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Psicoauditación - María Ángela

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

 

Sesión del 02/05/2012

Sesión del 10/05/2012

Sesión del 04/07/2012


Sesión 02/05/12
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de María Ángela

Creció con las enseñanzas de su tío, pues sus padres eran cerradamente religiosos. En una batalla que hubo sus padres murieron y quedó con complejo de culpa por pensar que alguna vez les había deseado mal. Le costó encontrar un joven amplio de criterio que acabó apuñalado por mandato de las autoridades eclesiásticas -según supo luego- por estar manifiestamente en contra de la religión. Ha descargado muchos engramas que se generó al estar en una sociedad donde muchos que no piensan como tú te condenan.

 

Jorge Olguín: Vamos a hacer una sesión con el thetán o yo superior de María Ángela para que relate alguna vivencia o algún incidente donde le provocaron alguna emoción dolorosa o un incidente doloroso físico que le haya provocado algún engrama que aún no tenga resuelto y que le esté condicionando. Comenzamos.

 

 

Interlocutor: ¿Ya estás incorporado?

 

Entidad: Sí, así es.

 

Interlocutor: Hola, te saludo y te escucho.

 

Entidad: Mira, he pasado distintas vidas donde no se me ha respetado. Tengo decenas de vivencias donde se me han implantado engramas por abandonos, por malos tratos, por desprecios, por indiferencias del entorno, por burlas, donde mi estima ha bajado más allá del piso.

Hace mucho tiempo, bastante más de un milenio, tuve una vida en Bretaña donde me llamaba Jenny, Jenny Smithson. Estábamos en una aldea, era una joven bastante agraciada, mis padres era humildes, pobres, honestos, eran queridos por la comunidad. Era un poblado bellísimo en cuanto a la gente.

Un día voy a la casa del tío Jackson, Jackson no era muy querido por mis padres porque ellos eran muy religiosos y Jackson se había separado de su mujer. Nadie le creyó, él había descubierto que le engañaba con un amigo y tuvieron un tremendo conflicto durante meses hasta que ella se fue del hogar. Se fue al continente, a las Galias. Se comenta que allí enseguida consiguió otra persona con la cual convivir. Y él conoció a una joven muy linda, Elizabeth, con la cual convivió pero mis padres no lo iban a visitar porque decían que la convivencia no era permitida por Dios.

Mi tío me ha enseñado muchísimo. Me decía: -Mira querida, yo estoy con una mujer que me respeta, una mujer que me quiere, una mujer que me contiene cuando estoy con problemas. -Él vendía telas, a veces no le iba bien- Mi pareja anterior me maltrataba, no físicamente, moralmente. Decía que yo era bueno para nada, que no traía dinero, que a comparación con mi vecino yo era un fracasado... Digamos como que era absolutamente hostil.

Pero yo podía pasar por eso porque estaba como resignado y aunque sé que esta palabra está mal porque uno no debe resignarse. Hasta que -como decís vosotros- la pesqué infraganti. Y, bueno, finalmente se fue.

Cuando yo conozco esta persona, Elizabeth, fue para mí como...

 

Interlocutor: Un bálsamo.

 

Entidad: ...un bálsamo en la piel quemada. Me refrescó, me alivió la vida, me contuvo, me escuchó. Tuve la fortuna de darme cuenta de que lo que yo sentía por la otra persona era solamente un simple apego, descubrí el amor de verdad.

Y ese diálogo que mi tío me decía me hacía muy bien porque yo le dije:

-Tío, entonces, ¿por qué Dios no permite eso?

-Eso lo enseña la Iglesia, querida sobrina, eso no pasa en la vida real. ¿Tú crees por fortuna que Dios va a querer que yo siga siendo un infeliz con una persona que te maltrata de palabra, que te engaña con tu amigo, con tu vecino, con quien se cruce en el camino?, ¿tú crees eso? ¿Y tú crees que si te separas es porque rompes los votos y que ya vas a ir al supuesto infierno en el que tampoco creo?, ¿tú crees eso?

Y yo con mi corta edad aprendía mucho, pero claro, era rebelde y me enfrenté a mis padres y de alguna manera de alguna manera les conté a ellos lo que pensaba el tío. Y me decían:

-No te vamos a dejar ir más. Tu tío te llena la cabeza, tú tendrías en este momento que coger la Biblia, leer lo que allí dice Jehová, porque te vas a calcinar en fuego si piensas de esa manera.

Y les dije a papá y a mamá:

-Y por qué Dios tendría que castigarme, ¿porqué tengo una idea distinta?, ¿porqué piense de otra manera? Entonces Dios es cruel que permite -no permite, obliga- a una persona a estar en contra de su voluntad con otra persona que lo vive maltratando de mil maneras.

En lugar de contestarme, ¿sabes lo que me dijeron?: -Tienes que ir a confesarte porque eres una pecadora.

¿¡Qué es pecadora!? ¿¡Qué significa la palabra pecadora!? Obviamente eso no se lo dije a ellos, lo digo para mí.

Me escapé otra vez a casa de mi tío. Había conflictos con la isla vecina, hubo una tremenda batalla, papá y mamá fallecieron. Sentí como que algo se moría dentro de mí y sentí complejo de culpa porque inconscientemente -o quizá yo creo que era algo inconsciente- les desee mal, pero a ver, no mal como para que les paso algo grave, que en este caso murieron, sino como...

 

Interlocutor: ¿Murieron en la guerra?

 

Entidad: En la guerra, sí, una batalla que hubo con la isla vecina. Me quedé a vivir con el tío y con mi tía Elizabeth. Durante meses estuve triste.

