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Psicoauditación - Robinson

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

Sesión 27/07/2020


Sesión 27/07/2020
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Robinson

La entidad relata una vida en Ran II, en la que sus roles del ego que le impedían ver las cosas como eran, en sí mismo y en sus relaciones sociales. Un gran genetista se brindó a ayudarle.

 

 

Sesión en MP3 (3.264 KB)

 

Entidad: Daría la impresión como que los roles del ego son una ciénaga donde si tú no puedes cogerte de una liana te hundes irremediablemente.

A diferencia de la ciénaga los roles del ego son impredecibles, se alojan en tu inconsciente, te manipulan. Entiendo que forman parte de uno y es uno el que se..., como decís vosotros ahora, se autoboicotea, como que uno mismo se pusiera piedras en el camino para luego poder señalar a otros como responsables de nuestros propios actos.

 

Mi nombre era Jouvert Lasalle, de Imad, una ciudad bastante importante de Ran II. Había estudiado con muy buenas notas microbiología y genética con un compañero, Moris Diver. Estábamos interesados porque ambos habíamos ido a Central Domo a escuchar una conferencia de Raúl Iruti, uno de los más afamados genetistas en Ran II.

Con nosotros viajaba Ivette Miró. Ivette era una joven que, al igual que Moris y que yo, había sacado notas sobresalientes tanto en microbiología como en genética. Y me atraía, me atraía bastante su manera de ser, su carácter sonriente, su manera locuaz de expresarse. Pero me miraba con afecto.

Pero yo sentía que no era lo mismo como miraba a Moris. Sé que los roles del ego son malos consejeros pero sentí envidia por Moris, porque la joven Ivette no sólo que lo miraba de otra manera si no que le prestaba más atención que a mí.

 

¿Cómo comenzó todo esto? Esta fue mi primera vida. Como thetán, mi nombre es Arduo-El, estoy en el plano 3, subnivel 1. Trato de crecer, trato de entender que el plano 3 es un plano de superación, calificado como plano del error pero de superación, no es un plano de crueldad como el plano 2. Pero esos roles del ego te jalan tanto hacia abajo como si llevaras un lastre de una tonelada sobre tus espaldas y te aplastaran en el piso de una manera incontrolable.

Y si bien los engramas -a mí, como thetán Arduo-El, me los transmitió mi rol en Ran II, Jouvert Lasalle-, esos engramas quedan en mi parte conceptual para que en distintas vidas condicione los distintos roles hasta el rol actual.

 

Era la primera vez que viajábamos con Moris Diver y Ivette Miró a Central Domo. Central Domo era una ciudad inmensa, era prácticamente la ciudad más grande de Ran II, y Raúl Iruti era uno de los más afamados genetistas pero también experto en microbiología.

El aula magna de la facultad tenía capacidad para cinco mil alumnos, profesores, exdecanos.

Recuerdo que decía:

-El campo de la microbiología puede ser dividido en varias subdisciplinas: La fisiología microbiana, un estudio a nivel bioquímico del funcionamiento de las células microbianas, incluye el estudio del crecimiento, el metabolismo y la regulación de éste, estrechamente relacionada con la genética microbiana...

Ivette levantó la mano. Raúl Iruti la miró.

-Usted es genetista profesor, ¿por qué está estrechamente relacionada?

Iruti le respondió:

-Pensemos que la genética microbiana es el estudio de la organización y regulación de los genes microbianos y cómo éstos regulan el funcionamiento de las células. En realidad, estimada, tendría que profundizar sobre genética microbiana en otra conferencia porque es bastante bastante para profundizar. Sólo puedo decir que está muy relacionada con la biología molecular...

Y otra vez habló Ivette Miró. Me sentía como incómodo porque lo interrumpía al profesor.

-Profesor, dice que está muy relacionada con la biología molecular, ¿me puede dar un ejemplo?

-A ver, la biología molecular es la rama de la biología que tiene como objetivo el estudio de los procesos que se desarrollan en los seres vivos, obviamente desde un punto de vista molecular. En su sentido moderno, la biología molecular pretende explicar los fenómenos de la vida a partir de sus propiedades macromoleculares. Dos macromoléculas, en particular, son sujeto de estudio: Uno, los ácidos nucleídos que vosotros conocéis entre los cuales el más utilizado es el ácido desoxirribonucleico, el ADN, el componente en los genes, el mensajero...

