momento comiendo esa hogaza de masa.

Antes del anochecer se marcharon y me quedé solo de vuelta con Nera, que me preguntó:

-¿Cómo te sientes?

-Bien, tranquilo, con armonía. ¿Y tú?

-Mejor. Creo que ahora podré dormir por las noches.

-Bueno, entiendo que ahora nos separaremos puesto que ya no precisas de mi compañía para dormir.

Me miró y dijo:

-No, es al revés; preciso de tu compañía, Davor.

 

Esa noche a un costado del camino con los hoyumans atados a un árbol nos entregamos el uno al otro. Y no pensé en el mañana, en realidad no pensé en nada, dejé mi mente en blanco y me dediqué a disfrutar el momento y las caricias de Nera. Había renacido. Era una persona nueva, plácida, tranquila, alerta pero con armonía. Mi estómago ya no crujía, mi pecho no se envaraba, me sentía relajado, alerta pero relajado. Era un ser nuevo.

 

Gracias por escucharme. Gracias.

 

 


Sesión 21/08/2014
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de David Ab.

La entidad, cuando estuvo en Sargón contemporizaba con el imperio aunque odiaba al príncipe tirano y deseaba eliminarlo pero no confiaba en nadie ni en la resistencia. Pero descubrió que sus propios guardias estaban con él por profesionalidad más que por convicción.

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Entidad: Mucha gente me desprecia. Soy un rico comerciante, tendría 40 años de vosotros. Mucha gente me desprecia porque mi mundo ha sido devastado y yo estoy próspero. Pago mis impuestos y pago mis impuestos también en la capital de Sargón. Soy confiable para el Imperio, soy confiable para el príncipe.

 

Pero como tengo dinero tengo muchos guardaespaldas porque estoy convencido de que la gente de la resistencia ha puesto precio por mi cabeza. Porque todos dicen: -¿Cómo puede estar de acuerdo con el tirano que ha asolado mundos, que ha matado miles de vidas sin ningún remordimiento?

 

Pero nadie conoce mi historia. Yo no nací en este planeta, nací en un mundo de la periferia. Mis padres tenían una granja, yo tenía 8 de vuestros años. Había paz, tranquilidad, armonía. Todo era brillante y yo repasaba la historia, la historia de Sargón, de cómo Ascardín llegó a ser una leyenda. Cientos de planetas estaban en ese momento unidos a Sargón en paz y prosperidad.

 

Cuando cumplí 34 de vuestros años -hace 6 atrás- mi mundo fue asolado, mis padres muertos, yo herido en una pierna. Me dieron por muerto.

¿Por qué atacaron nuestro mundo? ¿Por qué nuestra ciudad? Porque había un rebelde, Karas, que nadie lo conocía. Pero para acabar con un hombre acabaron con un mundo.

 

Me recuperé. Conocí a una doctora que a su vez tenía un equipo médico. Curaron mis heridas, mi cojera. Me dejaron prácticamente como nuevo.

 

Había en la parte austral regiones donde las ciudades habían quedado intactas. En el camino me encontré con unas piedras transparentes, valiosísimas, similares a vuestros diamantes. Pasé de la nada a tener fortuna.

 

Me mudé al mundo que estoy actualmente pero no podía vivir, ni dormir, ni comer, ni respirar, ni amar. No me quedaban sentimientos, me quedaban solamente emociones de odio, de rencor por ese príncipe tirano que había transformado la paz de Sargón en un imperio brutal de muerte. Y lo seguían todos como si él fuera el amo del universo.

 

La resistencia tenía que obrar muy sigilosamente porque el ser humano es tan cobarde, ruin que se denunciaban unos a otros para sacar ventaja, para tener mérito. En muchos mundos sucede algo similar, no solamente a nivel militar, a nivel religioso también, donde unos se acusan a los otros. ¿Y por qué no me alisté en la resistencia si el ser que más odiaba lo quería muerto -no una vez, mil veces- porque había destruido a mi familia, a los seres que amaba, mi hábitat? Pero decidí ser estratega, un gran comerciante, simpatizante del príncipe.

 

Los soldados venían a cobrar el impuesto, simpatizaba con ellos -tenía una holo foto en el fondo del negocio con el rostro del príncipe y los laureles al costado-, me respetaban porque me veían uno de los mayores admiradores del tirano.

 

Pero tenía que callarme la boca porque yo no confiaba en la resistencia, porque yo no sé si alguno de la resistencia era algún agente del príncipe infiltrado que iba acusando a unos tras otros. Tampoco los denunciaría si hubiera sabido que alguno era de la resistencia pero más de uno sí me quiso matar. Así que tuve -con ese dinero tremendo que tenía- que formarme de un séquito no sólo de sirvientes sino también de guardaespaldas.

 

Sonreía, fingía que estaba todo bien pero no podía soportar. Respiraba y me dolía el pecho, el odio me consumía. Buscaba por el holo ordenador alguna medicación especial para calmar esa ansiedad que me consumía pero nada era suficiente porque todo era artificial.

 

Qué me impulsaba a seguir viviendo, porque conocía algunas jóvenes del sexo opuesto con las que había tenido algunas relaciones amorosas pero no podía ser hipócrita, no me llenaban mi vida. Mi meta era ver muerto al príncipe.

 

Llegué a tener más de 40 personas en mi guardia personal, más de 40. Gente que me cuidaban, todos expertos en lucha personal, en todo tipo de armas. Sabían utilizar los intercomunicadores espaciales, sabían manejar naves pequeñas. Pagaba bien pero dinero no me faltaba.

 

Tenía un oído finísimo. Una tarde llego y con mi pequeño chip que tenía insertado tenía acceso a todas las puertas. Entro -la puerta se abría silenciosamente- y escucho a muchos de mis guardaespaldas hablando pestes del príncipe.

 

-Lo escupiría -decía uno- el cuadro si no fuera por nuestro patrón.

 

Me vieron y se quedaron todos pálidos. Más de uno habrá pensado en sacar su arma y hacerme polvo por haber escuchado eso pero sabían que con sólo apretar mi dedo mayor con mi dedo pulgar inmediatamente sonaba una alarma.

No hice nada, les hice el gesto de que se tranquilicen. Me senté en un costado y les pregunté:

 -¿Vosotros solos pensáis así o todos?

-Todos.

-Llamadlos.

Titubearon.

-¡Llamadlos!