El tío me dice:

-¿Pero qué te pasa?

-Es culpa mía.

-Culpa tuya, ¿qué?

Porque en el fondo yo los veía tan religiosos, tan obtusos, necios, que en el fondo decía "Que un rayo les dé en el medio para que les abra la cabeza", pero no que les abra la cabeza literalmente, "Que les abra la cabeza" significaba como que les de entendimiento.

 

Interlocutor: Luz.

 

Entidad: Luz. Y mi tío me dijo:

-¿Tú piensas que esa batalla vino por ti?, ¡siglos hace que tenemos batallas, siglos! Obvio que te tiene que doler, al fin y al cabo eran tus padres, pero amo a Dios querida.

-Pero tío, si tú dices que Dios...

-No querida, ese Dios que te han dibujado no es el verdadero Dios, Dios comprende, Dios está dentro tuyo, Dios sabe todo lo que te pasa. El pecado no existe, existen los actos hostiles. ¿Cómo te va a condenar quién te ama?, Dios no te condena.

Frases como esa, charlas, teníamos permanentemente. La tía Elizabeth quedó embarazada y yo iba ayudar al tío a la tienda. Aprendí a cortar telas, aprendí a vender, me hice mayor, cumplí 20 años y tenía muchos pretendientes pero no los aceptaba porque era un pueblo muy religioso. Conversaba con jóvenes obviamente pero a veces de manera muy sutil para que no se dieran cuenta, sacaba el tema religioso y veía que eran tan fanatizados, tanto...

 

Interlocutor: ¿Qué religión era?

 

Entidad: Católica.

 

Interlocutor: ¡Ah!, católica, estamos hablando.

 

Entidad: Sí, sí, tan fanatizados, no puedes saber lo fanatizados que eran.

Cuando conocí a Alain, Alain era un joven simpático. Lo conocí porque él trabajaba con telas, él traía telas en carros, venía en barco hasta la isla y bueno, era como una especie de cliente del tío, y las Galias es lo que sería lo equivalente a Francia. Alain era de criterio amplio, era lo que yo quería y terminamos comprometiéndonos. Y, bueno, se quedó a vivir en Bretaña.

A diferencia mía, que yo era cauta, él no era cauto, él desparramaba a viva voz lo que él pensaba de la religión y se granjeó muchos enemigos. Nos casamos, quedé embarazada.

Estando embarazada de dos meses, un día viene el tío y me abraza con lágrimas en los ojos. Le digo:

-¿Le pasó algo a la tía Elizabeth o a la nena? -Ya tenían una nena bastante grande-. Negó con la cabeza.

-Es Alain.

Sentí como algo dentro mío.

-¡Qué le pasó, qué le pasó!

Lo habían hallado apuñalado, un puñal en la espalda. Nunca se supo quien era o quizá nunca quisieron averiguarlo, porque en realidad a la sociedad le molestaba Alain con esa forma de pensar.

 

Interlocutor: Ahora, como thetán, lo sabes.

 

Entidad: Habían sido las propias autoridades eclesiásticas, la propia Iglesia lo mandó matar. ¡La propia Iglesia lo mandó matar!

Pero no me veas como thetán, veme como ese rol en Bretaña donde de repente embarazada, viuda, con una sociedad cerrada, injusta. Me refugié más que nunca con el tío y la tía y entendí que hoy, en pleno siglo XXI, hay muchos que no piensan como tú y te condenan, y te rechazan, y quizá te dan vuelta la cara, y quizá no encajas porque te sientes distinta. ¿Y cómo no vas a tener engramas?, engramas de incomprensión, de dudas, engramas de orfandad, engramas de abandono, no abandono directo, primero pierdo a mis padres, pierdo a mi gran amor.

Le agradezco a Dios el haber tenido al tío y a la tía y a la primita.

 

Interlocutor: ¿Cómo estás con este incidente, has descargado?

 

Entidad: He descargado bastante. Tuve un parto complicado pero salí adelante. Tuve también una niña que le llamé Elizabeth por la tía.

Y claro que esas cosas te bajan la autoestima, el rechazo, las ideas que no puedes comentar porque la gente te mira como si tú fueras la distinta. ¿Pero sabes qué?, a veces uno tiene un orgullo sano de ser distinto porque eso de que la mayoría tiene la razón, eso es un cuento para niños que nos han hecho creer, tú lo sabes esto.

 

Interlocutor: Sí por supuesto.

 

Entidad: María Ángela lo sabe eso. Gracias por escucharme.

 

Interlocutor: Antes de concluir la sesión, quisiera que le des, si es posible, algunos consejos a tu parte encarnada. Puedes explayarte.

 

Entidad: Me voy a explayar con muchísimo gusto.

