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El crimen de Alcàsser
Grupo Elron

 

 

DESIRÉE HERNÁNDEZ

 

 

MIRIAM GARCÍA

 

 

ANTONIA (TOÑI) GÓMEZ

 

El 13 de noviembre de 1992, tres niñas de la localidad española de Alcàsser, Valencia, desaparecieron. 75 días después sus cadáveres fueron hallados enterrados en un inaccesible paraje. Habían sido brutalmente golpeadas, torturadas, mutiladas y víctimas de las más espeluznantes aberraciones sexuales post-mortem. Después de todo ello se les disparó un tiro en la cabeza para disfrazar las causas reales de la muerte.

 

 

MIQUEL RICART

 

 

ANTONIO ANGLÉS

 

Ricart y Anglés fueron acusados de los crímenes, pero para condenarlos se utilizaron pruebas falsas. Anglés logró huir, mientras que Ricart se encuentra aún encarcelado.

 

 

Los asesinos fueron dos adolescentes, primos entre sí, que al momento del crimen tenían 16 y 18 años, padeciendo el menor de ellos el síndrome de Down, el cual, además de ser inimputable por su enfermedad, fue más bien, antes que un coautor, un testigo presencial de la perversidad de su primo.

 

 

La misión del Grupo Elron no es sustituir al trabajo de la Policía, y menos aún es la misión de los Maestros de Luz. A veces, no obstante, como en el caso del denominado “Crimen de Alcàsser”, los Maestros dan suficientes datos como para que cualquier investigador, aun poco avezado, pueda dar con los asesinos: 1) los asesinos, que aún viven, son vecinos de una localidad cercana a los 100 km del lugar del crimen; 2) ambos son primos, y uno de ellos, que al momento del asesinato tenía 16 años, sufre del síndrome de Down; 3) el otro asesino, el mayor, al momento del crimen tenía 18 años y el arma que usó pertenecía a su tío, que es militar. Muchos crímenes, aun con menos datos que éstos, han sido resueltos por la Policía. El único inconveniente será que no creerán en absoluto lo que nosotros revelamos y así, de la forma más estúpida, este crimen quedará impune…

 

 

 

 

 

El Crimen de Alcasser

El 27 de enero de 1993, dos apicultores encontraron los cadáveres de tres niñas semienterrados en las cercanías del pantano valenciano de Tous. Los cuerpos que ya se encontraban en estado de putrefacción porque llevaban tres meses enterrados pertenecían a Miriam García, Antonia (Toñi) Gómez y Desirée Hernández, desaparecidas el 13 de noviembre de 1992 en Alcàsser, cuando se dirigían a una discoteca a la que iban habitualmente en la localidad vecina de Picassent. Al parecer hicieron auto-stop y el coche que les paró llevaba a gente que presumiblemente conocían, según atestigua una vecina que las vio subir al coche con tranquilidad (no forzosamente). Esta mujer fue la última que las vio con vida sin contar a sus asesinos y aún recuerdo la imagen de la señora, asomada a su ventana, señalando con el dedo hacia una calle, dónde fueron recogidas.

Cuando se dio a conocer la terrible noticia del triple crimen de Alcásser, yo no podía creer lo que oía, y tampoco que aquello hubiera ocurrido tan cerca de mi casa. Las niñas asesinadas eran menores que yo, pero ellas habían hecho lo mismo que hice yo años atrás: auto-stop para ir a una discoteca. Era típico hacerlo… a partir de ese crimen abobinable, nadie haría auto-stop en Valencia con tanta ligereza –quizás, incluso, nadie más lo haría-. A mi memoria llegaron imágenes de las veces que subí en coches de gente desconocida, las veces que me arriesgué sin miedo a dejar que un tipo al que no había visto jamás me llevara a la discoteca o de vuelta a casa… tenía la misma edad que ellas cuando fueron asesinadas, pero en aquel entonces no teníamos aún miedo. A partir de entonces, todo cambió.

Toñi, Desirée y Miriam, quinceañeras, eran unas crías con toda la vida por delante: pensar en chicos, acabar los estudios y bailar en la discoteca era lo lógico a su edad. Un día fueron encontradas, y el estado en que se encontraron sus cuerpos provocó los terrores más absolutos en nuestro país, y cuanto más cerca estábamos de Alcásser, más pavor sentíamos. No nos fiábamos de nadie, éramos parados en vigilancias polciales en la carretera (a mí me pararon una noche en que buscaban a Antonio Anglés por mi pueblo), daba miedo tener un cierto aire físico al supuesto asesino de las niñas… En fin, se produjo un pánico y una paranoia general.

