UNA CUESTIÓN OBVIA 
        
      La verdad sobre la desaparición del niño de Somosierra. 
      Estimado  profesor: La desaparición de Juan Pedro Martínez Gómez, que iba  junto con sus padres en un camión cisterna con miles de litro de ácido  sulfúrico que se estrelló en un accidente de tráfico, fue catalogada  por todos los investigadores como uno de los casos más enigmáticos de  España. 
      Hasta  la fecha aún se ignora qué sucedió con el niño, que iba en la cabina  del camión, y cuyo cuerpo debió aparecer calcinado como el de sus  padres. 
      Considero importante que el Grupo Elron dilucide el misterio a través de los Maestros de Luz. 
      Claudia A. 
        
      RESPUESTA 
      Apreciada  Claudia: En realidad no hay ningún misterio en la desaparición del  niño, porque antes de producirse el fatal accidente fue teletrasportado  por extraterrestres a un lugar seguro, a pocos metros del lugar del  choque. 
      En  realidad no se trató de una abducción, sino más bien de un acto de  salvataje de alguien que inevitablemente iba a perecer en el accidente  que aconteció luego. 
      Desde  ya que no fue del todo gratuito, porque los extraterrestres estaban “a  la espera” de algún accidente para salvar a la eventual víctima antes  de que sucediera y después utilizarla. 
      En  el caso denominado “El niño de Somosierra” se les dio justamente lo que  esperaban, ya que el niño salvado reunía todas las características como  para ser estudiado, particularmente en su ADN. 
      De  alguna manera, esos extraterrestres se consideraron con derecho a  utilizarlo porque su intervención lo salvó de una muerte segura.  
      No  voy a plantear aquí si es ético o no este tipo de acciones, me refiero  al derecho que pudiera tener en casos así el salvador sobre el salvado  –aunque en mi opinión no creo que tenga ninguno–, sino a establecer los  hechos tal como sucedieron.  
      Como  el asunto fue abordado en sesión, nada mejor que transcribirla en su  parte pertinente para que no tengas dudas sobre lo que en realidad  sucedió. 
      Un abrazo. Bienvenida al club. 
      
         
      SESIÓN DEL 8/5/08  
        
      Médium: Jorge Olguín. 
Entidades que se presentaron a dialogar: Ruanel.    
      … 
      Interlocutor: ¿Le parece, Maestro, que demos por terminado este tema y pasemos a otro?   
      Ruanel: De acuerdo… 
      Interlocutor: Bien, paso entonces al tema conocido como “EL niño de Somosierra”. Leo para que quede grabado:  
        
      "Durante  la noche de San Juan de 1986 se produjo la desaparición más enigmática  de España. La de un niño de diez años, tragado por la nada después de  un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y  Segovia, concretamente a la altura de Somosierra. El niño viajaba con  sus padres, Andrés Martínez, quien manejaba, y Carmen Gómez, su esposa.  Se trataba de un camión cisterna con veinte mil litros de ácido  sulfúrico que explotó en un accidente de tránsito chocando con otros  vehículos. Cuando los socorristas llegaron al lugar encontraron los  cuerpos calcinados de sus padres pero no del niño. Su desaparición  –para los investigadores– es muy enigmática porque, según afirman, el  ácido no pudo hacer desaparecer totalmente el cuerpo del niño. Por otra  parte, dos pastores que fueron testigos de lo sucedido dijeron que  después del accidente vieron a dos individuos muy altos de tez  blanquecina y portando batas blancas que sacaron de la cabina del  camión un bulto y se lo llevaron". 
        