 

Pasamos atrás, a un salón grande privado donde ni siquiera los satélites escucha podían penetrar en esas paredes.

Cuando estuvieron todos reunidos dije:

-Escuché a estos ocho que están en contra del príncipe. ¿Vosotros también?

Todos asintieron.

-¿Y por qué me servís a mí?

-Por dinero. Somos profesionales y daríamos la vida por vos.

-¿La vida por mí? ¡Si odiáis a todo aquel que se acerca al príncipe!

-Insisto -dijo el encargado, el que mandaba a todos-, somos profesionales y un profesional puede salvar la vida hasta de su peor enemigo si es contratado por este.

-¿La resistencia sabe que vosotros estáis en contra del príncipe?

-No, porque no confiamos en nadie. Y no tenemos problema en morir por nuestros ideales. No atentaremos contra vos, nos has tratado bien en este tiempo.

-No los pienso denunciar.

 

Y les conté mi historia. El rostro de ellos iba cambiando. Cambiaba de pena, de asombro y a lo último de admiración. El principal de ellos me dijo:

-Sabiendo su historia, patrón, ¿nunca pensó en vengarse?

-¿Nunca pensé? Cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo pero no tengo las herramientas, las armas, los medios. Está todo interceptado.

-Eso no es cierto.

Había uno de ellos, uno delgado, pelirrojo y otro un poco gordo, calvo. Gordo pero con una agilidad tremenda en combate. Eran técnicos en holo ordenadores.

 

-Nosotros tenemos la capacidad de mandar mensajes a otros mundos por el hiperespacio, por las branas en mensaje cerrado, ultracodificado al propio Sargón, donde también tenemos rebeldes.

-¿Puedo contar con vosotros?

-Ahora más que nunca. De verdad, no lo podemos creer que usted, patrón, sea el ideal que buscábamos. El príncipe va a ir la semana que viene a Ferro, aquel viejo mundo de la rebelión anterior, simplemente para ver cómo está todo. Va a ir él en persona.

-Lo sabemos -dijo el pelirrojo-. Y con muy poca seguridad.

-¿Tanta confianza se tiene? Yo tengo naves pequeñas pero puedo conseguir naves interestelares. Podríamos decir que vamos a abrir sucursales de nuestro negocio en Ferro en honor al príncipe.

 

Estuvimos día y noche, día y noche, día siguiente, noche siguiente, día siguiente, noche siguiente planificando todo detalle para que no hubiese el menor error. Hicimos la transferencia interestelar abierta al banco principal de Ferro a mi nombre, explicando los motivos del porqué. Fuimos todos.

Compré al contado un lugar que me pareció accesible, contratamos trabajadores que en dos días ya tenía un comercio similar al del otro mundo y obviamente todos mis protectores eran fanáticos, leales al principado. Yo llevaba conmigo una pistola neutrónica. Yo no creo en las casualidades, creo en las causalidades.

 

Llego a un lugar a pensar. Era una holo biblioteca donde con el buscador, con los botones tenía miles y miles de películas holográficas, de libros holográficos, de historia. Obviamente estaba prohibido todo lo que hablaba en contra del príncipe.

Y veo, levantando la vista, al príncipe y a un militar que lo acompañaba, solos.

Me paro, cierro mi puño sobre mi corazón, mi puño derecho, en señal de saludo.

El príncipe me hace un gesto con la cabeza.

Lo miro y no sé si es intuición o qué pero no le veía ese rostro pedante, vanidoso que tenía en la holo foto de mi negocio. No me importaba morir en ese momento y saqué mi arma.

-¡No tienes idea, príncipe, de cuánto hace que esperaba este momento!

 

Pero estaba tan enceguecido que no reparé en que el militar que lo acompañaba tenía en su mano un aturdidor y me disparó.

Caí en el piso con convulsiones y estuve minutos enteros semidesmayado hasta que recobré la consciencia.

 

Los miré a ambos y dije:

-Mi vida ya no tiene sentido, hagan lo que quieran. No tengo miedo al dolor pero si es una muerte rápida, mejor.

El príncipe no habló. El otro militar me sentó a una silla. Todavía estaba un poco débil de las convulsiones. Mi arma ya no la tenía.

 

Me ofreció una bebida caliente:

-Tómalo, no es veneno.

La tomé. Era un té agradable.

-Y ahora vas a escuchar una historia que te sorprenderá.

Y escuché la historia y me sorprendió muchísimo. Sentí alivio. Me puse a llorar porque lo que yo creí que era negro era blanco.

 

Estoy llorando de emoción porque no toda la emoción es negativa. Estoy llorando yo y hago llorar a mi receptáculo pero no le voy a agotar más.

 

Dejo la historia por ahora. Gracias por escucharme.

 

 


Sesión 22/10/2014
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de David Ab.

Deseaba la paz prosperidad de los tiempos de Ascardín y Obradín y contribuyó con el príncipe a sembrar la paz en la Federación de Sargón. Se pregunta qué pasa en la mente del ser humano que sólo vive para la guerra como si esa fuera la condición del ser encarnado. Si tenemos el mismo ADN, ¿cómo puede ser que haya genocidas y por otro lado salvadores de la humanidad? La respuesta está en el espíritu, en su densidad o sutileza de plano.

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Entidad: Una de las cosas más complicadas en las relaciones son los prejuicios, el prejuzgar, juzgar antes de tiempo. Pero muchas veces pareciera ser justificado porque cuando tienes las pruebas a la vista, cuando no hay manera de ver una grieta en esa que crees tu verdad, no podrías decir que es un prejuicio dirías que es una aseveración, pero las circunstancias te deparan sorpresas que no te esperas, no te imaginas, jamás supondrías.

 

Durante casi 41 años llevaba conmigo un peso tan grande, tan grande que no me dejaba vivir, no me dejaba ser, es como que vivía automáticamente. Tenía amoríos pero me aislaba, me sentía solo y si bien mi suerte cambió porque logré tener fortuna, logré encauzar, ¿encauzar?, digamos que de alguna manera sí logre encauzar mi vida pero mi odio estaba a flor de piel más latente que nunca, más dañino incluso con mi propio ser, con mi propia persona porque me iba deteriorando, ese odio me iba deteriorando, me hacía mal, mal a mi cuerpo, a mi esencia, me derretía por dentro, me consumía, me enfermaba y mi destinatario era el Príncipe y de repente cuando lo tengo en mi poder estaba tan enceguecido, porque la furia, lo reactivo enceguece, sentí como un aturdimiento y luego me entero de que el Príncipe había muerto pero estaba aquí a dos pasos, lo estaba viendo, me habían dado alguna droga y yo alucinaba y me entero de que sus padres habían tenido dos hermanos mellizos, eran como dos gotas de agua. Uno había desaparecido, vagaba por las calles en mundos de la periferia, su nombre era Darien.

