Índice
Psicoauditación - Ardgell
Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 


Tethán: Estoy aquí conectado, sintiendo alivio, de que mi parte conceptual pueda escucharse con lenguaje hablado. En nuestro mundo, en nuestro plano generalmente no somos escuchados. Sentimos como cierta necesidad, cierta avidez de llamar la atención de otras entidades espirituales, y a veces noto como que cada ser espiritual está en su mundo.


En el plano físico se da mucha importancia a los planos espirituales, y los planos espirituales son una circunstancia, porque uno puede descender o ascender de nivel por determinada conducta, pero no es tan sencillo, no es tan sencillo como creen. Porque aquellos maestros de los planos altos lo ven todo tan sencillo... Pero muchas veces ignoran lo que a nosotros nos pasa.


Yo estoy en el plano 3.9, estoy al borde de llegar al plano maestro, y he hecho misiones de servicio incluso desde aquí. Pero me cuestiono muchas cosas.


He tenido vidas anteriores donde he tenido muchas injusticias, donde no han comprendido mi manera de pensar, donde he tenido amigos que me han traicionado. Donde la gente que me rodeaba me alababa, donde la gente que me rodeaba estaba siempre con migo, a mi lado, pero cuando llegaba la hora de la verdad, de mostrarme su afecto, se alejaban.
Nací en la parte de Méjico, cerca de la península de Yucatán, en una encarnación anterior. Me llamaba Joaquín Vera. Era de una familia bastante, bastante importante. Teníamos una gran hacienda, y había muchos amigos que me rodeaban más por interés que por otra cosa.


Pero cuando yo tenía alguna pena, amorosa o algún desencanto, esos amigos desaparecían, no se acercaban a mí. No me aconsejaban, no me orientaban. Tenía una soledad tan angustiante, tenía una sensación de abandono tan grande, pero tan grande, pero tan grande, que veía que en realidad no tenía una sola persona que me comprendiera en esencia en esa vida.


Cuando mi padre muere en esa vida, me encuentro con la sorpresa que había firmado varios documentos, y otros los habían fraguado. Nos quitan la hacienda, al poco tiempo muere mi madre con una tremenda depresión. Pierdo casi todo lo que tenía a nivel material. Y si bien no me importaba tanto porque siempre fui en esa vida un aventurero, me sentía mal por otra cosa. Porque todos aquellos que me rodeaban, todos, todos, todos, ni uno solo tuve a mi lado, ni uno.


He logrado después sentir el desprecio de aquella gente antes te aplaudía. He logrado sentir la indiferencia de aquellos que sentían admiración. He logrado sentir el vacío donde antes creía tener la plenitud.


Y desencarné joven porque me he dejado estar. Tenía 33 años, casi 34. Muy joven he desencarnado.


Y tuve la pena que todavía trato de corregirlo, de haber desencarnado con rencor por esa situación. Si bien los maestros me decían a mi mente conceptual de que eso era solamente un rol, esa vida era nada más que una fantasía porque el verdadero mundo es el mundo espiritual, me daba impotencia saber que había habido maltrato hacia mí. Abandono, indiferencia.


Porque yo no estoy de acuerdo en todo lo que piensan los maestros. Los maestros piensan que somos un rol, que es un papel que representamos. Pero para mí era, para mí era vivido. Era una cosa tangente. En el plano físico tenemos los cinco sentidos. En el plano físico amamos, en el plano físico sentimos, en el plano físico nos enfermamos. Entonces, no quiero que me hablen de rol, porque son sufrimientos reales los que sentimos, no son roles. Son sufrimientos de verdad. Y luego cuando desencarnamos quedan como engramas. Y es muy difícil borrar porque sí esos implantes que nos han hecho sentir miserables.


Y luego vuelvo a encarnar, y en esta encarnación actual, no a propósito pero está en mí, le transmito a la persona esa... esa sensación de abandono, donde no toda la gente que te rodea te comprende, donde no toda la gente que te rodea sabe tu esencia.
En mí como 10% encarnado ven la parte de afuera, ven lo que yo quiero mostrar. Pero solamente uno de cada diez, y es mucho todavía, conoce quien soy por dentro. Uno de cada diez. Porque lo que ven de mí de fuera no es lo que yo soy. Yo soy mucho más que eso. No ven el conflicto, ven solamente lo superficial. Ven la cresta de la ola.


De todas maneras me alivia muchísimo a mi parte conceptual el poder descargar todo esto. Porque al descargarlo me hace sentir como que ya no estuviera en mí ese engrama. Me hace ser más frío, me hace ver las cosas con más claridad. Me hace ver que como 10% encarnado puedo tomar la vida de otra manera. Me hace sentir más importante.


Aprendo con esa lucidez mental de que no necesito la aprobación de los demás, ni necesito demostrar a nadie nada. Solamente me lo tengo que demostrar a mí mismo. Y discernir quienes son mis verdaderos amigos, y discernir quienes no son mis verdaderos amigos.


Creo en el amor personal, y sé que no todas las personas me aman personalmente. Estoy aprendiendo ahora a diferenciar lo ocasional de lo duradero. Es un trabajo interno que tengo que hacer y que mi 10% también tiene que hacer. No es una tarea sencilla. No es una tarea que de un momento para el otro se logra.


