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Leyendas urbanas VI

Los Hombres de Negro

Grupo Elron

 

Sólo en las películas de ciencia ficción…

 

 

Los llamados popularmente “Hombres de Negro” no pasan de ser una leyenda urbana, porque son simplemente funcionarios del Área 51 que lo que menos hacen es vestirse de negro, justamente para evitar llamar la atención. Sus funciones son diversas, pero fundamentalmente es desalentar las investigaciones de la cuestión Ovni como medio de proteger el secreto del lugar. Naturalmente que algunos de ellos son una especie de “Harry el Sucio” al revés, porque en lugar de dedicarse a eliminar a los “malos” se dedican a eliminar a los “buenos”...

 

 

La verdadera esencia de los Hombres de Negro es ser una cosa y aparentar otra. Un Hombre de Negro puede ser ese vecino tan simpático que todas las mañanas recoge su diario y conversa con nosotros tan amablemente sobre las noticias del día, o ese compañero de la oficina tan gracioso que no para de hacer chistes. Siempre que alguien parezca un Hombre de Negro, con toda certeza no es un Hombre de Negro…

 

 

Los Hombres de Negro utilizan muchos disfraces para pasar desapercibidos y muchas maneras para desinformar, inclusive podrían simular ser un cándido e inexperto ufólogo….

 

 

¿Podría ser Pie Grande un Hombre de Negro disfrazado?

 

BETTY Y BARNEY HILL

¿Sería acaso Barney Hill un Hombre de Negro?

 

 

Se han dicho muchos disparates sobre los Hombres de Negro, desde que son extraterrestres hasta que vienen desde la 5ª dimensión, pero nosotros podemos dar fe de que son bien humanos…

 

 

 

Éste es uno de los tantos textos que hemos encontrado en la Red y que dan la pauta cabal de la perplejidad de los investigadores frente a un hecho muy simple, es decir que los Hombres de Negro son funcionarios del Área 51 y no mensajeros del mal o de no se sabe qué… ¡Por favor!

 

Del libro "Mensajeros de la luz" , David Tansley , 1977. Neville Spearman, Gran Bretaña. Por Henzo Lafuente

Desde los años cincuenta la gente que ha investigado seriamente sobre ovnis han sido repetidamente molestada con misteriosas llamadas telefónicas y entrevistas directas, acompañadas por feroces amenazas. Han ocurrido accidentes extraños, ha muerto gente en circunstancias misteriosas y, en general, se ha hecho quedar bien claro que investigar demasiado a fondo en la naturaleza de los ovnis era meterse en problemas. Estos suelen adoptar la forma de los "hombres de negro". Donde aparecen, lo hacen normalmente en grupos de tres, vestidos con trajes negros y calzados con zapatos de gruesas suelas de crèpe. Unas veces van a la moda y otras con varias décadas de retraso. Las ropas son nuevas, y todos los objetos que llevan parecen salidos de fábrica. Suelen llegar en un Cadillac tipo limousine o, en una ocasión concreta, en un Buick negro de un modelo anticuado pero que olía por dentro como coche nuevo.

Todo el mundo se deshace en conjeturas sobre la identidad de estos hombres de negro. En un principio, los investigadores pensaron si serían agentes del gobierno, porque muchas veces decían ser de la C.I.A. o de las altas jerarquías de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, exhibiendo las correspondientes tarjetas de identificación. Luego, los informes sobre sus visitas se hicieron tan frecuentes que los organismos gubernamentales se empezaron a preocupar y a desmentir los rumores que los asociaban con los HDN. Aparentemente, el asunto parecía preocuparles tanto como a los demás.