-Pero profesor -Otra vez Ivette-, ¿el mensajero no es el ácido ribonucleico, el ARN?

-Claro que sí, claro que sí, pero el desoxirribonucleico también es mensajero, es lo que conecta todo, es una red. Segundo, las proteínas, que son los agentes activos de los organismos vivos.

 

La conferencia se interrumpió. El profesor invitó a hacer un break y fuimos a un bar inmenso que tenía mesas, había taburetes para tomar algo en la barra. Nos sentamos en una mesa.

El profesor se acercó a nosotros, me sentí como cohibido. Se presentó a Ivette:

-Mi nombre es Raúl Iruti, ¿con quién tengo el gusto...?

-Profesor, mi nombre es Ivette Miró, ...no quise ser atrevida.

-No, al contrario, las conferencias que hago son justamente para sacar toda duda, está bien que preguntes. ¿Vosotros?

Mi compañero dijo:

-Mi nombre es Moris Diver, me encuentro muy cómodo. Me recibí pero sigo estudiando, sigo profundizando. He leído unos escritos suyos, profesor, sobre genética, y verdaderamente hay temas que el día de mañana quisiera profundizar con usted, me quedaré un tiempo en Central Domo.

Raúl Iruti dijo:

-Con todo gusto. ¿Y tú?

-Mi nombre es Jouvert Lasalle, de Imad.

-Ajá. ¿Cuál es tú inquietud?

Me encogí de hombros.

-Por supuesto, al igual que Moris, me gustaría profundizar más sobre el tema. -Me miró, hubo como un silencio muy muy muy incómodo.

En ese momento Moris le dijo a Ivette:

-Voy a buscar unas bebidas, ¿vienes?

-Sí. -Se levantaron y fueron a la barra.

El profesor Raúl Iruti me dijo:

-Jouvert, no conoces lo que yo hago.

-¿Cómo no? Usted es experto en genética y también estudió microbiología, pero genética es su fuerte.

-Pero al no vivir en Central Domo no conoces todo lo que hago.

-¿Estudió otra materia?

-No.

-Entonces, no entiendo...

-Hago terapia espiritual. -Quedé confundido.

-Profesor, no sé lo que es terapia espiritual y no entiendo qué tiene que ver con el tema que estamos estudiando y con la conferencia que está dando.

-Nuestro cuerpo es animado por un espíritu, o parte del mismo.

-Eso es una teoría.

-Eso es una realidad, apreciado Jouvert.

-Está bien, pero qué tiene que ver ese tema.

-Porque intuyo que tienes contigo muchas trabas.

-¿Trabas?

-Claro. Intuyo que has sacado muy buenas notas en microbiología, en genética en tu ciudad de Imad, pero entiendo que tienes dificultades en tu vida personal. -Me sentí como molesto, pero no molesto porque me invadía sino porque me desnudaba mi ser con su intuición.

-¿Por qué dice eso?

-Porque lo noto.

-No me he diferenciado del comportamiento de mis compañeros.

-Eso no tiene nada que ver; puedo leer los rostros, las miradas, los gestos, la posición de tu cuerpo cómo te sientas, cómo pones las manos... -Me sentía intrigado, pero me sentía también molesto.

-Profesor, ¿a dónde quiere llegar?

-Por ejemplo, tu compañero Moris, está interesado en profundizar y seguramente va a querer una consulta conmigo. No tengo dudas de que vuestra amiga en común Ivette Miró también va a querer tener una consulta. ¿Y tú? -Me encogí de hombros.

-Yo estoy bien. He leído muchos escritos suyos, pero no, no tengo dudas.

-No te hablo de una consulta de genética o de microbiología, te hablo de una consulta espiritual.

-Profesor Iruti, me está causando más intrigas que...

-Habla, sí, te escucho.

-Claro, no me aclara las cosas, me siento como más intrigado. ¿Qué es una consulta espiritual?

-Una consulta donde hablamos sobre las cosas que te pasan, sobre las trabas que te imaginas que tienes, sobre las situaciones que te planteas en la vida, sobre la disconformidad que sientes por ti mismo.

-¿Quién dijo que estoy disconforme con mi persona?