 

Darien jamás se imaginó que era hermano del príncipe, pertenecía a la resistencia. De pequeño había sido criado por una mujer, luego una fuerza militar los separó, ninguno supo nada del otro.

Cuando Darien fue mayor fue llevado al palacio real, le cambiaron su peinado, su ropa y cuando él se vio en el espejo se dio cuenta de que era un calco del Príncipe, hasta que se enteró de su historia y todos quienes rodeaban al Príncipe, sus colaboradores más directos no querían saber más nada de la tiranía.

Al comienzo Darien no entendía nada y finalmente le dijeron que ellos estaban a favor de la resistencia y que él debía remplazar al Príncipe que había muerto en una nave.

Darien les dijo:

-Bueno, ya que remplazo al Príncipe y nadie sabe la diferencia, ¿por qué no proclamo una amnistía general a todos los mundos?

 

Y le dijeron porque de la misma manera que hay tanta resistencia en distintos planetas hay muchos militares oficialistas que no entenderían ese cambio abrupto, las cosas habría que hacerlas de a poco, el Príncipe se tendría que mostrar con mano dura sin ejecutar esas órdenes perversas. Iría abasteciendo a mundos de comida, de suministros médicos, de tecnología, socorrer en forma lo más disimulada posible los mundos devastados.

 

Me caían las lágrimas cuando me relataron la historia.

Lo miré a los ojos a Darien y le pregunté:

-¿Cómo sé que esto es cierto?

Darien sonriendo me dijo:

-Tú eres menos que un peón si yo fuera el Príncipe, ¿qué me impediría eliminarte? ¿Ubicas a Dominique?

Abrí los ojos:

-¡Claro!

Dominique era uno de los líderes de la resistencia conocido en todo Sargón y los cientos de mundos en los distintos sistemas estelares.

-Pues mirad.

Se abrió una puerta al costado y entró Dominique, lo había visto en distintas holografías. Era él, no había duda.

Le estreché la mano con admiración y Dominique me dijo:

-Estoy al tanto de todo, para mí también fue una sorpresa. Estamos tratando de juntar a todos los jefes de la resistencia. Algunos paradójicamente no pueden entender que todo esto sea cierto pero tiene razón Darien, no se puede hacer un giro de 180 grados, hay muchos militares armados oficialistas que, al contrario, si supieran que el Príncipe tiene en este momento mano blanda darían lo que se conoce como golpe de estado y otro tirano estaría en su lugar, porque esos soldados oficialistas están tan condicionados que se acostumbraron a mandar, a dominar, a destruir.

 

Y uno se pregunta qué pasa en la mente del ser humano que en distintas épocas de la historia, porque soy un gran investigador de la historia no solo de Sargón sino de otros mundos, mundos incluso donde su civilización no está tan avanzada y no conocen los viajes espaciales, ignoran que hay vida en otros mundos y sin embargo se fanatizan de tal manera que sólo viven para la guerra como si esa fuera la condición del ser encarnado.

 

El plan era ir debilitando la oficialidad, ir restándole armamento con la excusa de que se estaba fabricando armamento nuevo, más mortífero cuando en realidad se iba a hacer lo contrario, dar armamento precario, con buena imagen pero precario al fin, para que finalmente la resistencia tomara el poder. El pueblo en los distintos mundos no creería la historia de un hermano, el plan era que ante la vista de todos se iba a simular una muerte y iba a subir un gobierno democrático en Sargón con prosperidad para todos los mundos, como lo lograron en la historia Ascardín y su padre Obradín, dando prosperidad a cientos de mundos luego del conflicto con Ferro y muchísimo tiempo antes cuando el imperio Reptiliano también combatió a Sargón.

 

¿Por qué razón la paz no puede ser duradera?, porque siempre algo, alguien tiene que nacer para, porque hablamos de una sola persona que trajo desolación a cientos de mundos, cada mundo con millones de personas. Un príncipe que si hubiera sabido que existía un hermano lo hubiera hecho ejecutar, un príncipe que mató a sus propios padres simulando un problema de salud, que nadie lo creyó pero ¿quién iba a oponerse?

Me sentí más relajado. Nos juntamos con varios jefes de la resistencia que para mí eran grandes hombres que buscaban solamente la paz, la prosperidad, el crecimiento.

 

Darien tomó la palabra y comentó que aprovechando su servicio de inteligencia, -el leal, el de la resistencia- logró ubicar a aquella mujer que lo había criado de niño, una mujer que ya era bastante mayor, pero la ayudó y por medio de una empresa le ayudó a crear una fundación para niños en estado de calle, niños que habían perdido a sus padres en las distintas batallas. La mujer nunca supo el paradero de Darien, Darien no quiso darse a conocer, la ayudó de manera incógnita, en las sombras, y la mujer cumplió su sueño de tener esa fundación en distintos mundos para chicos que habían perdido su familia donde podían educarse, crecer en paz y el día de mañana serían científicos, médicos, holografistas, genetistas.

 

La pregunta lógica era:

-¿Qué puedo hacer de mí parte?

-Colaborar, sabemos que tienes un núcleo que te sigue y los hemos traído.

 

Primero me sobresalté y después mis colaboradores, mis guardaespaldas habían sido puestos al tanto, habían sido enterados de que el verdadero príncipe, el tirano, había muerto y lo remplazaba un hermano que nadie conocía, para todos era el príncipe. Y la idea era que "muriera" en un accidente y Darien pasara a las sombras en el planeta que él eligiera viviendo una vida normal.

 

Y entendí que la sociedad de un mundo, la sociedad de una región, la sociedad de un país es igual a la sociedad de una federación de cientos de mundos porque daría la impresión de que las masas reaccionan igual, en el fondo todos quieren paz, trabajar, estudiar, tener prosperidad, poder llegar a sus hogares, vivir con su familia en amor, con amigos, en relación de pareja. Todos queremos lo mismo, una hermandad, el poder vivir sin miedos, sin angustias, sin opresiones en la garganta, sin dolor en el estómago, sin ansiedades, saber que así como hay gente que es amante de la guerra también hay gente que es fecunda en la paz. Y cuantas veces lo he escuchado de Maestros de Luz decir que tenemos el mismo ADN, ¿cómo puede ser que haya genocidas y por otro lado salvadores de la humanidad? La respuesta está en el espíritu, en su densidad o sutileza de plano.