En septiembre de 1953, estos individuos visitaron al experto en ovnis Albert K. Bender, organizador de la oficina internacional de platillos volantes que había emprendido en serio la tarea de aclarar los misterios en torno a los ovnis. Bender pensaba que había dado con la solución, y poniendo sus opiniones por escrito, las envió por correo a un amigo. Cuando estos individuos llegaron, tenían en su poder el material, que nunca llegó a su destino. Le dijeron que había sido el único entre todos los investigadores en dar con la respuesta. Para su edificación, le añadieron unos cuantos detalles más que no conocía, asustándole de tal forma que se puso enfermo y no probó bocado en varios días. A partir de entonces Bender fue un hombre cambiado, que no quiso volver a hablar de ovnis con nadie. Terminó escribiendo un libro titulado Flying Saucers and the Three Men (Los platillos volantes y los tres hombres), en el que dijo que contaría todo lo que le había sucedido. En realidad lo único que hizo fue complicar más las cosas cuando mencionó su proyección astral a una base de platillos volantes situada en el Antártico. El libro parecía ser sólo una tapadera de lo que había ocurrido en realidad.

Bruce Cathie, estando en Nueva Zelanda, fue abordado en un hotel, durante uno de sus vuelos. Había dado a conocer que llevaba consigo fotografías de las misteriosas antenas que se estaban multiplicando en la zona donde vivía. Tres individuos se hallaban sentados en una mesa cercana, y uno de ellos se le acercó y trató de darle conversación, mientras el sobre estaba sobre la mesa, a su vista. El hombre trató de que Cathie le pusiera en él un nombre y una dirección donde se le pudiera localizar. Cathie estaba preparado para esto y no accedió. Finalmente, se disculpó y subió a su habitación, volviendo a bajar para poner sus fotos en la caja fuerte del hotel. Los hombres ya no estaban allí, y al preguntarle a la chica de recepción cuándo habían pasado por allí, ella le dijo que nadie se había marchado. Parece que estos seres tienen la desconcertante costumbre de desvanecerse literalmente en el aire.

Otro investigador tuvo una importante demostración aún más espectacular de esta capacidad cuando los tres hombres le visitaron en su trabajo, a primera hora de la mañana, ordenándole que abandonase ciertas líneas de investigación que estaba siguiendo. El les aseguró que ya había pensado hacerlo, y se marcharon por una puerta cercana. El les siguió inmediatamente, abriendo la puerta sobre un pasillo vacío impregnado de un olor como el que hubiera dejado una fuerte descarga eléctrica. En un instante, los hombres se habían esfumado.

En su libro The Mothman Prophecies (Las profecías del Hombre Polilla), John Keel tiene constantes tropiezos con los HDN. Estos intervienen sus llamadas telefónicas, tratan de secuestrar a los que han tenido contacto con los ovnis, amenazan a todo el mundo, y hacen la vida imposible dondequiera que vayan. A veces se expresan con bastante claridad; otras parecen tener problemas para transmitir unas ideas que tengan sentido.

Uno de los más interesantes contactos con los hombres de negro tuvo lugar el 9 de enero de 1967 en casa de Edward Christiansen, en Wildwood, New Jersey. A las cinco y media de la tarde, un hombre de extraño aspecto llamó a la puerta. Cuando le abrieron, dijo que pertenecía a la Oficina de Localización de Herederos, y que era posible que el señor Christiansen hubiera heredado mucho dinero. Se hizo pasar al forastero, y se vio que era un tipo poco corriente, con una estatura por lo menos de dos metros, hombros muy anchos, y que debía pesar alrededor de los ciento cincuenta kilos. Llevaba un largo abrigo negro de tela muy fina, y un gorro de estilo ruso. Al quitárselo, descubrió una gran cabeza con el pelo cortado al rape y una zona perfectamente redonda que parecía afeitada. Tenía los ojos saltones como si padeciese de tiroides, y uno de ellos era vidrioso y mal sincronizado con el otro. Gigi, el perro de los Christiansen, le cogió una aversión inmediata, que hizo patente con sus gruñidos y ladridos.