Las tres niñas se hicieron famosas, desgraciadamente, por sus fotos, imágenes sin vida. Los culpables –o al menos así se asegura- eran Antonio Anglés (con antecedentes de violencia y penales), su amigo Miquel Ricart (igualmente delincuente, un atracador entre otras cosas) y algunos familiares más de Anglés (en principio). Pero aquella investigación fue un verdadero lio, un despropósito tras otro, donde igual se culpaba a Anglés y Ricart directamente que se decía que eran ‘tapaderas’ para no descubrir a los verdaderos asesinos de Toñi, Miriam y Desirée.

Antonio Frontela, el prestigioso médico forense que vio los cadáveres de las niñas, no dudó en decir en voz alta que en aquella investigación “se perdían los papeles y las pruebas”. Esto llevó a Fernando, el padre de Míriam, a luchar más activamente por la verdad, pero antes de que nos diésemos cuenta mucha gente ya estaba en contra de Fernando (al que se le acusó de un delito por estafa) y de su mano derecha, un periodista llamado Juan Ignacio Blanco. Ninguno de los dos salieron bien parados. Pero me he ido de nuevo por las ramas, y es que el triple crimen de Alcásser no es sencillo.

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EL ASESINATO DE LAS NIÑAS DE ALCÀSSER

 

Un crimen impune.

Estimado profesor: Uno de los crímenes más intrigantes lo constituye sin duda alguna el de las niñas valencianas Toñi, Desirée y Miriam, especialmente porque se sospecha que la justicia española fabricó una mentira convirtiendo, en enero de 1993, a dos vulgares delincuentes en criminales de un triple secuestro, violación, torturas y asesinato.

Algunos sostienen que el Estado español pagó y sigue pagando a dos delincuentes comunes: Miquel Ricart (condenado), Antonio Anglés (fugado) y a sus familias por hacerse pasar por los asesinos de las niñas.

Manuel B.

 

RESPUESTA

Apreciado Manuel: Ricart y Anglés, tal como sospechan casi todos, son inocentes de los cargos, pues no tuvieron nada que ver con el asesinato de las niñas valencias, y las pruebas que usaron para condenarlos son falsas.

Con respecto a quienes fueron los verdaderos asesinos, confieso que en un primer momento relacioné las muertes con extraterrestres, especialmente por el ensañamiento demostrados por los autores y algunas similitudes con el caso denominado “Las Muertas de Juárez”, pero me equivoqué porque fueron dos adolescentes, el mayor lisa y llanamente un perverso y el menor enfermo del síndrome de Down, aunque éste prácticamente fue testigo y no coautor.

Por si deseas algunos datos más te transcribo la sesión donde se abordó el tema.

Bienvenido al Club. Un fuerte abrazo.

 

 

SESIÓN DEL 8/5/08

 

Médium: Jorge Olguín.

Entidades que se presentó a dialogar: Maestro Ruanel.  

Interlocutor: Vamos entonces a ir directamente a la sesión… El primer tema está referido al famoso suceso conocido como “El crimen de Alcàsser”… Leo la síntesis que tengo agendada para que quede grabado…

Ruanel: Bien…

Interlocutor: El trece de noviembre de 1992, tres niñas llamadas Desireé, Miriam y Antonia, de la localidad española de Alcàsser, Valencia, desaparecieron. Días después sus cadáveres fueron hallados enterrados en un inaccesible paraje. Habían sido brutalmente golpeadas, torturadas, mutiladas y víctimas de las más espeluznantes aberraciones sexuales “post mortem”. Después de todo ello se les disparó un tiro en la cabeza.

Todos los investigadores culparon del hecho a dos vulgares delincuentes comunes, Antonio Anglés y Miguel Ricart. Antonio Anglés, considerado el autor material huyó y hasta ahora no pudo ser encontrado. Miguel Ricart fue juzgado y condenado en un juicio muy sospechoso.

En primera instancia parecería que todo el hecho fuera el resultado de una intervención extraterrestre similar al de "Las muertas de Juárez"… ¿Pero lo es en realidad?

Ésta, entonces, es la pregunta fundamental, porque si no son los extraterrestres, es un crimen bastante extraño…

Ruanel: No, no fueron los extraterrestres y tampoco son estas dos personas los asesinos… Hay una familia que tenía un chico con una capacidad diferente. La mayoría de los chicos con capacidades diferentes generalmente tienen un espíritu amable. La mayoría pueden ser tímidos, retraídos, pero si son agresivos, normalmente lo son en defensa propia.

Pero hay algunos chicos que por una cuestión genética, aparte de tener una capacidad diferente, tienen una especie de avidez en lo sexual, una especie de crueldad innata.

Este niño era tenido por su primo como “chivo emisario”. Es decir, si en el futuro surgía algún problema, él sería considerado el culpable directo de los hechos.