Todos tenemos conflictos. Yo, como thetán, no es que sea espíritu sabio, el hecho de que mi parte encarnada tenga una sola vida, el hecho de que yo habré vivido cien vidas, me da experiencia. No sé si sabiduría, pero la experiencia de tantas vidas te da -la palabra no sería autoridad porque no me gusta esta palabra, detesto la palabra autoridad- te da el don de poder orientar. Sé que a veces no se pueden evitar los conflictos. De repente tú tienes un trabajo y no consigues otro, y tienes un jefe que tiene mal talante, malos modos y no tienes más que agachar la cabeza porque si no te quedas sin trabajo y sin comer. O de repente vives en un grupo donde no puedes alejarte de ese grupo por un problema económico y tienes que agachar la cabeza, aún sabiendo que ese jefe, o ese grupo, o ese entorno, o esa relación te están haciendo daño. Pero a veces, si tú miras saliendo de la escena, si tú miras desde arriba, tú ves que a veces tienes escape porque en realidad yo me considero importante como ser espiritual y mi 10% también es importante porque es única, entonces puede salir de los conflictos. Y de aquellos de los que no puede escarpar todavía no significa que no pueda irse nunca de esos conflictos. Pero como dice el excelso Maestro Johnakan, nosotros heredamos del Padre el libre albedrío Divino, tenemos la capacidad de optar, tenemos la capacidad de elegir, podemos elegir, nadie nos puede prohibir el optar, nadie nos puede coartar esa libertad de acción. A veces -y quizá voy a decir una frase muy negativa, "estrategas de guerra", y digo negativa porque la última palabra no me gusta- pero a veces hay que ser estratega de la vida, no sé si se entiende...

 

Interlocutor: Sí

 

Entidad: ...a veces hay que ser estratega de la vida, buscar estrategias, tácticas y trazar un mapa de la vida para ver de qué manera podemos ser felices, pero no ser felices egoístamente diciendo: "¡Ah!, yo como mujer voy a ser feliz y nada me importa", todo lo contrario, todo lo contrario, "Voy a ser feliz para tender esas redes de felicidad a los demás".

 

Interlocutor: ¿Estás hablando de tú 10%?

 

Entidad: Sí, por supuesto, es una orientación para mi 10%, y que mi 10% pueda luchar por esa felicidad pero no quedarse ahí cruzada de brazos con esa felicidad porque sería estéril, no sirve, no es útil, en la vida tenemos que ser útiles, tenemos que rendir utilidad. Y el excelso Maestro ¿qué dice?, que el Servicio es Amor hecho Obra, porque la palabra Amor por sí misma, por más que la abones no crece la planta.

 

Interlocutor: La planta crece con el Servicio.

 

Entidad: Que es la Obra. Pero no se puede obrar si tú tienes una cadena, si estás atada de pies y manos. Entonces, metafóricamente hablando, tú te liberas de esas ataduras optando, eligiendo, a veces se puede a veces no, es cuestión de ver el momento oportuno. Y ahora sí me retiro. Gracias por escucharme.

 

Interlocutor: Muy bien, hasta luego, entones.

 


Sesión 10/05/12
Médium: Jorge Raúl Olguín
Interlocutor: Karina
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de María Ángela

En esa encarnación vivió en un entorno duro, difícil donde la explotación del hombre era el pan de cada día. Y la religión, que prohibía y decidía las relaciones entre las personas. Por esa causa no pudo permanecer con quien se hubiera llevado bien. La entidad le transmite a su 10% que hoy es otra vida y que no ceda a condicionamientos del pasado. Y que tiene en sus manos la elevación suya y la de su espíritu.

Sesión en MP3 (2.785 KB)

 

Interlocutor: Bienvenida...

 

Entidad: Muchas gracias.

 

Interlocutor: ¿Cómo te encuentras?

 

Entidad: Bien, un poquito más aliviado, como thetán, de la sesión anterior. Hay una vida que me pesa bastante, que de alguna manera me ha cambiado el temperamento, la forma de pensar.

Con mis padres y mi hermano no conocíamos el nuevo mundo, decían que allí había mucho trabajo, había mucha posibilidad de crecimiento. Yo tenía 15 años, mi hermano 17 y los cuatro viajábamos en un barco hacia América. Dejábamos a familiares, primos en Irlanda pero necesitábamos crecer, trabajar, iniciar una nueva vida. Para mí, a mi corta edad, era una aventura. En esta encarnación me llamaba Margaret Mackintosh y...

 

Interlocutor: ¿Sentiste tristeza al alejarte o sentías alegría por el nuevo lugar a donde ibas a ir?

 

Entidad: Sí, por supuesto, había tristeza en mí corazón pero sentía un anhelo, unos deseos tremendos. Iba a pensar que el viaje se me hacia interminable pero había tanto por hacer.

Viajábamos prácticamente abajo de todo porque era un barco bastante grande y tenía compartimientos abajo de la cubierta y otro más abajo. Como nuestro dinero era poco nos tocó la parte más baja del barco. Y prácticamente en el barco hicimos una nueva vida porque conocí a otras niñas, compartíamos momentos, no nos dejaban subir a cubierta, rara vez.

Cuando ya hacía un mes que estábamos viajando pensé que moríamos todos porque nos azotó una fuerte tormenta y el barco se sacudía de un lado para el otro, vomité tres veces esa noche, me prepararon una pócima caliente. Al día siguiente había sol estaba todo sereno, fue una de las pocas veces que nos permitieron subir a cubierta y se veía mar por todos lados, nada de tierra.

Le dije a papá "¿Existe otra tierra? ¿Es verdad que existe?", porque no llegábamos nunca. Al cabo de tres meses, "tres meses", llegábamos por fin a una ciudad imponente con un puerto gigantesco e infinidad de obreros trabajando. Había otros barcos amarrados...

 

Interlocutor: ¿Qué lugar era?

 

Entidad: Nueva York. Y llegamos a Nueva York. Nos alojamos en una casa de inquilinato, que allá se llamaba al lugar de rentas. Prácticamente no teníamos casi dinero y mi padre empezó a trabajar al poco tiempo en un aserradero, le pagaban la cuarta parte de lo que él había creído que le iban a pagar pero ya estábamos allí. Nos alcanzaba para pagar la renta, para vivir y no era lo que esperábamos, papá trabajaba de sol a sol, prácticamente no nos veíamos en todo el día. La vida era bastante dura, bastante, bastante dura.