Pero me queda la esperanza de que podemos lograrlo. Quizá yo no lo vea porque hay cientos de mundos con militares oficialistas que les van a ir cambiando su armamento por armamento mucho más sofisticado, mucho más sofisticado -pero en el fondo armamento obsoleto- y la resistencia va a estar verdaderamente armada.

 

Pero hay algo que me preocupa y que se lo dije a Darien junto con su personal de confianza.

-Tú sabes, Darien, que me consumía el odio por tu hermano y que mi única esperanza era la resistencia pero he visto a muchos líderes de la resistencia con avidez de poder y mi temor es que una vez que tú en representación de ese príncipe tirano mueras, figuradamente, ¿cómo sabemos que algún líder de la resistencia no ocupará ese lugar y no será otro tirano más? Lo pensé.

Me respondió:

-Nosotros también lo pensamos. Tenemos gabinetes de cientos de terapeutas entre las filas de la resistencia viendo a quién tiene más apetito de poder y dándoles las herramientas adecuadas a aquellos que de verdad anhelan la paz, porque ya ha pasado más de una vez en este, en otro, en cientos de mundos donde se derroca a un tirano y quien lo derrocó es igual o peor que el anterior y eso no queremos.

 

Y eso también es algo para destacar, hasta qué punto el ser humano en este, en distintos mundos puede cambiar cuando le dan poder. Un amante de la paz que de repente tiene el poder de un mundo, de un país, de una región, de una ciudad, de un pequeño lugar, ya su cabeza se marea, ya se descontrola, ya se corrompe y lo he conocido en la vida en Sargón, en la vida actual en Sol III y en otras vidas. Seres que de repente pregonan la paz y le das un poco, un poco de poder y es como que se transmutan para mal, ¡para mal! ¿Qué tienen dentro? ¿Son sus genes que ya están viciados? ¿Es ese espíritu que finge o que de repente cuando tienen don de mando algo les hace ¡clic! adentro y es como que se enciende su negrura, ¡su negrura! ¿Cómo confiar? Pero tampoco podemos pasar a la otra acera de desconfiar de todo el mundo porque conocí también en Sargón al igual que en Umbro, al igual que cien mil años atrás en Gaela he conocido seres de Luz que nada, nada los modifica, nada los cambia porque tienen su objetivo en lo blanco, en aquella Luz que no te encandila, esa Luz que te alumbra por dentro y que sale, porque es parte de la Esencia Absoluta, es parte del Creador. Hay cientos de planetas donde su civilización no es religiosa, nunca lo fue y sin embargo son seres que piensan en el otro antes que en uno. No se necesita de una religión para ser espiritual.

 

Colaboré con Darien. Me sumé a la resistencia activa en la paz, pasiva en la guerra y fui útil, por primera vez me sentí útil. Tuve amigos sinceros de verdad. Diez años estuve luchando por la causa, cuando cumplí 51 y vi consolidada la paz en todos los sistemas estelares que rodeaban a Sargón me pude retirar a mi mundo de origen ya restablecido. Mundos donde las ruinas habían desaparecido había ciudades con edificios grandes pero también había granjas, campos, bosques, selvas donde se respetaba la vida vegetal, la vida animal, donde nadie tenía que quitarle nada al otro porque todos tenían, era la panacea.

Y esos condicionamientos que tenía, ese odio que tenía que me producía angustia en la garganta, ansiedad en el estómago se fue deshaciendo porque fui parte de la obra. Una pequeñita parte pero fui parte de la obra que trajo paz a cientos de mundos que habían sido tiranizados por un sólo hombre. Y causalmente un hermano desconocido que lo remplazó, Darien, fue el responsable de reparar ese mal. Las víctimas, los desaparecidos no iban a revivir, no iban a aparecer de nuevo, eso era irremediable pero los que quedaban pudieron hacer una vida en paz. Y sus hijos y sus nietos y así sucesivamente. Y eso trajo paz a mi espíritu.

En esa encarnación viví hasta los 90 años en Amor.

 

Gracias por escucharme.

 

 


Sesión 05/05/2015
Médium: Jorge Raúl Olguín
Interlocutor: David Ab.
Entidad que se presentó a dialogar: Eón

Presencia inesperada de Eón en una sesión a un consultante donde le responde unas preguntas. Nos recuerda lo frágiles que somos en el entorno donde estamos y lo que conlleva todo ello. Nos avisa que la naturaleza puede seguir sin nosotros si no obramos en consecuencia. Nos alienta en la práctica de encontrar su Luz en nuestro interior para ser menos vulnerables ante energías negativas.

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Eón: Me estoy comunicando con vosotros. Es importante que entendáis que cuando el receptáculo me canaliza, canaliza mucho menos de una billonésima parte de mi Esencia. Soy un eterno presente. Vosotros, criaturas mías, parte de mi esencia estáis capacitados para tomar de mí mi Esencia, no solamente mi rayo blanco-azulado sino también el blanco-nevado del mundo dévico para que podáis abrir vuestros chakras en su totalidad y entrar en vuestro ser, en vuestro interior esa energía que os vuelva menos vulnerables.

Es obvio y es entendible que al estar encarnados en una unidad biológica en el plano físico vais a ser más vulnerables que siendo totalmente espíritus, porque si bien sois un componente de ADN estáis rodeados de otros seres que pueden volveros vulnerables con actitudes que no sean compatibles con las vuestras y estáis también a merced de lo físico, enfermedades, descompensaciones.

 

Os habéis adaptado a este mundo al que llamáis Tierra pero debo seros sincero, la naturaleza no precisa de vosotros, vosotros precisáis de la naturaleza. La naturaleza se restablece a sí misma. La naturaleza puede dañarse a sí misma, pueden caer rayos en bosques produciendo incendios más grandes que la propia mano humana o terremotos o volcanes o maremotos. No es cierto que la naturaleza sea sabia en cada mundo, tampoco en cierto que no le sea, es así, tiene su manera de manifestarse pero como dije antes no precisa de vosotros ni de ningún otro animal ni de ningún otro vegetal si bien es cierto que todos los reinos el mineral, el vegetal y el animal pueden interactuar con la naturaleza.