El hombre empezó a hacer una serie de preguntas sobre los datos personales de Edward Christiansen, dando la explicación de que era para averiguar si se trataba del hombre que mencionaba el legado. Tenía una voz curiosamente metálica, que parecía emitida por el altavoz de un computador, monótona y fría. Cuando se sentó, sus pantalones, ya bastante cortos, se levantaron, y Mrs. Christiansen y su hija Connie observaron fascinadas un cable verde que le salía del calcetín y subía por su pierna, pareciendo entrar en ella por una muesca antes de perderse en sus pantalones. Con esto y con su singular aspecto pálido y enfermizo, aquel forastero tenía una apariencia singular. Cuando se le ofreció tomar algo rehusó, y dijo que dentro de diez minutos necesitaría un vaso de agua. Durante la entrevista, la familia observó que su rostro se iba poniendo cada vez más rojo, hasta que terminó pidiendo el vaso de agua, que se bebió de un trago con una gran píldora amarilla. Esto pareció devolverle a sus estado normal.

Al terminar la visita. Mrs.Christiansen decidió observar la marcha del hombretón. Desde la oscuridad de la puerta de su cocina, le vio hacer una llamada con la mano, y un Cadillac negro del año 1963 surgió de las sombras con las luces apagadas. El desconocido entró en él y se fue.

Al día siguiente, el señor Christiansen recibió una llamada telefónica con una voz femenina que le explicó que el Edward Christiansen que buscaba la oficina de Herederos había sido localizado en California. El le dió las gracias y colgó. El anterior mes de noviembre, la familia Christiansen había visto un ovni; parece ser que esto fue lo que provocó la visita de los hombres de negro, aunque no se mencionó para nada la visita ni se le hizo amenaza alguna.

La saga de los Hombres de Negro está tan llena de incongruencias como todos los demás aspectos de las experiencias con ovnis. Pero lo que realmente me interesa es que se ajustan como un guante a la teoría de los aliados que adoptan la forma que el espectador espera. ¿Qué epopeya cósmica no estaría completa si su trinidad de individuos que representan a las fuerzas del mal, que hacen retroceder a los valientes investigadores en un espléndido combate de gladiadores, las fuerzas de la luz contra el poder de las tinieblas? Llegan, con un perfecto estilo gángster, en limousines negras, y vestidos con trajes negros a la moda de los años veinte. Todo lo suyo es raro: sus ropas, su manera de hablar; sus carteras, peines y efectos personales son siempre nuevos; sus coches, aunque sean modelos antiguos, tienen el aspecto y el olor de salir de fábrica. El "metálico" visitante de los Christiansen parecía casi una réplica del monstruo de Frankenstein, con voz de computador, cable subiéndole por la pierna y todo el equipo. También es interesante el detalle del vaso de agua, porque todo gasto considerable de energía psíquica parece quemar la humedad del cuerpo. El individuo concretó mucho la duración de la visita: sólo cuarenta minutos... ¿Es ése el tiempo durante el cual un aliado o compositum puede sostener la apariencia de un cuerpo físico?

Se han presentado muchas teorías sobre la identidad de estos "hombres". Unos dicen que son agentes del gobierno americano; otros que son miembros de una antigua raza terrestre que vive en remotas regiones de la tierra, desconocida de los hombres. Existe también la teoría de que son los "malos" entre nuestros hermanos del espacio, sean quienes fueren. A mí, desde luego, no me sorprende que tengan que ver con los ovnis, ya que añaden una nueva y amenazadora dimensión al drama, y acrecentan el misterio de una cuestión que ya está saturada de elementos alucinantes. No hay duda de que son peligrosos, pero se trata de unas fuerzas inexplicables que han estado siempre con nosotros y que, mientras no hayamos aprendido los misterios de estas vidas elementales que pululan por el mundo, seguiremos en contacto con ellos por una u otra razón.

 

 

 

 

LOS INEFABLES HOMBRES DE NEGRO

 

 

 

 

 

 

 

En este caso se comprueba una vez más que cuando se ignora algo el vacío se llena con cualquier cosa, generalmente disparatada.

 

Cuando comenzó el contacto con los extraterrestres a nivel oficial, o mejor dicho a nivel oficial oculto, lo primero que se pensó fue en cómo proteger el asentamiento en el que desarrollarían sus actividades.