 

Interlocutor: ¿Y tú ayudabas a tu padre o ibas a la escuela?

 

Entidad: No, no; prácticamente teníamos una profesora particular pero solamente le pudimos pagar tres meses. Tenía los conocimientos básicos de lectura pero leía muy, muy poco. Tenía que haber aprovechado porque en Irlanda había una señora que a todas las jóvenes y a todos los jóvenes les enseñaba a leer pero no le prestábamos atención, estábamos con el tema de las ovejas... Y bueno, yo cumplí 16 años y estaba segura de que papá era más feliz en su tierra natal -y que aún trabajando menos el dinero alcanzaba más, teníamos una casa, no teníamos que rentar- le veía cara de amargado, esa nueva tierra de prosperidad no era tal. Yo creo que a papá lo explotaban. Mamá tenía que hacer comida para los obreros y con eso ganaba plata, o sea, yo le ayudaba a mamá en la cocina y el hermano ayudaba a papá en su trabajo, como era menor le pagaban menos pero logramos salir adelante.

 

Interlocutor: ¿Tú fuiste feliz en esa vida?

 

Entidad: Me costó mucho ser feliz, desconfiaba de todo y de todos. Había un banquero -Moisés- y le dije en judío que estafaba a la gente, les daba préstamos hipotecarios para comprar propiedades y luego, como estaba combinado con la gente del puerto, dejaba a todo la comunidad irlandesa sin trabajo porque decían que no había más y era mentira porque llegaban nuevos barcos y seguían contratando. Pero lo hacían a propósito para que la gente pierda sus propiedades, y todo lo que le habían adelantado lo perdía. Y como estaban los contratos firmados por notario no había manera de considerarlo una estafa pero en realidad era una estafa. Papá no se arriesgo, por suerte, a entrar en ese tipo de compras. El banquero murió, el dinero no le sirvió para nada porque tú a la tumba no te llevas nada.

Su hijo era una persona completamente distinta, era noble. Quedó a cargo del banco y les dio préstamos a los nuevos inmigrantes y nunca estafó a nadie. Pero papá ya estaba con problemas de salud y cuando yo tenía 22 años papá falleció.

Parece que no teníamos suerte o que no estábamos bendecidos, eso creíamos nosotros porque mi hermano se metió en medio de una gresca en un lugar llamado "las cinco esquinas" y lo mataron. Me quedé con mamá, pues una mujer era muy endeble en esa época y en esas condiciones.

 

Interlocutor: ¿Qué hiciste tú?

 

Entidad: Ayudé a mamá con el tema de la comida para los nuevos inmigrantes pero prácticamente casi no nos alcanzaba para la renta. Un día en el camino me cruzo con un joven llamado Abraham y nos ponemos a conversar y es como que simpatizamos, y empezamos a, hoy se diría a "noviar", y él nos quiso ayudar económicamente y le dije que no, que no era algo decente que nosotras, como mujeres -una viuda y una soltera- seamos ayudadas por un varón, pero mágicamente el dueño donde rentábamos nos dijo que alguien le había dado un año entero adelantado de renta, y bueno, no podíamos negarlo, ya estaba, pero yo sabía que venía de parte de Abraham.

Meses después descubrí que Abraham era el hijo de aquel señor estafador, el dueño actual del banco, y si bien él era independiente -él tenía otra familia tenía primos, tíos-, si bien él no dependía de nadie porque tenía fortuna propia, era muy religioso, y la comunidad dijo que lo iba a expulsar de su religión si él se casaba con una católica. Y dejamos de vernos.

 

Interlocutor: ¿Cómo te sentiste al respecto?

 

Entidad: Comprendí como era la situación, yo sabía que él me quería de verdad y que era una persona buena.

 

Interlocutor: ¿Tú estabas enamorada?

 

Entidad: Yo sentía un gran afecto, no estaba entregada del todo porque me prohibí enamorarme del todo porque sabía que era imposible. Hoy mismo en pleno siglo XXI hay diferencias religiosas donde es irreconciliable que gentes de dos religiones se puedan casar.

La religión es algo que atrasa, algo que degrada. Me pueden dar con palabras bonitas, dicen que religión viene de religar, de unir... Es mentira, es falso. Aquel que estudió un poco de historia sabe lo que fue la Inquisición, sabe que las cruzadas fueron una mentira, una guerra despiadada entre cristianos y musulmanes. Aquel que encarnó en España, en nombre de la religión le mataban a sus propios familiares, aquel que encarnó en Italia también.

 

Interlocutor: Y esa dificultad que tú tenías para confiar en los demás, como viviendo siempre alerta, ¿tú crees que se lo sigues transmitiendo a tú 10%?

 

Entidad: Mira, mi 10% actual es un rol absolutamente distinto al rol de Margaret o sea es otra la situación, es otra la región, son otras las circunstancias pero hay muchas cosas en común, gente que pone obstáculos, gente que pone palos en las ruedas, como que no todo el mundo habla tu idioma, como que no todo el mundo entiende tu manera de pensar, quizá te oye pero no te escucha.

 

Interlocutor: ¿Y cuál es tu misión con el rol de María?

 

Entidad: María Ángela lo que desea es el poder seguir adelante y ser feliz, y que yo como thetán que descargue todos los engramas que le condicionan tanto.

 

Interlocutor: ¿Qué le puedes sugerir a María Ángela?

