Índice
Sesión - Samya
Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

 

Primera parte.

 

 

Médium: Jorge Olguín

Entidad que se presentó a dialogar: Samya (nombre de rol)

 

 

Thetán: Hermanos queridos, mi nombre es Samya, que en vuestro vocablo sería S A M Y A.

Estoy en el cuarto nivel de vibración.

Interlocutor: ¿Estás encarnado?

Thetán: Estoy encarnado.

Interlocutor: ¿Es alguno de los presentes aquí?

Thetán: Si, así es.

Interlocutor: ¿Se puede decir quien?

Thetán: La entidad que se llama Marcela. Es la primera vez en siglos que encarno en este planeta. Estuve encarnado en Aldebaran IV, hace cinco de vuestros siglos.

Es un mundo similar a lo que ustedes llamarían la fantasía heroica. Hay enormes castillos. Se vive mucho en las regiones polares. Hay poco día, mucha noche. Muy poco brillo de la estrella. Muchas nubes. Hay distintas facciones que viven peleando por luchas de poder, traiciones, peleas, ocultamientos, intrigas palaciegas.

Es muy común la muerte. Son muy comunes los asesinatos. En ese planeta hay guerras continuas, con armas similares a vuestras hachas, cimitarras...

Interlocutor: ¿Están en una época primitiva, diríamos?

Thetán: Primitiva, pero a su vez tienen aparatos de tele transportación. O sea, que comparado con este planeta hay distintas mezclas.

Interlocutor: ¿Cómo las pirámides?

Thetán: Como las pirámides, para teletransportar. Como las había en la tierra.

Bueno, en Aldebarán hay muchas guerras intestinas todavía hoy. Y bueno, al comienzo estaba obviamente en ese planeta tratando de elevar mi cultura.

Tenía la ventaja que la familia en la que yo estaba era una familia de lo que se llama la clase privilegiada, que aquí sería clase alta, y trataba de amigar a las distintas regiones. He logrado hacer que distintas facciones se arreglaran mediante tratados, por eso no he bajado de nivel espiritual. Lo que quiero decir es que eran costumbres completamente distintas a las de este mundo.

Interlocutor: ¿Y cual fue la razón que encarnaras en ese planeta y no, diríamos, aquí en la tierra?

Thetán: Encarné en misión. Lo he pedido personalmente, lo he pedido. Los lipikas me han puesto en una familia privilegiada.

Allí obviamente las familias se componen a veces de cuarenta individuos, a veces de ciento cincuenta individuos. Son familias de grandes nombres. Ailag, Ten, Dorag, Fin era mi nombre. La familia Ailag era familia de generaciones y generaciones y generaciones.

Y bueno, se han logrado grandes tratados de paz, convenios entre distintas regiones polares.

Interlocutor: ¿Cómo desencarnaste? ¿En que forma?

Thetán: No, no. He tenido descendencia, he tenido dos descendencias mujeres. O sea, nuestra raza es similar a la terrestre. Somos quizás más voluminosos, o sea los varones de la raza, en el plano terrestre medirían dos metros de promedio, las mujeres un metro ochenta, corpulentas, musculosas.

Interlocutor: Perdón. ¿Han llegado a la tierra?

Thetán: No, no. Por lo menos con nuestra propia tecnología. Pero si supongo que alguno de nuestra raza habrá viajado con otras tecnologías de visitantes.

Interlocutor: Está claro. ¿Cuál es la misión de haber encarnado ahora en la tierra?

Thetán: El poder ayudar, el poder servir, el poder ser útil. Lo que pasa que lo mismo que muchos de vosotros, me sucede lo mismo que muchos de vosotros, uno encarna en misión, trata de elegir una familia con poco poder material en el planeta, como la mayoría de los que estamos aquí, para poder aprender la lección del desapego, pero como a la mayoría de vosotros, se hace muy cuesta arriba después, se hace muy cuesta arriba. O sea que, una vez se dice por que no se elige nacer en una familia pudiente. Por que se aprende con el sufrimiento. A veces uno encarna en una familia pudiente y la mayoría se deja estar después.

Interlocutor: Y, ¿cuál es la misión?

Thetán: Es la misma misión que todos ustedes. Es la misión de servicio. Estoy en un cuarto nivel, y vivo investigando, y vivo creciendo, ...

Interlocutor: Está bien, pero concretamente para tu parte encarnada, ¿Cuál sería el mensaje que le darías?

Thetán: ¿Qué mensaje le daría yo a mi parte encarnada? Que no ceje, que no baje los brazos, que siga en la lucha. Que le van a caer diez pedazos de adoquín encima, y van a levantar los brazos once veces. Ese es el mensaje.

Siempre hay que recordar que si la parte encarnada baja los brazos, puede tirar abajo al thetán.

Interlocutor: ¿Se tironea tu parte encarnada algo, o no?

Thetán: A veces puede tironear, en los momentos de impaciencia, y a veces puede llegar a mandarme luz desde su parte, en los momentos que quiere crecer. Y eso es muy importante. El querer, el tener ganas. Ya lo han dicho otros maestros del quinto nivel, que cuando el ser encarnado tiene ganas de hacer más, transmite, transmite, es muy importante eso.