      ¿Puede haberse tratado de una abducción extraterrestre?  
      Ruanel: No, no fue una abducción propiamente dicha, aunque eran de otro mundo... 
      Interlocutor: ¿Quiénes eran de otro mundo?  
      Ruanel: Las dos personas. Eran un masculino y un femenino, más altos  que el promedio de la raza terrestre, de aproximadamente 1,90 m. la  mujer y 2 m. el varón. Si bien hay mujeres y varones de esta altura en  Sol III, se trata de casos excepcionales, pero en esta raza esa estatura  es la normal.  
      Interlocutor: Entiendo…  
      Ruanel: Tenían un miniteletransportador, que era un aparato un poco  más grande que un arma, como una especie de caja más pequeña, similar a  las máquinas de fotos de la Tierra antiguas… 
      Interlocutor: Sí, recuerdo que mi padre tenía una de ellas… ¿Qué hicieron, entonces?  
      Ruanel: Directamente lo que hicieron, segundos antes que suceda este  episodio tremendo, es teletransportar a la criatura. Pero no lo  transportaron a ninguna “nada”, como dijera algún periodista, sino a  pocos metros de distancia.  
      El  niño estaba, obviamente, con un shock tremendo, y por eso le aplicaron  muy rápidamente con otro aparato un calmante como para tenerlo  medianamente sedado y se lo llevaron.  
      Interlocutor: ¿Y las batas blancas que tenían eran para disimular que eran médicos?  
      Ruanel: No eran batas blancas o guardapolvos blancos, sino que eran  trajes metalizados blancos, y como tenían una especie de gorras  terrestres, camuflados así podían pasar perfectamente por personas  comunes de la Tierra que se llevaban caminando un niño. Eso fue cierto. 
      Interlocutor: ¿Al niño se lo llevaron a su planeta? 
      Ruanel: Así es, y en este momento está perfectamente bien… Se trata de  un planeta que tiene una atmósfera similar a la terrestre. 
      Interlocutor: ¿De donde provenían?  
      Ruanel: De un sistema que queda en otro brazo de la galaxia, porque  son viajeros que conocen muchos lugares; es un planeta de una estrella  que se llama Aluax, Aluax-4... 
      Interlocutor: ¿A qué distancia se encuentra de la Tierra?  
      Ruanel: Está aproximadamente, en medidas terrestres, a unos 180  millones de kilómetros de su estrella, una estrella muy similar al Sol,  apenas un poco más grande… Al niño lo cuidaron, no lo maltrataron  
      Interlocutor: ¿Qué le hicieron al niño? 
      Ruanel: Lo cuidaron bien, solamente estudiaron su ADN… No es la única  raza extraterrestre que hace eso. Hay razas que directamente son como  vigiladores, que cuando ven que va a ocurrir un accidente –no es que  adivinen ni nada, simplemente usan el sentido común–, entonces actúan. 
      Por  ejemplo, si ven que un camión de miles de kilos está por atropellar a  un vehículo pequeño, donde las probabilidades de supervivencia de sus  ocupantes son nulas, entonces proceden a teletransportarlas segundos  antes del impacto… 
      Interlocutor: Está bien, entiendo, ¿pero estaban allí por casualidad?  
      Ruanel: No, no… Directamente estaban vigilando la carretera... 
      Interlocutor: ¿Por si sucedía algo?  
      Ruanel: ¡Claro!, por si sucedía algo. Y sucedió. Pero dejo en claro  que ellos no provocaron el accidente, ni provocan ninguno. No lo hacen…  
      Interlocutor:  Está bien... Ahora, usted dice que lo previeron con el sentido común,  ¿pero no viajan en el tiempo estos extraterrestres? 
      Ruanel: No, no viajan en el tiempo… No es como en otros casos donde sí  hubo viajeros que se trasladan en el tiempo y que saben, por ejemplo,  que un determinado accidente de avión va a ocurrir y entonces se llevan  a los pasajeros antes de que el accidente se produzca… No, éste es otro  caso. 
      Interlocutor:  Está bien. O sea, de alguna manera estaban allí y bueno, sucedió y se  lo llevaron. O sea, el bulto del que hablan algunos testigos suponiendo  que era el niño que esas personas de blanco lo llevaban en brazos…  
      Ruanel: No, eso no es real, porque, aparte, algo así no es coherente,  no tiene sentido común... No había tiempo material para eso… 
      Interlocutor: Está perfectamente claro… ¿Qué estaban haciendo esos extraterrestres en nuestro planeta?  
      Ruanel: Tratando de buscar un espécimen al cual estudiarle su ADN, y el niño fue su oportunidad.  
      Interlocutor: ¿Usted dice que en ningún momento el niño fue agredido con ningún tipo de tratamiento? 
      Ruanel: No, en  ese momento no sufrió ningún tipo de agresiones… El sedador-aturdidor  no es invasivo, no pincha como las agujas terrestres sino que  directamente trabaja de otra manera con una técnica distinta difícil de  explicar. 
      Es  un “microteletransportador”, como una especie de sacacorchos de  palanca, que se apoya formando un redondel en la piel, y al presionar  un botón teletransportan mililitros de sangre a un recipiente que está  dentro de ese mismo aparato a cuatro o cinco centímetros de distancia.  No precisan pinchar o extraer ni de la vena ni de ninguna arteria. 
      Interlocutor: ¿Ese miniteletransportador ellos lo manejaron desde lejos?  
      Ruanel: No lo manejaron desde lejos… Seguramente, no me estás  entendiendo. Ellos tienen un teletransportador más grande que es como  el tamaño de una caja de zapatos, un poquito más chato, algunos pueden  ser con trípode, otros sin trípode, parecido a las cámaras fotográficas  de algunos parques zoológicos o parques botánicos. Bien. Con ese  transportador teletransportaron al niño, desde lejos. El  'microteletransportador' es como una jeringa sin jeringa... 
      Interlocutor: ¿Estamos hablando de otra cosa, ahora? ¿De otro aparato?  
      Ruanel: Claro, donde se presiona en el brazo del niño, se aprieta un botón y se le extrae sangre teletransportada. 
      Interlocutor: ¿También desde lejos? 
      Ruanel: ¡No! Ahí desde al lado. Lo tocan al niño y le presionan eso.  También le ponen analgésicos o calmantes o sedantes por el  transportador sin agujerear la piel. 
      Interlocutor: Lo que me confunde es que usted habla de "teletransportador". ¿Teletransportaron la sangre a otro lugar?  
      Ruanel: A un lugar que está dentro de la misma “jeringa” que le “pincha” el brazo. Y lo expreso así para que me entiendas… 
      Interlocutor:  Ahora entendí, tuve una especie de confusión, porque pensé que le  sacaban sangre desde lejos… Teletransportaban la sangre al mismo  aparato apoyado en el brazo, como nuestras jeringas de hospital… 