 

Entidad: Primero explicarle que los engramas, al igual que los karmas, no son la ley del Talión, no son ojo por ojo y diente por diente. Como thetán, con todas las vidas que he tenido, tengo mucha experiencia en enseñar. Sin ser un espíritu sabio -no me creo un espíritu sabio, me creo un espíritu con experiencia- le puedo decir que a veces un condicionamiento de soledad por engramas de soledad de una vida anterior no significa que en esta vida le condicionen de la misma manera porque es como la humedad de la pared, no es que manche donde pierde la humedad puede correr por adentro y de repente sale la mancha donde menos lo esperas. Entonces, con los condicionamientos, el condicionamiento en el ser humano hace que no actúes natural, que a veces puedas buscar la aprobación de los demás, que a veces tú misma puedas ser desconfiada o intolerante, o si piensas que de repente -es un ejemplo tonto- si un perro te ha mordido la mano porque tú nada más lo has acariciado, tú sospechas que todos los perros te van a atacar cuando no es así, porque lo dijo el Maestro del Maestro "No midáis a todos con la misma vara", y es una frase cierta, es una frase cierta.

En esa vida anterior en Nueva York, Abraham, el hijo de Moisés, era un excelente joven que se casó con una joven, Rebeca, tuvieron dos hijos, nos seguimos tratando pero sé que él no fue feliz.

Hay religiones donde hay matrimonios por conveniencias y eso es algo tan aberrante, porque dejan de lado lo más importante que es el amor, la comprensión, el entendimiento, el diálogo, el respeto, el compartir gustos, el entenderse con la mirada. No hay, ni siquiera hoy existe eso, son contadas las personas que encuentran una pareja afín. Hay un Maestro que dice que no tenemos una alma gemela, que tenemos cientos de almas gemelas que son espíritus que vibran en sintonía, pero debo reparar que también hay mucho ego en las almas gemelas y que a veces aun llevándose bien hay competencias egoicas, y siempre puede haber diferencias que te marquen. Y tú sabes que no todos tienen amplitud de criterio, que es lo que dice un excelso Maestro, a veces es más importante la amplitud de criterio que el compartir gustos: el ponerse en lugar del otro, el comprender, el entender, el disculpar a veces errores...

 

Interlocutor: El no ponernos reactivos por cosas que quizá no son tan importantes.

 

Entidad: ¡Ah, sí!, pero no es fácil, no es fácil no ponernos reactivos, hay cosas que te sacan de las casillas, hay cosas que te hacen rebelar. Reconozco que hay engramas de vidas pasadas que, de alguna manera, te vuelven o desconfiada o impaciente y son cosas a superar, pero no se superan con un chasquido de dedos "!tac!" y de repente tu cambias, son cosas que tú debes trabajar, asimilar, entender, digerir pero son cambios que se van dando lentamente, de a poco.

Lo único que le pido a mi 10% es que entienda que los cambios existen, que son paulatinos pero que son, pero que el 10% no espere todo el trabajo del thetán, o sea, que el 10% debe apoyar al thetán. Porque el 10% en el plano físico tiene poder, tiene poder de levantar al thetán al plano máximo de Luz o de jalarlo hacia abajo con sus actitudes, acciones o inacciones.

 

Interlocutor: Tiene la capacidad de obrar y de llevar al plano terrenal o material, aquello que piensas y que sientes.

 

Entidad: O también tiene la capacidad de no obrar, de estar en inacción y eso también es karmático, entonces...

 

Interlocutor: El no ser indiferente.

 

Entidad: El no ser indiferente y no vivir de la aprobación del otro ni a favor ni en contra, no exacerbar.

 

Interlocutor: O sea, que debe actuar por convicción.

 

Entidad: Sí, no exacerbarse ante la crítica ni ser presa del halago, las dos cosas son negativas. Y a veces, la palabra del otro, como no estamos seguros si es una palabra sincera debemos tomarla con pinzas. Entiendo que a la gente se la va conociendo a lo largo del trato, tanto en un trabajo, como en una relación, o una amistad. Porque tú puedes impostar, tú puedes fingir un tiempo, pero en determinado momento si tú impostas esa máscara se termina cayendo, y eso es lo que mi 10% tiene que entender. Que no cambie 180º, que no esté de acera en acera ni en el medio de la calzada tampoco, o sea, que no pase de una desconfianza absoluta a una confianza total, que vaya... así como cuando tú degustas una buena comida y la saboreas y no tienes esa gula que te tragas todo de golpe, cuando tú conoces a una persona es exactamente lo mismo, saboréala, en el buen sentido lo digo, conoce a la persona, dale una oportunidad a la persona, ni condenes ni apruebes de entrada, dale una oportunidad y tú vas evaluando. Un Maestro de Luz dirá "¿Tú quién eres para evaluar a otro?". No, nadie, pero así como me valora a mí yo tengo el libre albedrío divino del Padre para evaluar a quien yo desee y esto no está mal y eso no me va a bajar de nivel. Evaluar significa el que si yo deposito la confianza en alguien, debo saber en quién la deposito. Imagínate si mi padre hubiera depositado la confianza en Moisés y le hubiera entregado todo su dinero.

Eso es lo que quería decir en esta sesión.

Te agradezco mucho, estimada interlocutora el permitir expresarme.

 

Interlocutor: No, muchísimas gracias a ti por estar aquí. Y me alegro que hayas podido descargar sobre esa vivencia anterior.

 

Entidad: Lo único que puedo decir es que esa tierra prometida de Nueva York, en ese siglo, te aseguro que era más pesadilla que alegría. Gracias.