Y a pesar de lo que os digo no les caiga bien, la naturaleza es mucho más compatible con el reino vegetal que con el reino animal y existe la particularidad, la particularidad no sólo en este mundo sino en otros mundos, que cuanto más inteligente es la especie más propicia es de hacer daño a la naturaleza olvidándose y no teniendo en cuenta que si esa naturaleza se desbalancea perjudica a la propia especie que provocó ese desbalanceo.

 

Y como un ser sabio, que estuvo en este mundo hace milenios dijo "Como es arriba es abajo", "Como es adentro es afuera", yo agrego "Lo macro es como lo micro". Esto significa: De la misma manera que la manifestación de los seres inteligentes puede hacer daño en la naturaleza, en lo pequeño, los seres se pueden hacer daño entre sí queriendo o sin querer. Y si bien no existe un blindaje total en el ser encarnado, hay una manera de filtrar, en una gran mayoría, esa negatividad que proviene del exterior hacia el interior. De la misma manera que a través de este trabajo enseñaré a captar de mi Esencia esa protección, es obvio que nunca va a haber un blindaje 100% pero va a permitir que filtre la gran mayoría de negatividad.

 

El universo es parte de mi manifestación y podéis teorizar el tamaño que tiene en años luz, podéis teorizar cuántas galaxias puede tener mi manifestación pero el 99,99% de vosotros no incorpora verdaderamente en su interior el tamaño verdadero del universo donde está viviendo. Y aquellos que pueden captar esa inmensidad se preguntan cómo, entonces, yo puedo ser captado por una unidad biológica en un pequeño sistema estelar, en un pequeño brazo de una pequeña galaxia. Y la respuesta es sencilla, porque yo soy el Todo. Y capta mucho menos de una billonésima parte, muchísimo menos porque su decodificador no podría resistir si captara más de mi Esencia.

 

Interlocutor: Padre, ¿después podría hacerle un par de preguntas?

 

Eón: Ya puedes hacerlas en voz alta.

 

Interlocutor: La primera es si yo lo que siento interiormente realmente es así, si es fiel lo que siento.

 

Eón: Sí, es así. Tienes el don de captar. Sucede que a veces tu misma ansiedad o bien las influencias externas que aún te llegan, es como si fuera un enlace que tuviera interferencias. Entonces, al tener esas interferencias no permite que haya una carga energética positiva, dicho de esa manera para que se entienda. Puedes hacer más preguntas si lo deseas.

 

Interlocutor: Obviamente, usted me entendió a lo que me refería, ¿no?

 

Eón: Correcto.

 

Interlocutor: ¿Eso lo eligió mi propio thetán?

 

Eón: Sí, así es. Así es en un 100%.

 

Interlocutor: Y las probabilidades de que eso realmente ocurra, ¿cuántas son? Para mí es importante.

 

Eón: Es aleatorio.

 

Interlocutor: Depende del camino que yo elija.

 

Eón: Porque nosotros, como seres creadores, os damos libre albedrío. ¿Y por qué digo nosotros? Porque esencias como yo nos manifestamos en distintas creaciones, en lo que se llama multiversos, universos separados en distinta vibración. Todas las criaturas de esta creación son parte de mi Esencia como criaturas de otra creación son parte de esencia de otro eón. Y vosotros, como criaturas mías, podéis trazar un camino pero ese camino siempre va a ser aleatorio, todo es aleatorio. El que no está preparado para lo aleatorio puede frustrarse. Tú puedes proponer mentalmente, tu parte espiritual puede proponer mentalmente un camino, trazarse una meta y esa meta puede darse o puede haber un efecto externo o interno que desvíe ese camino. O de un momento para el otro tu opción quiera cambiar. Si no me entiendes me explico más.

 

Interlocutor: Por favor.

 

Eón: Tú te trazas un camino en una relación afectiva, en un trabajo, en una residencia, en un lugar, en un viaje y tienes planificado eso. Sin llegar a ser obsesivo, porque la obsesión produce frustración, sin llegar a ser obsesivo tú te pones una meta y es casi seguro que esa meta se cumple porque tú sigues y sigues y sigues trabajando mental y físicamente para obtener ese rédito pero la vida física vuestra es aleatoria debido al libre albedrío. Cuando vosotros habláis del libre albedrío y hay un Maestro vuestro que lo dice, que el libre albedrío es uno de los dos regalos más importantes que yo os he dado, está bien, ¿pero hasta qué punto? Porque tú tienes libre albedrío pero hay otra persona que tiene libre albedrío y otra persona que tiene libre albedrío y otra persona, y quizá no coincidan en la manera de pensar, de ser, de sentir, de visualizar las cosas y el libre albedrío de esa persona puede ser un obstáculo para tu libre albedrío y no un camino abierto. Por eso digo que todo es aleatorio como es aleatoria la física cuántica.

 

Interlocutor: Yo quisiera cumplir con lo que mi thetán se propuso para esta vida, para este rol es lo que más me llenaría aunque seguramente tenga posibilidades de tener una vida más tranquila, con menos compromisos sociales o quizás con más bondades. Yo quiero cumplir lo que hoy siento por dentro porque si no, al desencarnar o al estar pronto al desencarnar, parte de mí se sentiría frustrado, porque desde chico lo sentí. Y yo quiero cumplir eso, porque es lo que más me llenaría. Y es lo quiero para mí y para los seres que habitamos.

 

Eón: La ventaja que tú tienes es que puedes lograr lo que tu thetán se ha propuesto porque no es tan difícil. Y si bien puede haber terceras personas que pongan obstáculos, podrán retrasarte pero no frenarte. Entonces ponte en tu mente que eso lo vas a conseguir. Pero tienes una ventaja más; que si el día de mañana ves, piensas, crees que esa vida tranquila, plácida de repente te calma demasiado y quieres hacer otra cosa, la puedes hacer también. Porque reitero: Terceras personas pueden retrasarte pero nunca frenarte, nunca frenarte.

Mis cariñosas criaturas creen en los decretos... El decreto es un efecto placebo. El control mental en mayor medida también es un efecto placebo. Tú visualizas un futuro y te enseñan que al visualizarlo ese futuro se da. Es aleatorio. Lo reitero porque ninguna criatura mía debe ser engañada, todo es aleatorio. Es aleatorio que tú tires una moneda al aire y va a ser aleatorio de qué lado caiga. Depende de un montón de factores: de la altura con que la tires, de la fuerza con que la tires, las vueltas que de esa moneda, es aleatorio.