Ambos, el primo, de 18 años –en este caso sería el malo de la historia–  y el chico con capacidad diferente, de 16 años, son los que emboscaron a las niñas y que cometieron esos actos atroces.

¿Se entiende?

Interlocutor: Sí, perfectamente.

Ruanel: Además, el primo malo, que estaba con un uso total de la razón pero con una perversión tremenda, tuvo acceso a distintas armas en razón de tener un tío que es militar.

Se trató directamente de violación, estupro y muerte directa en manos de estas dos personas, y como muchas veces sucede se acusaron con pistas falsas a dos personas que no tenían nada que ver…

Interlocutor: ¿Los asesinos están vivos aún?

Ruanel: Sí, así es… Viven aún porque cuando cometieron los crímenes eran jóvenes…

Interlocutor: A ver si entendí: el crimen lo cometieron dos adolescentes, que eran primos, uno de dieciséis años que era discapacitado y el otro de dieciocho que era un total perverso… ¿Es así?

Ruanel: Correcto…

Interlocutor: Ahora bien, la pregunta lógica es: ¿Cómo con tantas investigaciones no aparecen por ningún lado los nombres de estas personas?

Ruanel: No vivían en la comarca…La mayoría de los crímenes pueden ser por robo o pasionales. Los casos más aislados son los de violaciones, y obviamente siempre tiene que haber alguna huella o algo…

Interlocutor: ¿Y entonces cómo no pudieron detectar ninguna huella dactilar de los asesinos?

Ruanel: Directamente porque el mayor, el de dieciocho, que es una persona muy estudiosa, se cuidó muy bien de no dejar huellas e incluso lo hizo cuidar al chico con capacidad diferente, el cual prácticamente no participó. No participó directamente, sino que fue un cómplice que ni siquiera apenas sabía lo que hacía.

Interlocutor: Entiendo… Ahora bien, ¿solamente brindaremos al público estos datos sin dar nombres? Usted considera que no hay que dar nombres ¿no es cierto?

Ruanel: En nuestras investigaciones nunca hay que dar nombres porque comprometen a las cabezas, como a ti, como al receptáculo...

Interlocutor: Está bien. ¿Pero con estos datos podrían ser hallados en nuevas investigaciones?

Ruanel: Depende de los investigadores… La comarca de donde es esta gente no está a más de cien kilómetros a la redonda…

Interlocutor: ¿Tampoco se puede decir la comarca?

Ruanel: No, no se puede...

Interlocutor: ¿Pero podríamos dar algún un dato más? Como para dirigir las investigaciones o...

Ruanel: Solamente puedo decir que muchas veces los chicos con capacidades diferentes son mal juzgados, son tomados como chicos que tienen retraso, y de estas dos personas, la única persona que tiene retraso es la persona que, según presume irónicamente la justicia, es la cuerda, la persona sana mentalmente.

Interlocutor: Es decir la de dieciocho años…

Ruanel: Así es… Y viéndolo desde el plano espiritual es la única persona retorcida con un espíritu que está en el plano dos, en un plano de extrema crueldad.

Interlocutor: ¿Cuál es la discapacidad que padece el otro, el de dieciséis años?

Ruanel: El pobre joven con una discapacidad diferente padece del síndrome de Down, aunque no muy pronunciado, pero igualmente no es imputable por lo que ha sucedido, porque si bien habla, si bien conoce palabras, palabras de la anatomía del cuerpo humano, como “genitales”, “cola”, “senos” –aunque con una terminología más grosera–, igualmente no deja de ser inocente…

Interlocutor: Entiendo a lo que usted se refiere al hablar de “inimputabilidad”… Está bien, Maestro, no le vamos a dar vueltas porque lo fundamental que quería saber es si había intervención extraterrestre, pero la última pregunta sobre este asunto: ¿Que pasó con esta persona que fue acusada injustamente y desapareció?

Ruanel: Esta persona que desapareció simplemente huyó para no ser condenada.

Interlocutor: ¿Sigue aún viva?

Ruanel: Sí, aún está viva…

Interlocutor: Pero fugada…

Ruanel: Sí, así es…

Interlocutor: ¿Le parece, Maestro, que demos por terminado este tema y pasemos a otro?

Ruanel: De acuerdo…

 

Casos criminales resueltos por los Maestros de Luz

 

Jack el Destripador

http://www.grupoelron.org/historia/jackeldestripador.htm  

http://www.grupoelron.org/psicoaudintegracion/psicoauditacionjedestr.htm

 

Las Muertas de Juárez

http://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/lasmdejuarez.htm

 

Asesinato de JonBenet Ramsey

http://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/asesinatojbramsey.htm