 

Interlocutor: Hasta todo momento.

 


Sesión 04/07/12
Médium: Jorge Raúl Olguín
Interlocutor: Karina
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de María Ángela

La entidad comentó una vida en España donde se generó engramas por causa de que su padre vivía de apariencias y descuidó a su madre y a ella. Se habló de que el rol hereda en cierta medida la personalidad de la entidad y en esa personalidad están incluidos engramas de vidas anteriores. Le aconseja enfocarse más en su propia persona sin buscar roles de víctima.

Sesión en MP3 (3.045 KB)

 

Interlocutor: Bienvenido...

 

Entidad: Buenas. Estoy aquí nuevamente.

 

Interlocutor: ¿Cómo estás? ¿Cómo te encuentras?

 

Entidad: Como thetán bien, pendiente de los vaivenes de mi parte encarnada.

 

Interlocutor: ¿Cómo ves a tu parte encarnada?

 

Entidad: En distintas vidas -y no es por buscar una excusa pues he conceptuado con otros thetanes a los que les pasa exactamente igual- vivimos generalmente disconformes con cosas que nos suceden y como muchas veces por nuestros propios roles del ego nos fijamos en lo que nos sucede no reparamos en situaciones más que adversas que les suceden a otros. Me diréis: "Bueno, pero a cada uno le duele lo suyo". Por otro lado es cierto, quizá un pequeño dolor uno lo sienta casi imperceptible mientras que el tremendo dolor de muelas del otro no lo va a sentir en absoluto porque es del otro. Entonces nos acostumbramos, nos educamos, nos condicionamos, nos manejamos de una manera que no nos permite ver más allá de nosotros mismos.

 

Interlocutor: Te escucho.

 

Entidad: Hay muchos tratados, si se quiere, muchas escuelas que hablan de la diferencia entre la autoestima y el egoísmo.

 

Interlocutor: Y tú, ¿cómo lo ves? ¿Estás de acuerdo?

 

Entidad: Estoy de acuerdo en que los Maestros lo diferencian de una manera muy clara.

 

Interlocutor: ¿Pero no te es tan fácil sentirlo, digamos, a ti?

 

Entidad: No, no. Los Maestros hablan de que el egoísmo exacerbado es egocentrismo, todo gira alrededor de uno mismo y no ve más allá de sus narices mientras que la autoestima es aceptarnos, querernos, no vivir de la aprobación del otro pero tampoco manipular y no dejarnos manipular. Creo, y es mi opinión, que aunque los Maestros digan que el ego es un lastre lo tomo -y me hago cargo de mis palabras- como que es una pequeña herramienta para crecer nuestra estima. El pensar primero en nosotros mismos y nada más que en nosotros mismos de alguna manera es como que nos permite focalizar la atención en uno, que nada te disperse, que nada te distraiga, que nada se entrometa en intentar nuestro propio salvataje. Una vez conseguido llegar a la orilla sin haber naufragado, una vez logrados nuestros proyectos podremos ocuparnos del otro. Pero que los Maestros enseñen que, aun durante el viaje, en ese camino tendamos manos... ¡apenas podemos con nosotros mismos!

 

Interlocutor: ¿Cómo ves tu comunicación con tu 10%?

 

Entidad: No veo ida y vuelta. Es muy difícil que mi 10% femenino me perciba.

 

Interlocutor: ¿Está demasiado perturbado por la cotidianidad de las cosas que le suceden en el mundo físico?

 

Entidad: Sí, seguramente que sí pero no es solamente por eso.

 

Interlocutor: Entonces, ahora que puedes hablarle, ¿qué le sugerirías? ¿Qué le quisieras decir que sea importante para ella?

 

Entidad: Primero te comento que habrá un 1% que se contacte su thetán, el resto es apariencias. Hay mucha gente que dice "yo me contacto" y no se contactan; lo dicen para hacerse notar con el otro. No deja de ser una manera de buscar la aprobación del otro o de hacerse notar, tipo narcisista. Le diría que se enfoque más en su propia persona, sin buscar roles de víctima. Todos los seres humanos en cada región, en cada mundo… Yo mismo como thetán en distintas encarnaciones he pasado por situaciones graves, verdaderamente graves pero he aprendido que a veces el desesperarnos no tiene sentido porque no nos da la solución.

 

Interlocutor: ¿Hay algún consejo que podrías darle para que, quizás, esto le resulte un poco más fácil?

 

Entidad: No sé si algo es fácil en la vida. De repente tú tienes un proyecto y ese proyecto se trunca, se frustra por lo que fuera y en la razón que fuera y...

 

Interlocutor: Bueno, ¿hay un método, entonces? ¿Hay una manera?

 

Entidad: No, no la veo. No voy a ser hipócrita con mi parte encarnada. ¿Quieres que diga algo? Lo digo: coger los bártulos y empezar de nuevo. ¿Algo que fracasa? Busca otro blanco, otro punto de vista...

 

Interlocutor: Y no sentarnos a llorar por lo que pasó, seguir adelante.

 

Entidad: Claro pero todo esto es conceptualmente. Pero de repente tu cuerpo encarnado, tu ser, tu psiquis, tu persona, tu carácter, tu personalidad, todo tu yo queda con heridas de las esquirlas, de la explosión que es la vida y en ese momento no sabes qué vas a hacer, si vas para adelante, si vas para atrás, si te quedas ahí. Quizá pinto la cosa de una manera demasiado dramática pero la vida de por sí es un drama. Yo lo digo de una manera impersonal, sin emoción, exento de ego. Y sí, acuerdo con los Maestros que no tiene sentido pensar "por qué no habré hecho otra cosa, en un momento de mi vida tenía opción para cambio y lo deseché" o "por qué elegí este camino y no el otro" pero los porqués, los cuándo y los cómo no me van a dar una solución, no me la van a dar. Entonces, la solución me la va a dar lo que yo piense, elija, de ahora en más, no lo que pude haber hecho.