Tú me dirás: -Sí, pero lo que yo trazo mentalmente, el tener ese camino, el radicarme en determinado lugar, el tener una vida más plácida con menos compromisos quizá con menos ganancias pero con más paz para mi alma. Eso es mucho menos aleatorio que lo de la moneda.

Sí. Por supuesto que sí. Por eso te afirmo que lo lograrás. Sólo necesitas de tu voluntad.

 

Interlocutor: ¿Cómo la trabajo a la voluntad?

 

Eón: La voluntad es inherente a cada ser encarnado, entonces no se trata de trabajarla, se trata de sacarla a relucir. La fuerza de voluntad es teórica hasta tanto no se ponga en práctica ejerciéndola. Lo que frena muchas veces a esa fuerza de voluntad es la vulnerabilidad que tú puedes tener. Porque otra cosa que también dan por sentado -y no es cierta- es que todos los espíritus son iguales.

Me diréis: -Pero entonces Tú, Padre, habéis hecho trampa porque habéis dado más ventaja a unos que a otros.

No, no quiero decir eso. Vosotros a nivel espiritual, en el plano suprafísico sois conceptos energéticos y de la misma manera -para que se entienda, porque no es así exactamente, pero para que se entienda-, en el plano físico sois antropomorfos pero uno es más alto, otro más bajo, otro es moreno, otro es pelirrojo. En el plano suprafísico esa esencia espiritual, conceptual, energética vibran en distintas sintonías y al encarnar en un cuerpo... Ejemplo: Son dos hermanos gemelos. Dos esencias energéticas conceptuales encarnan en esos dos hermanos: No van a ser iguales interiormente, van a ser -como decís vosotros- dos gotas de agua por fuera, pero interiormente no.

De vuelta me diréis: -Pero entonces Tú eres responsable de que uno tenga más ventaja que el otro.

No, no es así porque tenéis algo que es muy valioso, que es el discernimiento.

 

Interlocutor: Poco utilizado hoy en día.

 

Eón: Ese discernimiento, querido hijo, hace que tú puedas optar por tener una mejor elección que otro que supuestamente, supuestamente es más inteligente. ¿Hasta ahí se entiende?

 

Interlocutor: Sí.

 

Eón: Lo que afecta, a veces, esa elección es el campo emocional. Porque lo emocional tiene que ver con el ego y a veces eso, lo digo metafóricamente, ciega y no permite hacer una buena elección. Entonces, para ejercer una voluntad grande como para lograr ese objetivo que tu thetán tiene en su mente conceptual, es importante que lo emocional de la parte física no afecte porque lo emocional debilita la voluntad. ¿Hasta ahí se entiende?

 

Interlocutor: Sí.

 

Eón: Quiero que pienses, porque no voy a hacer un ejercicio de meditación simplemente, quiero que pienses y que razones, porque tienes el don del razonamiento, eso es muy importante. Si tú entiendes e incorporas que eres parte de Mí y como dije antes lo de un maestro de milenios atrás, "Como es arriba es abajo", "Como es adentro es afuera" y yo dije aparte "Lo micro es igual que lo macro", de la misma manera que tú formas parte de ti Yo formo parte de ti. Yo soy tú, tú eres parte de Mí y yo soy tú completamente.

Entonces lo hago de una manera más fácil que en las meditaciones y te va a resultar más útil: Cuando tú quieres incorporar una energía, a ti te han enseñado -y no es que te han enseñado mal-, cuando tú empezaste a ir a la escuela primero te enseñaron las vocales, a dar un primer paso para aprender a leer y a escribir.

 

Interlocutor: Sí.

 

Eón: Entonces cuando a ti te han enseñado a canalizar los distintos rayos, mentalmente -inconsciente o conscientemente- tú los canalizabas de arriba, que entraban por tu coronilla e inundaban tu cuerpo.

 

Interlocutor: Sí.

 

Eón: Eso es el primer grado. Porque si tú eres parte de Mí y Yo soy tú, ya lo tienes en tu interior. Tienes la Luz Blanca Nevada, tienes la Energía Crística, tienes la Energía Búdica, tienes el Jogan, tienes el Prana, tienes el Todo dentro tuyo, pero están...

 

Interlocutor: Dormidos.

 

Eón: ...aletargados, dormidos. Entonces, querido Padre, ¿cómo los despierto?

 

Interlocutor: Sí.

 

Eón: Yo te pregunto: ¿Cómo mueves una mano?

 

Interlocutor: ¿Cómo muevo?

 

Eón: La mueves directamente porque tu cerebro hace que se mueva. Está mal dicho le ordena, no le ordena, hace que se mueva. Tu cerebro, al que los maestros le llaman decodificador, busca mentalmente esa Luz Blanca Nevada y hace que surja -es como si fuera Luz plateada de la misma manera que es la energía búdica pero más blanca, más blanca casi color ceniza, color nieve-, que surja y te envuelva. No precisas que entre por la coronilla, no precisas que inunde todo tu ser, ya está, ya está dentro.

 

Interlocutor: Con mucha diferencia.

 

Eón: Ese es el paso que no se puede dar de entrada porque no se entendería. Tú no puedes a un niño que recién empieza en la escuela hacerle leer una enciclopedia porque apenas sabe deletrear, aún no sabe leer ni escribir. Piensa por un momento que me tienes dentro tuyo en una billonésima parte, pero eres parte de Mí y Yo soy tú.

Tú dirás: -Pero yo, como unidad biológica soy perecedero, lo que no es perecedero es mi espíritu.

Sí, está bien, pero mientras estás aquí, mientras vives, planificas, respiras, amas, creces, estudias. ¿Qué te impide estar mejor? ¿Qué te impide frenar la ansiedad? ¿Qué te impide estar bien? El que expandas la Luz Nevada dentro tuyo, el que expandas dentro tuyo la Energía Crística quizá no impida que cojas un resfriado o una gripe, influenza o como la quieras llamar, porque eso escapa a tu capa protectora de energías negativas...

 

Interlocutor: Sí.