Pero sabiendo que la aceptación pasa primero por mí y no por los demás, y que ser importante no pasa por momentos de triunfos o de fracasos, si no que pasa por lo que yo crea de mí, entonces todo lo demás me va a ser mucho más fácil. Porque si yo dependo de mis vivencias, voy a tener días en el plano físico que me vayan muy bien, y me voy a sentir muy bien. Y va a haber días que me va a ir mal, y me voy a sentir mal. Entonces yo tengo que estar exento de eso. Yo tengo que estar a parte de eso. No puedo basar mis sentimientos en que me vaya bien o me vaya mal. Yo tengo que estar bien siempre, tengo que estar siempre listo, siempre preparado. Y con el deseo de, no solamente ser útil a mí si no útil a los demás.


Y eso si lo comparto con los maestros de luz. No puedo ser útil a otros si primero no me acepto yo como lo que soy. Un ser distinto, como son todos distintos. Un ser que puede dar muchísimo. Y que con el tiempo voy a lograr, porque sé que lo voy a lograr, que mi parte externa y mi parte interna sean similares. No que la parte externa muestre suficiencia y que la parte interna sea conflictiva. Ese conflicto es como un nudo que voy a desatar para que desaparezca. Porque no tiene ningún sentido.


Porque yo ya en este momento me estoy dando cuenta, tanto en una vida pasada como en esta vida, de que solamente me pueden lastimar si yo permito que lo hagan. Directamente tengo que aceptar que no puedo permitirlo más. Porque todos somos importantes, pero somos importantes si ayudamos a otros.


Pero primero, por una cosa coherente, nos tenemos que ayudar a nosotros mismos, ser útiles a nosotros mismos. Eso no nos transforma en egoístas, simplemente que debemos pensar en ponernos nosotros bien, para recién después poder dar a otros.
Reconozco que tengo cosas buenas, tanto como espíritu como parte encarnada.


Yo brindo, y no lo digo por vanidad, porque es una virtud el brindar. Si yo dijera que no, sería un hipócrita. Yo brindo.


Pero estoy aprendiendo a percibir, como lo percibí también en una vida pasada, que hay personas que no me conocen, y los trato hace tiempo. Pero no tengo que tener ningún rencor hacia esas personas. Simplemente no me conocen porque no me captan, porque son personas que todavía les falta entender. Porque son personas limitadas, y es un problema de las personas, no es un problema mío. Tengo que aceptarlas como son, y quererlas como son. Porque los mismos maestros dicen que no a todo el mundo todo el mundo lo entiende. Son muy pocos los que llegan a entender nuestro interior. Y está bien así. Sería un error de mi parte sentirme aislado por eso. No debo sentirme aislado. Debo apoyarme en aquellos que sí me entienden, y listo. Esa es la tarea.


Pero por sobre todo debo apoyarme en mí mismo. Percibo, si, muchas influencias negativas de algunas personas que pueden tener una envidia escondida. Y percibo que mi 10% ha absorbido influencias negativas que le pueden cortar caminos, que le pueden cortar proyectos, y hasta quitarle parte de su buen ánimo. Esas influencias negativas pueden extraerse a través de lo que dicen los maestros, a través de trabajo Crístico.


Porque mientras esas influencias negativas estén, es vibración negativa invada mi aura a nivel físico, siempre voy a tener cosas que no termine de realizar, siempre voy a tener proyectos que puedan truncarse, siempre voy a tener esa avidez de estar con gente que luego se esfuma, o que cambia de carácter, o que cambia de manera de ser, y me puede llegar a hacer sentir más vacío que antes. Y eso es lo que no quiero. Y eso es lo que no deseo. Deseo estar cada vez mejor, y sé que lo voy a conseguir.


Mi tarea ahora consiste en dos cosas, y yo como tethán voy a ayudar a mi 10%. Una es entender que esa personalidad ficticia, de roles, la tengo que controlar. La otra es saber que los engramas pueden perfectamente desprenderse, porque también son ficticios, no son reales. Porque son vivencias que ya pasaron, que en este momento no tienen que hacer mella en mí. No tienen porque hacer mella.


Y el tercer trabajo sí tiene que ser con ayuda. Ayuda Crística para vencer esas vibraciones negativas que me pueden frenar en mi camino. Y pueden hasta hacerme caer, incluso en mi camino.


Gracias por haberme permitido expandir mi conciencia y poder hablar al lenguaje físico. Porque lo que no se sabe en el plano físico es que nosotros como tethanes, a pesar que podemos conceptuar con diez mil espíritus distintos, una sola vez que podamos contactarnos al lenguaje hablado, nos alivia 100 veces más que lo otro. Gracias por esto.


Y hasta todo momento.

------


J. Olguín: No hizo falta que preguntaras porque se dijo todo. Es como que se tirara de esas rocas que hay en Méjico que se tiran de 50 metros al agua. Ha hecho una tremenda picada el tethán. Ha lanzado todo lo que tenía. Ha hecho un rollo y ¡chic! lo ha tirado.
¿Sentiste como que algunas cosas te pasan hoy?


Consultante: Sí, esto. Lo de la gente, sobretodo que la gente no me conoce realmente.


J. Olguín: Es como que te ven pero no captan tu espíritu.


Consultante: Sí.


J. Olguín: Es lo que tu muestras.


Consultante: También porque yo quiero. Es lo que yo muestro, es verdad.


J. Olguín: Sí, sí. Lo que muestras es lindo, eh. Está todo bien, la gente te aprecia. Y muestras una faz extraordinaria. Pero según tu tethán, debe haber contados que verdaderamente saben como eres por dentro. Y bueno, lo bueno que dijo tu tethán, es que esos conflictos tienen que ir desapareciendo porque no tienen ninguna razón de ser. Como que las experiencias nulas se tienen que borrar y es como que tienes que ir saliendo. Eso es bueno. Eso es un trabajo tuyo aparte. El tethán te muestra y el resto lo tienes que hacer tu. Y bueno, es eso.