 

Interlocutor: Te entiendo.

 

Entidad: Es coger una novela y leer la vida de alguien.

 

Interlocutor: ¿Hay algún hecho de alguna vida que quieras repasar?

 

Entidad: María Dolores Pericón del Castillo Zorzal. Fue una vida en Murcia.

 

Interlocutor: Cuéntame que ha sucedido.

 

Entidad: Mira el lastre de mi nombre y apellido y me decían solamente María. Mi padre era un ilustre, un tremendo ilustre, bueno para nada, parásito de mi abuelo. Mi abuelo había luchado junto con mi bisabuelo juntando fortuna. Mi padre heredó un gran negocio. Nunca hizo nada por sí mismo.

Yo, cuando era chica, como toda niña admiraba al padre, para las niñas el padre es lo máximo. Pero a medida que vas creciendo vas viendo las apariencias, te vas dando cuenta que la persona grande tiene más defectos que virtudes, te das cuenta de lo que tú podías haber hecho.

Y fue dilapidando su dinero. Cuando yo ya tenía veinte años, él tenía la cuarta parte de la fortuna de cuando yo era chica. El abuelo ya había muerto y prácticamente no se llevaba bien con mi padre.

 

Interlocutor: ¿De qué manera te afectó tu padre de esa encarnación en tu vida?

 

Entidad: A ver, había una niña que venía del norte de España, que se llamaba Montse, y que me decía: "Tú no te llevas bien con tu padre porque tú querías la herencia". Ese día me sentía tan sensible, tan sensible que me sacó de las casillas y la insulté, le dije de todo, la empujé y la senté en el barro, se ensució todo el vestido. No me habló más. No me importó. De verdad que no era por el dinero, era por la persona, por lo que había hecho con mamá.

 

Interlocutor: ¿Qué había hecho con tu madre?

 

Entidad: La había descuidado, la había dejado de lado. Ella pasó años enferma de los pulmones y él no se ocupaba. Incluso dejaba ayudantes en el negocio y él iba de paseo mostrándose con su ropa nueva por el poblado. Era una persona que le gustaba el juego, le gustaban las apariencias. Iba de repente a tomar unos tragos y les pagaba una ronda a todos. No nos faltó de comer pero no es el hecho, es el hecho de que lo que él enseñaba era...

 

Interlocutor: O sea, nunca fue una persona demostrativa y cariñosa contigo y con tu madre.

 

Entidad: No, todo lo contrario, era una persona empalagosa. Empalagaba de tan...

 

Interlocutor: Cuando estaba, digamos, cuando estaba empalagaba.

 

Entidad: Claro, cuando estaba, pero al día siguiente se borraba. Entonces, era todo ficticio, era un actor de teatro -lo digo de manera figurada- y seguramente me quedó como engrama que la gente finge.

Yo después fui feliz como María en esa vida. Conocí a un joven, Vicente, trabajador, honesto, honrado, sacrificado, cariñoso, leal, lo opuesto a lo que era mi padre. Fui feliz. Tuve tres niños, tres varones, fui feliz. Pero los engramas igual te quedan, porque quedan grabados de cuando eras niño, de cuando eras adolescente, te queda. Esos engramas de decir conoces a una persona y la miras como si tus ojos fueran rayos X a ver cómo es por dentro pero no cómo es por dentro a nivel óseo.

 

Interlocutor: ¿Te ha afectado mucho ese engrama en esta vida, en esta encarnación como María Ángela?

 

Entidad: No es que un engrama te afecte.

 

Interlocutor: Digamos que lo arrastras.

 

Entidad: Te afecta un conjunto de engramas porque no es solamente un engrama de esa vida. Tengo una vida en lo que hoy es Múnich, que tenía un engrama de desprotección, donde mi familia murió teniendo yo cinco años. Hay una sumatoria de engramas que hacen que te condiciones y que a veces no puedas ser natural. Ahora, como yo -como thetán- sé que todos esos fueron roles -el rol de María, el rol de Navia en la Germania, el rol de Joana en la Galias son roles- entonces cuando tú naces en otra región es borrón y cuenta nueva y lo que tienes que hacer es ocuparte de tu propia persona.

 

Interlocutor: Podríamos decir que un thetán tiene una manera de ser. Cómo te escucho, cómo eres tú podemos llamarle personalidad y dependiendo del rol que nos toque en determinadas encarnaciones vamos a hacer una vida diferente porque las condiciones son diferentes porque la familia donde nos toca nacer es diferente y, bueno, obviamente que estamos por un lado condicionados por el entorno que nos toca, que a veces somos ricos, a veces somos pobres, a veces nos falta el padre. Hay mil situaciones. Pero el thetán que encarna con una personalidad en esa personalidad podemos decir que están incluidos los condicionamientos producidos por engramas de vidas anteriores, ya hay una predisposición, una manera de ser y actuaremos acorde a la situación que nos toca en esa encarnación.

 

Entidad: Siempre se pensaba que la personalidad la tenía el 10% encarnado, porque rol significa protagonizar, tener un papel en una escena, la escena de la vida. Pero es cierto lo que tú dices.