 

Eón: ...porque es parte de la naturaleza pero cuando tú notes que te caes energéticamente -sin caer en lo que en vuestra jerga psicológica se llama "narcicismo" de creerte más, sin caer en eso, porque eso sería ego-, aquellos o aquellas que buscan descontrolarte o desanimarte míralos de otra manera, lo pobres que son como criaturas, lo poco que han aprendido. ¿Que tienen más dinero, mejor posición? Un maestro dijo una vez "Desde el emperador más elevado hasta el mendigo más servil van a dejar el plano físico en iguales condiciones". Entonces esa gente no te tiene que despertar pena o lástima -porque la lástima y la pena son parte del ego-, te tiene que despertar compasión y no desearles nada negativo consciente o inconscientemente, porque mi creación es un espejo, el universo es un espejo, energía que mandas energía que vuelve. Y como tú eres dueño de tu vida, si bien en el plano físico dependes de lo económico, cuando tengas oportunidad búscate algo que te dañe menos.

Tú me preguntarás: -Pero si yo aprendo a expandir mis capas internas y a protegerme y a estar menos vulnerable, ¿qué importa?

Importa, sí, porque en tu vida respiras, sientes, escuchas, hueles, saboreas. El que tengas una capa protectora no impide que si hay una comida que está vencida no te caiga mal y te haga vomitar y te descomponga. El que haya una persona que viva increpándote no significa que no te afecte aunque tú mentalmente cada noche expandas esa Luz Blanca Nevada. El que tú estés preparado físicamente para correr no significa que le ganes a un vehículo de alta gama.

 

Interlocutor: Entiendo, o sea...

 

Eón: Entonces, el trabajo a realizar, que en verdad no es un trabajo sino que es un placer hacerlo, son dos: El primero encontrar dentro tuyo. La visualizas mentalmente en todo tu cuerpo esa Luz Blanca Nevada y la sacas de adentro. No precisas captarla de un arriba que no existe porque Yo no estoy ni arriba ni abajo, Yo estoy en Todo, y en ti, y soy tú.

 

Interlocutor: Desde que iniciamos la conversación, la sesión, notas que he levantado o que estoy levantado o que todavía no lo encontré...

 

Eón: La has encontrado apenas en 1%. Eso lo vas a hacer en un lugar donde puedas recostarte, mentalmente y lo hagas bien, fuera de ruidos o puedas acompañarte de una música muy suave. Pero aún haciendo ese trabajo diariamente o ese placer diariamente, porque no es un trabajo, eso no significa que cuando puedas y tengas la posibilidad te alejes de personas tóxicas porque aun estando menos vulnerable, siempre lo externo puede afectarte porque como unidad biológica nunca serás invulnerable del todo, eso no existe. Lo importante es que sepas que dentro de tus posibilidades tendrás todo.

 

Interlocutor: Todo, todo.

 

Eón: Entonces, eso que tú thetán planifica para ti lo lograrás. Reitero para que te quede grabado en tu mente: Aun teniendo algunos retrasos nada impedirá que lo consigas.

 

Interlocutor: No hace falta ya el título. Todos estos días pensaba que un título universitario no es nada comparado con el título que ha intencionado mi thetán y que me has otorgado Tú como posibilidad en esta vida.

 

Eón: Un título puede abrirte caminos en esa sociedad pero si te remontas a dos milenios atrás de vuestro mundo pregúntate qué título tenía el Maestro Jesús. O si te remontas medio milenio más atrás, ¿qué títulos tenía el príncipe Siddharta? Esta es una sociedad cruel y como dijo el filósofo Rousseau, dice que el ser humano encarna como ser bueno y la sociedad lo puede transformar en malo. No, no es así porque nadie manipula si uno no se deja manipular. No, no es así. No es así literalmente porque muchos seres humanos leen un filósofo y todas las frases que dicen las toman literalmente y nada debe ser literalmente, todo se puede debatir. ¿Me entiendes hasta ahí?

 

Interlocutor: Sí.

 

Eón: Sí, es cierto. Un título a veces puede abrirte caminos. Pero en este mundo -y hablo de este mundo porque es el que tú conoces hoy-, conozco muchas unidades biológicas que han logrado cosas imposibles con sus títulos y cada día tienen más pero cada día son más infelices porque no tienen tiempo para la familia, porque no tienen tiempo para ellos mismos, porque están tan absorbidos en su trabajo -y acá hago un juego de palabras para que me entiendas-, que su propio trabajo los absorbe y no tienen tiempo de ser felices, no tienen tiempo de disfrutar, no tienen tiempo de sentir. Y ahí te habrás dado cuenta de cómo tú piensas porque tú has llegado a esa conclusión sin mi ayuda de que un título no reemplaza otras cosas.

 

Interlocutor: Sí, en mi vida inmediata mis padres todo el tiempo, mi hermana también, en cierta otra medida mi hermana pero... Y ellos no me entienden, no me entienden porque no me pueden percibir, porque no les puedo transferir...

 

Eón: Pero nadie es igual a nadie y tú no puedes imponer que te entiendan.

Un maestro dijo una vez "Hazte cuenta que tú estás trepando una montaña piramidal perfecta, un pirámide perfecta. Cuanto más arriba vas llegando más solo estás. Y va a llegar un momento que llegas en la punta en que vas a estar solo".

Como eso tampoco es bueno tú puedes elegir a quien tenderle una mano para que esté contigo. Pueden ser dos, diez, cien pero van a ser personas compatibles a ti. Y los que no te entiendan, mientras no entorpezcan tu camino no importa. Ahora, si no te entienden y quieren imponerte su punto de vista, ya depende de ti el aprender a decir no. Si no se entiende lo profundizo más.

 

Interlocutor: Sí, o sea, lo entiendo pero hasta el día de hoy se me hacía muy difícil decir no.

 

Eón: Eso es por ego. Eso es por ego porque quieres imponer tu punto de vista. Entonces si tú tratas de imponer tu punto de vista vas a ser infeliz porque te metes en el libre albedrío del otro y el otro tiene su punto de vista. Es como si tú te encontraras con un religioso o religiosa fundamentalista y le quisieras decir que este planeta, de vuestros años tiene 4.500 millones y esa religiosa fundamentalista te va a decir que tiene un poco más de 6.000 años y tú te jalarás de los cabellos. ¿Por qué? Déjala que piense así. Mientras no se entrometa contigo, que tú de repente tienes un laboratorio de investigación y esa religiosa te sabotea el laboratorio para que tú no profundices en física, en química o en lo que sea, mientras no haga eso déjala. Doy el ejemplo demasiado crudo para que entiendas a qué me refiero. Si gente de tu familia o de tu entorno no piensa como tú, hasta puede descalificarte y pensar que tú estás en otra cosa. Mientras no te pongan el pie en tu proyecto, en tu camino, es problema de los demás. Si tú tratas de imponer -como dije antes- tu punto de vista eres tú el que estás invadiendo e invalidando al otro. No hay dos personas que piensen igual, ni siquiera las almas gemelas piensan igual. Pero las almas gemelas en los planos altos tienen una ventaja, que pueden debatir y escucharse el uno al otro. Si uno habla y el otro se tapa los oídos y no quiere escuchar porque tiene su punto de vista, entonces no son almas gemelas. No significa que tenga que descartarse esa otra persona mientras te permita hacer lo tuyo. Y siempre doy el ejemplo de maestros del plano físico: "No permitas que te haga lo que tú no harías al él". Esto significa: No importa que no piensen como tú pero que te permitan hacer tu vida. Y eso es importante.