      Ruanel: Bien, relato entonces el episodio para que sea más entendido:  Ellos ven, con una capacidad de reflejos tremenda, que viene un  tremendo vehículo, saben que va a haber un colapso en ese momento, un  accidente en pocos segundos. Lo que hacen en ese momento es  teletransportar al niño a unos quince metros de distancia que es donde  estaban ellos... 
      Interlocutor: Está bien, esta claro hasta allí.   
      Ruanel: En segundos nomás, ocurre el accidente. Nadie se fija que el  niño aparece en brazos de esa gente. Nadie. Inmediatamente el niño,  confundido porque de repente deja de estar en un habitáculo cerrado a  estar en brazos de alguien, ni siquiera atina a hablar que ya  directamente apoyan sobre su brazo el aparato y le teletransportan a la  sangre un sedante. Es un sedante distinto a los de Sol-3, que hace  efecto en pocos segundos, en muy pocos segundos. 
      Interlocutor: O sea, es lo nosotros hacemos acá con inyecciones…  
      Ruanel: Correcto…  
      Interlocutor: Bueno, todo esto está claro… 
      Ruanel: Como los sedantes de operaciones que hacen efecto en segundos, contando de diez a uno. 
      Interlocutor: Sí, entiendo… 
      Ruanel: Bien… Luego se lo llevan al niño a un vehículo que ellos  tenían alquilado… No hablemos de naves, no hablemos de nada  extraterrestre, todo era terrestre salvo estos dos individuos que son  de raza muy similar a la del Homo Sapiens, pues su ADN es muy similar.  ¿Sí? La única diferencia es la altura... 
      Interlocutor: O sea, son tipo humanos...  
      Ruanel: Así es, pero tienen los ojos más grandes, las orejas un  poquito más puntiagudas, como algunos personajes de una serie terrestre  sobre el espacio, y se van en ese coche del lugar del hecho, sin ningún  problema, y con el nene durmiendo. 
      Ellos  tienen un aparato, muy similar a los ordenadores terrestres pero con  una capacidad muy superior, que mediante un hológrafo –que es una  especie de fotografía de tercera dimensión– le sacan al niño una foto,  la retocan y automáticamente por ese “ordenador espacial”, por así  llamarlo, le sacan al niño un documento, de modo que si alguna  autoridad frena a ese vehículo, ellos simplemente presentan documentos  de las tres personas; de las dos mayores y del niño… 
      Interlocutor: Cosa que no sucedió... 
      Ruanel: Cosa que no hizo ninguna falta. Pero tienen una tecnología  como para tener el mejor documento, y la utilizaron por precaución...  
      Reitero,  entonces, para que no haya ninguna duda, que luego de sedar al niño le  aplican en el brazo un aparato muy similar al sedador y le extraen unos  mililitros de sangre.  
      Luego  evalúan su ADN, ven que es un ADN potable, que es un ADN que no tiene  cadenas enfermas, ven que sus rizos finales son de larga vida, que  todavía es un individuo que puede vivir un promedio de ochenta años, y  por lo tanto, ya estando el visto bueno, ahí sí devuelven, para no  tener sospechas, el vehículo alquilado y de inmediato se  teletransportan a una nave que estaba en órbita. 
      Interlocutor: Perfecto, quedó todo muy claro... ¿A cuántos kilómetros estaba esa nave?  
      Ruanel: Aproximadamente a tres mil kilómetros de la superficie. 
      Interlocutor: ¿Qué medidas tenía la nave?  
      Ruanel: Aproximadamente 25 m de largo. 
      Interlocutor: No era la nave madre entonces.  
      Ruanel: No, no era la nave madre. La nave madre estaba situada pasando  la órbita lunar, a unos cuatrocientos cincuenta mil kilómetros de  distancia. 
      Interlocutor: ¿Y de qué tamaño era la nave madre?  
      Ruanel: Aproximadamente, de unos cuatrocientos metros. 
      Interlocutor: ¿Y su contingente?   
      Ruanel: Aproximadamente de unos ciento veinte individuos. 
      Interlocutor: Y ¿cuánto tiempo hacía que estaban aquí? Me refiero en la luna.  
      Ruanel: En medidas terrestres, aproximadamente dos meses. 
      Interlocutor: ¡Ah!, entonces vinieron recientemente…  
      Ruanel: Así es… 
      Interlocutor: ¿A cuántos años luz está el planeta de ellos?  
      Ruanel: Aproximadamente unos diez mil años luz… 
      Interlocutor: Es mucho… 
      Ruanel: Sí, es bastante, está en otro brazo de la galaxia… 
      Interlocutor: ¿Y cuánto tardaron en venir hasta acá? 
      Ruanel: Han tardado años en medidas terrestres. Años… 
      Interlocutor: ¿Pero y los agujeros de gusano? 
      Ruanel: Sí, utilizan grietas espaciales, pero igual han demorado años  porque han estado en otros planetas… Quiero aclarar que no es el único  niño que se llevaron de Sol-3. Se llevaron a otro niño de once años  también de un accidente, pero en este caso de un accidente de  carretera, de una colisión de cuatro o cinco vehículos. Pero esto fue  por una persecución policial que había ocurrido un par de meses antes  de este episodio que estamos relatando, en el país llamado América, en  un lugar llamado Tennessee. 
      Interlocutor: Está bien. ¿Cómo se llamaba este niño? Porque me suena, Tennessee. 
      Ruanel: El niño ese se llamaba Richard… No hay mucho más para decir de importancia que solamente esto… 
      Interlocutor: Espere, Maestro, usted habló de dos niños… ¿Dos niños nada más?  
      Ruanel: Así es, nada más. 
      Interlocutor:  O sea, ¿en estos dos meses los únicos que abdujeron fueron esos dos  niños y se los llevaron a la nave y obviamente en algún momento se los  llevaron a su planeta? 
      Ruanel: Se han llevado también infinidad de minerales, plantas, para investigar también el ADN de las plantas... 
      Interlocutor: Está bien. ¿Hay algo interesante para decir del planeta de ellos?  
      Ruanel: No, no, es un planeta muy similar, con una temperatura muy  similar a la de Sol-3, seguramente es un poquito más frío el planeta,  tiene una temperatura media del planeta completo de doce grados  centígrados, o sea que es una temperatura unos grados más fría que la  de Sol-3, cuyo promedio ahora está entre quince y dieciséis grados.  Estoy hablando del promedio total… 
      Interlocutor:  Está bien. Obviamente no tienen ninguna relación, no han hecho ningún  contacto, con autoridades del planeta ni nada…  
      Ruanel: Así es… 
      Interlocutor: Ni tampoco con el Área 51 ni nada por el estilo... 
      Ruanel: No, en absoluto…  
      Interlocutor: Creo, entonces, que este asunto lo podemos dar por terminado… 
      Ruanel: Correcto… 
        