 

¿Pero por qué protegerlo? Simplemente porque en ese lugar se llevarían a cabo experimentos que no deberían trascender a la opinión pública porque el horror sería de tal magnitud que no sería tolerado.  

 

Entonces se creó una especie de élite de agentes bien entrenados que se ocuparían de disuadir a los investigadores del llamado fenómeno Ovni, asegurándoles que mejor les convenía dedicarse a alguna actividad menos peligrosa, como sembrar tomates o sacar a pasear el perro del vecino.

 

Y si no lograban disuadirlos, entonces lo ridiculizarían ante la opinión pública tachándolos de dementes o directamente los harían desaparecer.

 

En este último caso, por supuesto, las víctimas tendrían fatales accidentes o se suicidarían. De esta forma todo terminaría allí.

 

Muchos científicos que trabajaron en el Área 51 y que luego, horrorizados por lo que vieron, consideraron un deber moral darlo a conocer a la opinión pública, perdieron la vida de esa forma. 

 

El poder que tienen los jerarcas de este lugar puede deducirse del hecho de que incluso la CIA y el propio presidente de los Estados Unidos están por debajo de ellos.

 

No es necesario que me extienda más sobre este asunto porque lo hemos tratado extensamente al abordar temas extraterrestres, especialmente los del “Área 51” y “Majestic 12”.

 

El tema de los Hombres de Negro se trató en la sesión del 7/8/98 (está incluida en El Cielo responde III) y que aquí transcribo porque aclara perfectamente el tema:

 

 

 

Interlocutor: … ¿Y el asunto de los “Hombres de Negro”, de los que tanto se habla en materia de OVNIS? ¿Son terrestres o extraterrestres?

 

Johnakan Ur-el: Los verdaderos “Hombres de Negro” son, digamos, agentes de una organización de inteligencia secreta de Estados Unidos que han tenido contacto con seres de otros sistemas y lo mantienen obviamente oculto.

 

Esta organización está por encima de cualquier otra organización de inteligencia de los Estados Unidos.

 

Interlocutor: ¿Y cuál es la misión de estas personas?

 

Johnakan Ur-el: Que no se sepa que existen estos contactos extraterrestres.

 

Interlocutor: Me parece que no tiene mucho sentido...

 

Johnakan Ur-el: Así es, es algo totalmente necio, e incluso han quemado archivos de los llamados “X files” (archivos o expedientes secretos). Han quemado miles y miles de archivos, fotos, filmes, pruebas, se han deshecho de metales de OVNIS caídos, han hurtado de todo de los archivos del FBI.

 

Interlocutor: ¡Pero ahí tiene que existir una sensación de poder, de tener un secreto que los demás no sepan, el ego total! ¿Viene por ahí la cosa?

 

Johnakan Ur-el: ¡Claro! Es una agencia tan poderosa, que a los agentes les hacen un lavado de cerebro tan grande que son prácticamente como fanáticos e incluso han hecho cosas que el propio presidente de Estados Unidos las ignora.

 

Interlocutor: ¿Cómo es posible tal ocultamiento?

 

Johnakan Ur-el: Al presidente solamente le hacen saber lo que les interesa que sepa, pero nada más.

 

Interlocutor: ¿Usted me confirma, entonces, que ningún Hombre de Negro es extraterrestre?

 

Johnakan Ur-el: Esas personas no son en absoluto extraterrestres, sino seres humanos de la agencia más secreta que existe en los Estados Unidos, que están por encima del FBI, por encima de la CIA, y sobre cualquier otra Inteligencia Naval, que sabemos que está por encima del FBI también.

 

Interlocutor: ¿Pero cómo se ha formado? ¿Ha habido influencia extraterrestre?

 

Johnakan Ur-el: Se ha formado por cabezas terrestres y desde la década del 40 de este siglo. Fue creciendo, creciendo, y ahora abarca todo el mundo.

 

Interlocutor: Pero supongo que tiene que haber habido primero algún contacto extraterrestre para que este organismo secreto iniciara sus funciones... ¿Es así?

 

Johnakan Ur-el: ¡Por supuesto!  Han experimentado con extraterrestres vivos, han experimentado con antheanos, han experimentado con antarianos, han experimentados con un montón de seres humanos.