Este receptáculo ha grabado mi mensaje, solamente tienes que escucharlo nuevamente y recapacitar sobre todo lo hablado a través de esa unidad biológica.

La Luz de todo el universo para ti.

 

Interlocutor: ¿Puedo hacerle una última pregunta?

 

Eón: Por supuesto.

 

Interlocutor: ¿La forma de comunicarnos es interior?

 

Eón: Siempre.

 

Interlocutor: Es interior.

 

Eón: Siempre.

 

Interlocutor: ¿Tú me has salvado o ha sido mi thetán cuando tenía 15, 16 años?

 

Eón: Ha sido tu thetán. Y de alguna manera, una billonésima partícula mía también incidió en el concepto de tu thetán.

 

Interlocutor: Yo siempre tuve la sensación de que podía ganar el Loto.

 

Eón: Eso es aleatorio. Para evitar infelicidades y frustraciones, todo proyecto que tengas que sea un proyecto sólido y coherente. Tú puedes tener sueños, miles, millones de sueños mientras sean solamente sueños. Ahora, si tú de repente te pones un sueño como una meta pero resulta que ese es un sueño demasiado difícil de lograr, es más fácil que haya en ti una frustración.

 

Interlocutor: Sí.

 

Eón: Porque tú de repente dices: -Bueno, me voy a ganar un gran premio con un gran dinero y me compro una isla para mí solo donde tenga únicamente a los seres que me entiendan y dinero para subsistir hasta el último día de esta encarnación.

Pero la orientación es que es más fácil que tengas metas más posibles, más probables. Eso no significa que aleatoriamente a la semana de esta comunicación ganes un premio -¡esto no es real, esto es una hipótesis!-, pero pon tu mente en lo concreto, pon tu mente en el día a día pero permítete soñar. Permítete soñar mientras separes el sueño de la realidad.

 

Interlocutor: Y la comunicación propia con mi llamado thetán, ¿cómo la trabajo para no tener interferencias y para poder escucharlo?

 

Eón: La interferencia es tuya, no viene de afuera ni de espíritus del error. A veces es tuya.

 

Interlocutor: O sea, por lo que entendí es prácticamente en su totalidad emocional mía.

 

Eón: Sí. Y tiene que ver con una cuestión de confianza. Muchas unidades biológicas escuchan mentalmente -escuchar es una manera de decir para que entiendas-, captan mentalmente a su thetán y lo descartan porque dicen: -No, no, no, me pareció, sentí, creí, puede ser...

No, se trata de tener esa confianza.

 

Interlocutor: Y las últimas dos cosas. Una, para saber si tengo algún problema dentro mío, que hay veces me acorta toda la parte derecha muscular.

 

Eón: Producido por ti. Sí. Es emocional, ansiolítico. Sí.

 

Interlocutor: ¿La solución a esto es ser más sentimental y menos emocional?

 

Eón: Sí, pero cuando hay un problema físico no dejes de ver a la parte médica.

 

Interlocutor: Sí.

 

Eón: Pero sí, lo emocional. Puede haber algo emocional pero tiene que ser benigno. De repente si tienes un ser querido que logró un objetivo no está mal dejar fluir una emoción o hasta unas lágrimas, eso no está mal. Lo emocional es negativo cuando te perturba. Eso tómalo como aforismo: "Lo emocional es negativo cuando te perturba". Si no te perturba, la emoción no es negativa aun viniendo del ego porque es más sentimental que emocional. Todo lo que te perturba es negativo, mientras no te perturbe está bien. Tú de repente miras en tú plano físico una película que es muy emotiva y sentimental y tú puedes sentir como una congoja porque tú te metes en el personaje. Y tú dirás: -Bueno, pero eso me está produciendo algo negativo porque siento un pequeño dolor en la garganta de angustia.

En tanto y en cuanto la película termine y tú digas "Es una película. Fueron roles. Ya está", está bien. Ahora, si tú te quedas -y voy a utilizar una frase vuestra- enganchado con esa angustia, ahí ya es porque hay una deficiencia dentro tuyo, no tiene que ver con la película que viste, es porque algo se removió dentro tuyo.

 

Interlocutor: ¿Para levantarla a mi pareja?

 

Eón: Que escuche también la sesión, por favor, porque lo mismo que cabe para ti cabe para ella y para cualquier unidad biológica.

Acuérdate que vosotros os potenciáis en lo bueno y en lo negativo, si uno es vulnerable va a potenciar al otro en lo vulnerable. Entonces si uno hace el ejercicio con la Luz Blanca Nevada y el otro -o sea, cualquiera de los dos- está vulnerable puede perturbar al otro en ese trabajo de la Luz Blanca Nevada. Sería importante que los dos se potencien al mismo tiempo a favor.

 

Interlocutor: Yo me he hecho estudios, y con esto no quiero tomar tiempo sino no quiero que se agote el receptáculo más de lo que ya está. ¿Yo soy estéril por algo divino, por elección de mi thetán o por el azar o cuestiones físicas?

 

Eón: No existe el azar en eso y no existe elección del thetán, directamente tienes una baja cantidad de espermatozoides. Son síntomas de ADN de la misma manera que hay personas que tienen glóbulos rojos más pequeños que de alguna manera limitan la cantidad de hierro en el organismo. Y es un tratamiento distinto, lo mismo que el tratamiento de fertilización.

No, no se trata de ser estéril, se trata de una cantidad de espermatozoides más baja. Pero eso no es ser estéril. O sea, no te mentalices en eso.

 

Interlocutor: Bien.

 

Eón: Hasta todo momento.

 

Interlocutor: Muchas gracias.