 

Interlocutor: He hablado con muchísimos thetanes y quizá esto sea nuevo para muchos pero cada uno tiene una manera de ser, distinta, diferente a los demás. Por eso te consulto acerca de esto, de que tú tienes una personalidad, como todos, como espíritu tienes una manera. No es que sólo te diferencias por el nombre sino por tu forma de ser.

 

Entidad: Digamos que la parte encarnada hay dos cosas que la marcan como si fuera un lacre, ese lacre que lleva la carta y luego arriba le ponen el sello. La personalidad del thetán -que sí tiene personalidad aun no siendo rol- manda condicionamientos engrámicos. Más, obviamente...

 

Interlocutor: Obviamente que el carácter se ha de formar en cada encarnación porque el carácter se forma y depende de la educación, depende de la familia, de las condiciones en las que haya encarnado, de su entorno. Entonces, la personalidad podríamos decir que es propia del thetán y el carácter se forma o lo adquiere ese thetán estando encarnado como 10% en el plano físico.

 

Entidad: Más algo que no tenemos en cuenta, que son las lecciones kármicas. A veces tenemos lecciones a aprender y es como que la vida, de alguna manera, nos empuja a pasar por determinadas cosas, que son lecciones a aprender. O sea, no es que todo se pueda revertir porque hay cosas que las debemos pasar para aprender esa lección.

 

Interlocutor: Se entiende.

 

Entidad: Tampoco ser extremistas.

 

Interlocutor: ¿Cuál sería la lección a aprender de María Ángela?

 

Entidad: El hacer oídos sordos a críticas y a halagos, las dos cosas son perniciosas. Y el marchar hacia adelante, no ciegamente como un caballo de tiro pero marchar hacia adelante.

 

Interlocutor: O sea, la constancia, la perseverancia y el no prejuzgar a los demás por una predisposición, quizá, propia de situaciones de vidas anteriores, donde uno sabe qué condicionamiento te predispone a veces sin darte cuenta y sin quererlo a prejuzgar.

 

Entidad: ¿Porque prejuzgar a otros no es, de alguna manera, buscar la aprobación también? A ver, tengo un thetán compañero que encarnó como masculino en una región que no es donde yo vivo, o sea, que no nos conocemos en el plano físico pero si soy muy compañero del thetán de esa persona y a esa persona le fue muy mal en su vida -soy muy discreto y a veces ese thetán compañero baja su cortina conceptual y hay cosas que no me transmite y respeto obviamente su manera de ser- pero algunas veces dejó percibir, lo permitió, que su 10% tiene altibajos depresivos muy grandes e intentó cosas contra su propia vida, pero las intentó de manera muy abierta y dejando señales como para que vengan a salvarlo. O sea, que en el fondo no quería quitarse su vida física sino llamar la atención. El llamar la atención de esa manera tan grave es una de las dependencias por el entorno más fuertes que existen, más fuertes que existen.

 

Interlocutor: Es un demostrar que el entorno te importa más que ti mismo.

 

Entidad: Totalmente, porque lo que busca es llamar la atención de cualquier manera, no importa si es incluso a costa de que tú te lastimes.

 

Interlocutor: ¿Sabes qué significa eso?

 

Entidad: Dime.

 

Interlocutor: Significa por sobre todas las cosas que no te amas y no te tienes respeto a ti mismo como persona.

 

Entidad: Bueno, estoy relatando algo ajeno...

 

Interlocutor: Obvio, obvio. Yo digo que en esa situación esa persona no se quiere, no se tiene respeto. Sin respeto no te puedes amar y si no te amas a ti menos puedes amar a los demás.

 

Entidad: Por suerte mi parte encarnada eso lo entiende, por suerte mi parte encarnada no comparte ese punto de vista y eso que ha sufrido embates de gente que por envidia, celos, lo que fuera, ha puesto obstáculos en su camino.

 

Interlocutor: ¿La ves fuerte y capaz, en este momento, para seguir adelante? ¿Cómo la ves, digamos, en cuanto a su energía, su fuerza?

 

Entidad: Energía no tiene mucha a nivel áurica pero tiene una...

 

Interlocutor: ¿Tú podrías ayudarle?

 

Entidad: De esta manera, explicándole que tiene una fuerza interna que aún desconoce -que obviamente yo como thetán la sé- asumiendo, entendiendo, comprendiendo que puede usar esa fuerza en pos de salir adelante. No es que el camino se le va a allanar cual si te pusieran una alfombra roja en tu vida pero...

 

Interlocutor: Por último, y ya terminando, querido thetán: ¿cuál sería la sugerencia para que encuentre esa fuerza? ¿Cuál sería el primer paso que debe dar?

 

Entidad: Introspección. Por sobre todas las cosas introspección, que todo pasa por uno. Y aclaro para terminar que cuando decimos "todo pasa por uno" no tenemos que buscar la aprobación de los demás pero no significa que no necesitemos a los demás. A veces podemos necesitar una mano de alguien, a veces podemos necesitar un apoyo aunque sea moral. Eso no es ego porque si no, vamos a perseguirnos de que todo lo que hagamos es ego. O sea, no buscar la aprobación del otro no significa que si alguien te quiere dar un consejo no lo aceptes: "No, no, me basto sola". No, no lo pasemos al otro extremo, porque como dice un excelso Maestro, todo tiene que ser equilibrio. Te agradezco infinitamente, querida interlocutora.

 

Interlocutor: Gracias a ti por estar aquí y permitirme dialogar contigo. Hasta todo momento.