-Nadie, ni siquiera tú a tu propia persona, porque no te atreves a admitirlo.

-¿Usted piensa que tengo baja estima?

-Sé que tienes inseguridades.

-¡Inseguridades! Me he sacado notas excelentes.

-Jouvert, no te estoy hablando de las materias, te estoy hablando de tu vida personal. ¿Con quién vives?

-Con mis padres, me llevo muy bien con ellos, no me presionan en nada. Tengo tíos, tengo primos, me llevo bien con todos.

-¿Tienes amistades?

-Pocas.

-¿Por qué?

-Soy más bien de quedarme en casa estudiando con el holoordenador.

-Eso me parece bien, pero el ser humano tiene que tener un tiempo para el estudio, un tiempo para el descanso y un tiempo para el entretenimiento.

-Eso es superfluo.

-No, no es superfluo si no acumulas estrés.

-¿Por qué habría de acumular estrés -lo desafié-, si lo que estudio me encanta?

-¿Y entonces porque te veo con ese rostro tan compungido?

-A mí no me lo parece. -En realidad el profesor tenía razón pero no me atrevía a admitirlo-. ¿Tienes un holomóvil?

-Sí. -Sacó su holomóvil, y por medio de bluetooth me pasó sus datos.

-Comunícate cuando lo desees. ¿Cuánto tiempo te quedarás en Central Domo?

-Supongo que bastantes días, vinimos juntos con Moris y con Ivette y volveremos juntos. -Y me atreví-: En el caso de que lo fuera a ver y conversar sobre mis temas, ¿cabría la posibilidad de que ellos no se enteren?

-Por supuesto. Queda entre tú y yo. Distinto es que a su vez puedas venir con ellos a repasar sobre genética o sobre microbiología, pero si vienes a una consulta espiritual queda entre nosotros.

-De verdad que me descoloca profesor, no sabía que aparte de ser un afamado genetista fuera también un...

-Asesor espiritual. Soy un terapista espiritual, y he logrado muy buenos resultados con mis consultantes. -Tomé un vaso de bebida caliente en ese momento y sentí como que me ahogaba (Tos)-. Estás nervioso.

-No, me ahogué con la bebida.

-Estás nervioso... Una conversación no te puede poner incómodo. No es así, Jouvert.

-Hagamos una cosa -le dije-, ¿usted cuándo tendría disponible?

-Mañana por la mañana. En tu holomóvil te pasé todos mis datos, dirección... Si tienes un retraso me avisas. -Y combiné para verlo al día siguiente.

A mis compañeros, cuando volvieron a la mesa, les dije:

-Mañana voy a pasear por Central Domo, voy a sacar holofotos.

Moris e Ivette me dijeron:

-Nosotros iremos a un museo. Y pasado mañana visitaremos al profesor Raúl Iruti. Vendrás con nosotros, por supuesto...

-Sí. -Obviamente oculté lo de mañana. Raúl Iruti me sacaría las dudas que tengo, porque de verdad tenía dudas y muchas.

 

Como thetán, Arduo-El, del plano 3 subnivel 1, mi rol Jouvert Lasalle, de Imad, en Ran II, tenía una baja estima inconsciente y muchos roles que lo manipulaban permanentemente. Ivette, en realidad, lo trataba de la misma manera tanto a Moris como a mi rol Jouvert, pero mi rol sentía como envidia porque en su mente se implantaba el engrama de que la chica lo miraba a su compañero de una manera distinta que a él. Y así, como eso, muchísimas cosas más. Pensaba como que Moris Diver era mejor que él en microbiología, pensaba que Ivette Miró lo miraba como... como si fuera un hermano.

 

Porque el ego... el ego supone, el ego demanda, el ego necesita. Pero el ego se basa en supuestos, supuestos que te llenan la mente, supuestos que te hacen pensar cosas equivocadas, supuestos donde das las cosas por perdidas antes de jugarlas.

Pero no es que el ego sea un perdedor, porque el ego jamás se va a hacer cargo de una derrota, porque viene otro rol del ego inquisidor y te señala a ti como portador de ese rol diciéndote "Jouvert, tú eres el que ha fracasado", y como el ego tiene tantos roles infantiles jamás se van a hacer cargo de algo.

Pero debemos entender que todos los roles están dentro nuestro.

 

Gracias por escucharme.