      Referencias  
        
      Las desapariciones de Amelia Earhart y Antoine de Saint Exupéry 
      http://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/ameliaearhartyantoinese.htm  
        
      La desaparición de Raoul Wallenberg 
      http://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/draoulwallenberg.htm  
        
      La desaparición de Hitler y Eva Braun 
      http://www.grupoelron.org/historia/adolfhitler.htm  
      http://www.grupoelron.org/historia/luxiv_suicidiohitler.htm  
        
      Casos reales de abducciones extraterrestres 
      http://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/abdextraterrestres.htm  
      http://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/luv_abducciones.htm  
        
      El misterio del bergantín Mary Celeste 
      http://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/maryceleste.htm 
        
      El caso de los visitantes de dormitorio 
      http://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/visitantesdedormitorio.htm  
El caso de Las Muertas de Juárez 
      http://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/lasmdejuarez.htm  
        
      La abducción de JonBenet Ramsey 
      http://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/asesinatojbramsey.htm  
        
      Temas extraterrestres 
      http://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/id_misterios.htm  
         
Cabo Valdés, ¿viaje temporal? 
      http://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/cabovaldes.htm 
  
      Desapariciones misteriosas I 
      http://www.grupoelron.org/historia/desaparicionesmisteriosasi.html 
        
      Desapariciones misteriosas II 
      http://www.grupoelron.org/historia/desaparicionesmisteriosasii.html  
        
      Triángulo de las Bermudas 
      http://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/triangulodelasbermudas.htm 
        
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