 

Con algunas razas extraterrestres como los Antheanos han experimentado vacunas, como por ejemplo, la viruela...

 

Dejando de lado al país del Norte, hay otros países totalitarios que han utilizado la vacuna de la viruela, que se erradicó en la Tierra en la década del 60, en crueles experimentos. Ha sido probada no sólo en animales, sino en chicos terrestres con síndrome de down. También ha sido probado en chicos down la vacuna de la poliomelitis, la que se inyectaba...

 

Interlocutor: Esto es muy difícil de creer... ¿Hay metidos en estas organizaciones terrestres, miembros de la llamada en ocultismo  “Fraternidad Negra”?

 

Johnakan Ur-el: Hay 17 Fraternidades negras, así como hay 17 Fraternidades blancas, llamada “Hermandad Blanca”...

 

Interlocutor: ¿Pero las 17 Fraternidades Negras están detrás de esta organización oculta norteamericana?

 

Johnakan Ur-el: No, porque no existe armonía entre ellas. Hay muchas envidias, muchos rencores, peleas... tienen armas automáticas y si creen que alguno va a desertar, lo ejecutan fríamente pegándole un tiro en la nuca, y luego hacen desaparecer el cadáver.

 

Interlocutor:  ¡Pero esto es como estar en un campo minado!

 

Johnakan Ur-el: Así es.

 

Interlocutor: ¿Pero cuál es el propósito fundamental de esta agencia? Obviamente, si es que tiene alguna meta.

 

Johnakan Ur-el: La meta es investigar y darle poder al país que ustedes llaman Estados Unidos, aprovechando los experimentos hechos con total impunidad sobre los seres humanos y también aprovechando la tecnología extraterrestre.

 

Interlocutor: ¿No es una de las razones de ocultar la existencia de extraterrestres en nuestro planeta evitar el pánico en la población?

 

Johnakan Ur-el: No, en absoluto, lo hacen con el fin de seguir experimentando en secreto y para obtener el conocimiento exclusivamente para ellos, como factor de poder.

 

Tú ya sabes que el conocimiento es poder, y eso es lo que buscan. Si permiten que el conocimiento se divulgue, que el conocimiento pertenezca a todos, ellos perderán poder y eso es lo que no quieren. Quieren el poder y el conocimiento sólo para ellos.

 

Interlocutor: Hubo aquí un caso famoso de secuestro de dos personas, un matrimonio de una mujer blanca y un hombre de color...

 

Johnakan Ur-el: Hay muchísimos casos de abducciones que no fueron protagonizados por extraterrestres, sino organizadas por agencias secretas de Estados Unidos, porque esas personas poseían conocimientos que no querían que los divulgaran.

 

Interlocutor: ¿Y el caso de esta pareja?

 

Johnakan Ur-el: Si es el caso que tú te refieres, ha sido una abducción terrestre, secuestro de seres humanos por seres humanos para experimentar con ellos.

 

Hay un caso, pero no es en Estados Unidos sino en Quebec... hay un sitio muy secreto, donde tenían colaborando a un extraterrestre con ellos...

 

Interlocutor: ¿Cautivo?

 

Johnakan Ur-el: Sí, cautivo... lo presionaban para que les enseñe tecnología y experimentaban con seres deformes, con genes defectuosos...

 

Interlocutor: ¿Estos experimentos tenían el fin de curarlos?

 

Johnakan Ur-el: No, el fin era puramente egoísta. Buscaban sí la forma de cura, pero a expensas de esos seres humanos que utilizaban simplemente como cobayos, como “conejillos de Indias”.

 

Interlocutor: ¡Es algo realmente monstruoso, porque el fin no justifica los medios!

 

Johnakan Ur-el: Me voy a retirar, pero no sin antes recalcarles que la iniciativa de formar esta organización secreta no provino de seres extraterrestres sino de terrestres. Los saludo con mis bendiciones...

 

Interlocutor: Gracias, Johnakan, y hasta luego.