Recuerden que en la encarnación anterior, estaba en un mundo en donde el común denominador era la guerra. Pero la guerra continua. En la región que estuvieras era la guerra. De repente estabas comiendo en la taberna, te pateaban la puerta, venían veinte personas. Si eras mujer te violaban arriba de la mesa, y después si les agradabas te raptaban, y si no te cortaban el cuello con el hacha de doble filo. Eran un hacha de doble punta, no sé si se la imaginan. Pero en distintas regiones, así en todo el planeta, pero por supuesto.

Interlocutor: Una pregunta. Aquí en el planeta tierra, ¿alguna de tus encarnaciones fue conocida, algún personaje conocido?

Thetán: No. Pero hubo muchas encarnaciones donde se ha hecho servicio. En una de las encarnaciones he cometido errores por que he sufrido violaciones como mujer y he directamente matado con un estilete a la persona que me ha violado. He sido perseguida. Una vez he caído en la guillotina. He bajado al plano tres por rencor.

Interlocutor: La revolución Francesa, ¿en esa época?

Thetán: No, no. La gente se piensa por una historia mal contada, que Guillotin es el inventor de la guillotina, pero hubo una parte en la región nórdica, para el año 1200 de vuestra era, y anótalo eso si quieres, donde había una especie de guillotina rudimentaria. Pero no era tanto el filo lo que te cortaba el cuello. Era un aparato que tenía cuerdas gruesas y pesaba como trescientos kilos. No sé si te seccionaba o directamente te quebraba la cervical.

Interlocutor: ¿Cuál es la experiencia de que a uno le corten el cuello? Me refiero, uno es un espíritu, bueno, uno desencarna, pero...

Thetán: En el momento el 10% transmite un temor atroz. Y hay un cimbranazo en el 90%. Es el mismo cimbranazo que los aparatos actuales de electricidad, donde quitan la vida física por electricidad, en el país del norte.

Interlocutor: Pero, ¿Cómo se disparan el 10%, diríamos, para unirse con el 90%? ¿Es automático?

Thetán: Todas las desencarnaciones son iguales. Sucede que lo que transmite en el momento ese es un miedo que se transmite por la conexión. Se transmite como si fuera, en vuestro plano físico sería una electricidad en la piel.

Interlocutor: Pero a lo mejor algo así no es tan grave.

Thetán: En realidad puede traer engramas posteriores en encarnaciones posteriores.

Interlocutor: Yo lo pregunto por que en mi encarnación con Nerón, me clavé un cuchillo ayudado por un ser sirviente, ¿no?

Thetán: Sí, sí. En el fondo tengo entendido que lo has hecho para que después no tuvieras un sufrimiento mayor o algo así, ¿no? Es eso lo que percibo.

Interlocutor: Si, fue algo así, cuando me iban a matar a latigazos.

Thetán: Es eso lo que percibo. Y después en otra reencarnación pude ayudar a una comarca entera, y gracias a eso pude ayudar a un lugar que estaba desamparado, y bueno, he subido nuevamente de nivel, y he seguido en el cuarto nivel.

Interlocutor: ¿Alguna vez fuiste a parar a la octava esfera?

Thetán: No, no. Pero me han contado otros seres que han estado, y lo he vivenciado por relato. A parte, nosotros tenemos el don, por así llamarlo, no solamente de comunicarnos mediante conceptos, si no también, si el otro nos permite, por que tiene que ser si el otro nos permite, de vivenciar la mente del otro.

Interlocutor: Bueno, tu sabes que no sé si después de Nerón o cuando, yo bajé a la octava esfera, o sea esa experiencia la tuve, yo no la recuerdo ahora. Y alguna vez voy a pedirle a big que se incorpore para que nos relate ...

Thetán: Espera, espera. Me dice tu maestro guía, Ruanel, que está aquí conectándose con migo, desde distinto nivel, me está diciendo irónicamente, ¿Cómo? ¿Ya salió de la octava esfera? Me dice. (risas). Les mando toda mi luz. No dejen de estar en el servicio. Se comunicó.

Interlocutor: Bueno, gracias por haber estado aquí.

 

 

Segunda parte.

 

Thetán: Miles de años antes de haber encarnado como Ailag, encarné con el nombre que se me conoce, que es el de Samya, que en realidad no es el nombre del thetán si no que es el nombre del rol, que para mí fue uno de los más importantes. Y también encarné en Aldebarán IV.

Esa vida, fue por un lado más triste, por que estaba solitaria de afectos. Siempre los grandes amores me fueron prohibidos, pero por otro lado trataba de ser útil a mi entorno directo.

Tal vez no fui tan importante en cuanto a servicio como en la encarnación de Ailag, donde pude lograr uniones entre enemigos acérrimos, pero es una encarnación, la del rol de Samya, que recuerdo con mucho, con mucho cariño, se podría decir, aun sabiendo que es un rol nada más. Por que he conocido grandes personajes, grandes roles, que son como héroes históricos al cabo de miles de vuestros años. Tal vez en el futuro se cuenten hazañas épicas de esos seres a los que he conocido.

Y bueno, llámenlo ego si quieren, aunque el ego no existe en el plano cuatro. Pero siento un orgullo muy, muy grande de haber sido un rol contemporáneo de esos héroes. Como Ligor, como Mento, u otros.

Este es el agregado que quería decir. Hasta todo momento y un especial cariño al maestro Ruanel, que más de una vez se ha contactado con migo desde su plano de luz.